"El rápido desarrollo que ha experimentado China en las tres últimas
décadas ha provocado una marea de desalojos forzosos de ciudadanos de
sus casas y tierras por todo el país, en muchos casos de forma ilegal.
Esta práctica —que a menudo va unida a abusos de poder y corrupción— ha
experimentado en los últimos años un fuerte incremento y es una de las
principales causas de descontento entre la población y fuente de
protestas, según denuncia en un informe publicado este jueves la organización de derechos humanos Amnistía Internacional (AI), con sede en Londres.
AI afirma que los casos de expulsiones obligadas han aumentado de forma
significativa en China, debido a que los funcionarios locales se
confabulan con los promotores inmobiliarios para confiscar y luego
venderles las propiedades requisadas, con objeto de pagar las deudas
gubernamentales.(...)
De los 40 casos de desalojos forzosos que Amnistía analiza en
detalle, en nueve se produjo la muerte de personas que se resistieron.
En un caso, una mujer de 70 años fue enterrada viva por una excavadora
cuando intentaba evitar que los trabajadores derribaran su casa en la
ciudad de Wuhan (capital de la provincia de Hubei).
En otro caso, la
policía de la ciudad de Wenchang (provincia de Sichuan) se llevó a un
bebé y se negó a devolvérselo a su madre hasta que firmara la orden de
desalojo. Algunas de las personas que se negaron a aceptar las
expulsiones acabaron en la cárcel o en campos de trabajo, un sistema de
detención que aún es utilizado ampliamente en China.
El documento cita también a una mujer en Hexia (provincia de
Jiangxi), que, tras protestar ante las autoridades por su expulsión, fue
apaleada y sometida a una esterilización impuesta. Desesperados,
algunos afectados se han prendido fuego. Amnistía Internacional ha
documentado 41 casos entre enero de 2009 y enero de 2012.
“El problema de los desalojos forzosos supone la mayor fuente de
descontento popular en China y es una grave amenaza para la estabilidad
social y política”, señala el informe, que pide a las autoridades que
detengan de inmediato todas las expulsiones obligadas, garantice que
nadie se queda sin hogar y castigue y persiga a quienes emplean la
violencia en los procesos de expropiación. (...)
Amnistía afirma que uno de los problemas es que el Partido Comunista
Chino continúa animando a los funcionarios locales a que hagan crecer
sus economías como sea, y el desarrollo del suelo para carreteras,
fábricas, centros comerciales y proyectos inmobiliarios es una vía
rápida para lograr resultados." (El País, 11/10/2012)
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