"La batalla se desarrolló desde agosto hasta octubre de 1936.
Una vez que la sublevación fracasó en Guadalajara, una columna de 200
milicianos de la CNT-FAI al mando de Feliciano Benito Anaya, otra con
300 comunistas del batallón Pasionaria a cargo del comandante Castro,
otra columna del POUM, y los ferroviarios de la UGT y la de la JSU, se
unieron bajo la dirección del coronel Jiménez Orge para defender
Sigüenza del asedio fascista.
Los aviación nazi destruyó parte de la ciudad, el hospital y el
hospicio del obispado, y el bombardeo rebelde arrancó la techumbre, y
destrozó la torre derecha de la catedral. Sigüenza cayó en manos
fascistas el 16 de octubre de 1936, tomando 738 presos Republicanos, de
los que 500 eran combatientes. Entonces empezó la represión.
Los
prisioneros fueron trasladados atados por los codos y clasificados.
Mujeres y niños fueron liberados poco después. El capitán de Infantería
republicano Pedro Hernández Rivero, asesor técnico de las milicias fue
ejecutado para “ejemplaridad de todos” en el patio del castillo de
Sigüenza y enterrado a pocos metros del mismo.
Al día siguiente los
hombres fueron trasladados en camiones de ganado a Soria, donde fueron
encarcelados. Varios presos fueron ejecutados por el camino en los altos
de Barahona, límite entre las provincias de Guadalajara y Soria, pero
la mayoría de ellos llegó a su destino.
Hay 2 listas documentadas de prisioneros tras la batalla de
Sigüenza. La 1ª está firmada por el comandante Alfonso Sotelo Llorente,
fechada en Sigüenza el 16 de octubre, y consta de 591 personas, 490
hombres, 47 mujeres y 54 niños. Los presos pertenecían a la CNT (137),
Batallón Ferroviario, (123), Batallon “Pasionaria”del PCE/JSU (105),
Milicias del POUM (40) y Batallón seguntino Francisco Gonzalo (39), 12
soldados republicanos y 8 heridos, y otros 26 presos sin adscripción
conocida.
La 2ª lista, con 333 presos incluyendo otros 14 nuevos, está firmada por el director de la prisión de Soria en enero de 1937.
La diferencia entre ambas listas es de 157 presos, que figuran en la
lista de salida y no en la de Soria. Es posible rastrear el destino de
los que figuran en ambas listas, en batallones de trabajadores,
cárceles, campos de concentración u otras penas. PERO DE LOS 157 DESAPARECIDOS, NO HAY NINGÚN RASTRO.
En las semanas siguientes, tras su llegada a Soria, se
produjeron varias “sacas”, el 18 de noviembre 30 presos, y en otras
fechas incluyendo la Nochebuena reduciéndose paulatinamente el número de
presos; en enero de 1937 había unos 200. En la primavera de 1938 aún
quedaban unos 100 presos provenientes de Sigüenza, que fueron
trasladados a San Pedro de Cardeña (Burgos) y Bilbao para trabajos
forzados. (...)"
(Documentalismo memorialista y republicano, 24/01/18. Documentos: El Mundo (Raúl Conde). Foro Memoria Guadalajara (1 y 2). Y los libros:– La represión franquista en Guadalajara. Pedro A. García Bilbao (URJC. ). P. Carlos Paramio Roca (UCM). Xulio García Bilbao. Prólogo: «La vida de los otros» de Mirta Núñez Díaz Balart (UCM). Silente Memoria Histórica. Foro por la memoria de Guadalajara
– La represión en Soria durante la Guerra Civil. Gregorio Herrero Balsa y Antonio Hernández García. Tomos 1 y 2
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