Se refería a un acontecimiento real, porque el libro era una diatriba contra las dictaduras militares. Y el ejército de esa época mató a un asistente mío. Tuvo una herida muy grave y le tuvieron que amputar la pierna.
El libro habla sobre todas las veces que pregunté por ese joven, hasta que un día llegó un telegrama que decía tan solo: “El hombre murió”. Y pensé que también a mí me pasaba algo parecido.
¿Se sintió morir?
Sí. Sentía que el país había muerto, que había capitulado ante la dictadura. Yo a veces he comparado la situación de Nigeria bajo la dictadura militar con la experiencia española con Franco. La gente capituló, empezó a poner excusas, empezó a racionalizar aquello contra lo que había luchado y fue entonces cuando el hombre murió dentro de todos nosotros."(ENTREVISTA: Wole Soyinka. El País Semanal, 29/08/2010, p. 34)
No hay comentarios:
Publicar un comentario