"El último ejemplo de ello es la
entrevista de Moisés Naím a Uribe, en El País del 31.03.12, en el que el
columnista del diario de mayor difusión del país, el Sr. Moisés Naím,
que se presenta como el gran defensor de los Derechos Humanos en América
Latina, ensalza la figura del expresidente Uribe sin, en ningún momento
de la entrevista, preguntarle sobre la bien documentada brutal
represión que su gobierno realizó en contra de los sindicatos.
Según los
datos de la Federación Internacional de Sindicatos, más de 3.000
sindicalistas han sido asesinados en Colombia desde 1986 sin que Moisés
Naím cite ni uno de ellos.
Según la organización internacional Human
Rights Watch, gran número de tales asesinatos han sido cometidos por los
infames grupos paramilitares (algunos de ellos, fundados por la familia
Uribe), que tuvieron y continúan teniendo lazos con las fuerzas armadas
y el aparato de seguridad del Estado colombiano, tanto durante el
gobierno Uribe como con el actual gobierno Santos, lo cual muestra una
enorme tolerancia hacia el comportamiento criminal y asesino de tales
grupos. Hasta hoy, la mayoría de tales asesinatos han permanecido
impunes.
Un grupo que ha sido
sujeto de una represión especial, ha sido el sindicato de maestros.
Sindicalistas del sector magisterio, que defienden a los maestros, han
sido especialmente reprimidos.
De los 3.000 asesinados, casi 1.000 han
sido maestros. En 2010, 51 sindicalistas fueron asesinados. De ellos, 29
eran maestros. En 2011, 26 sindicalistas fueron asesinados, 14 eran
maestros.
Esta selectividad hacia este grupo profesional se debe a que
la horrible estructura de poder (una de las más desiguales en América
Latina) y el establishment colombiano que domina el Estado colombiano no
quiere que los maestros enseñen y muestren que es posible otra sociedad
a la existente hoy en Colombia.
Y aquellos que, a pesar de la enorme
represión, muestran la realidad de explotación que existe en aquel país,
pagan con su vida su compromiso e integridad profesional. Lo mismo
ocurrió en España durante la dictadura, ya que el establishment no
deseaba una educación laica y progresista que transmitiera valores
democráticos a la juventud.
El nivel de represión
ha conllevado que miembros del Congreso de EEUU hayan pedido al
presidente Obama que paralice el tratado bilateral aprobado por el
gobierno federal de EEUU y el gobierno colombiano de Santos hasta que
tales asesinatos desaparezcan del escenario colombiano, petición que,
lamentablemente, el presidente Obama ha ignorado.
El asesinato de
sindicalistas en Colombia (el país con el mayor número de tales
asesinatos en el mundo) es una situación escandalosa.
Pero lo que es
también escandaloso es el silencio y la ocultación de aquella realidad
por parte de los medios de información españoles de mayor difusión (como
aparece claramente en la entrevista de Moisés Naím a Uribe), medios que
justifican la avalancha de insultos al presidente Chávez como indicador
de su supuesto inexistente compromiso con la defensa de los Derechos
Humanos en América Latina.
Su doble moral es la mejor prueba de que su
preocupación no son tales Derechos Humanos, sino la promoción de sus
intereses económicos, políticos y mediáticos. Así de claro." (Artículo publicado por Vicenç Navarro, 3 de abril de 2012, en www.vnavarro.org, 03/04/2012)
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