"(...) Sobre todo si se comprueba el inmenso listado de las víctimas del
franquismo en la comarca una vez concluida la guerra y que ha sido
compuesto por Francisco Moreno: páginas y más páginas –casi 300– en las
que se narra paso a paso la trayectoria de todas aquellas personas
camino de la cárcel y en ocasiones la muerte. (...).
En total, sufrieron en su piel esta implacable
represión 1.905 seres humanos, 84 mujeres y 1.821 hombres: condenados en
consejos de guerra, depurados en sus trabajos, encarcelados, exiliados o
sometidos a pena de muerte y fusilados. Moreno insistió en que todas
las acusaciones de esas fichas biográficas han de tomarse con suma
cautela, ya que proceden del franquismo y de su Causa General. (...)
La profesora Teresa Ballester es la autora de los capítulos dedicados
a los represaliados durante el conflicto bélico en la Marina Alta, que a
lo largo de toda la guerra fue controlado por el bando republicano. En
total, hubo 106 muertos. «A mí no me gusta hablar de números, pero es
evidente que esta cifra contrasta con las casi 2.000 víctimas del
franquismo».
Ballester, que lleva desde la década de los noventa
trabajando en el tema, explicó que hay que diferenciar dos tipos de
represión republicana. Primero, la incontrolada, con el sistema de los
paseos del coche denominado La Pepa y el objetivo de asesinatos
colectivos. Como norma, los arrestados eran conducidos fuera de su
municipio y los cadáveres aparecían en carreteras o caminos.
Así,
muchas víctimas que eran cargadas en Dénia aparecían en Xàbia, Gata o
Pedreguer. En ocasiones, los cuerpos recuperados eran trasladados a los
cementerios de sus poblaciones de origen, si bien los monolitos que se
hicieron para recordarlos no se alzaron hasta acabada la guerra. Alguno
que se proyectó, como el de los caídos en Xàbia, no llegó a construirse
nunca.
Entre esas matanzas en grupo, destaca la de la Nit de
l’Avenc en la que 15 personas procedentes de Dénia fueron arrojada a una
sima de la Plana de Xàbia el 2 de noviembre de 1936. Aquel mismo año,
el 17 de septiembre los cadáveres de 8 vecinos de Pego aparecieron en
Gandia; y el 4 de octubre, los cuerpos de otras 6 personas de Ondara
fueron descubiertos en Benissa.
Para tener una idea de la dimensión de esta violencia, en la
provincia de Alicante fueron ejecutadas 840 personas y la Marina Alta
aparece como la tercera comarca con más número de víctimas, esas 106.
Ballester
describe un segundo tipo de sistema punitivo, el de la vía legal, en
que religiosos o personas de organizaciones derechistas –en especial de
la Derecha Regional Agraria– fueron trasladados al tribunal popular de
Alicante «y juzgadas con garantías legales tal y como se observa en la
prensa de la época, que publicaba detalles de esos juicios», celebrados
en su mayoría en la primera parte de 1937.
La historiadora asegura
que este método ya reglado permitió a muchos de los detenidos librarse
del «terror revolucionario» y salvar la vida, toda vez que no se emitió
ni una sola sentencia a muerte aunque sí se produjeron algunos otros
episodios sangrientos: cuatro vecinos de Pego que debían ser juzgados en
Alicante fueron asesinados en El Campello." (La Marina Plaza)
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