Un grupo de palestinos espera para entrar en uno de los autobuses, cerca de Qalqilya, en Cisjordania
"Israel inauguró este lunes dos líneas de autobús destinadas a que las
empleen eminentemente pasajeros palestinos, que unirán el puesto de
control de Eyal, en el norte de Cisjordania, con centros de población en
torno a Tel Aviv.
Según diversos medios israelíes, como el diario Haaretz,
el ministerio de Transporte tomó la decisión de abrir esas líneas
después de recibir las quejas de colonos judíos que consideran que
compartir autobuses con los palestinos que van a trabajar a Israel
supone un riesgo para su seguridad.
No hay prohibición oficial de uso de los autobuses a ningún grupo de
población, pero el ministerio de Transporte ha dicho que las nuevas
líneas van destinadas específicamente a mejorar servicios para los
palestinos.
Además, hasta hoy ha anunciado sus servicios sólo en árabe y
en zonas de Cisjordania bajo control palestino, aunque fuentes de la
compañía que gestiona los autobuses, Afikim, mantienen que se
publicitarán las líneas también en hebreo. Esa empresa no ha definido en
ningún momento los autobuses como destinados exclusivamente para
palestinos.
“El intento de segregación es apabullante”, según Jessica Montell, directora ejecutiva del grupo de derechos humanos B’Tselem,
“y no debe permitirse que los argumentos actuales sobre las necesidades
de seguridad y sobre la masificación de los servicios camuflen el
oneroso racismo que supone el requerimiento de eliminar a los palestinos
del resto de autobuses”. (...)
El mismo tribunal se pronunció en 2011 sobre la segregación por
género autoimpuesta por los judíos ultraortodoxos en los denominados
autobuses mehadrim. Ellos mismos, sin mediación gubernamental,
se dividían: hombres al frente, mujeres al fondo. Los jueces se
preguntaron entonces si le correspondería a los empleados de la empresa
asegurarse de que no había segregación en los vehículos.
“Un operador de
transporte público, como cualquier otra persona, no tiene el derecho de
ordenarle, pedirle o decirle a una mujer donde se puede sentar sólo por
el hecho de que sean mujeres”, falló en la sentencia el juez Elyakim
Rubinstein.
Aún así, el magistrado se preguntó: “¿Han regresado los días de Rosa
Parks, la afroamericana que hizo derrumbarse la segregación racista en
un autobús de Alabama en 1955?”. (El País, 04/03/2013)
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