"Mientras responde a las preguntas, a Mohamedou Ould
Slahi (Mauritania, 1970) se le escapa alguna palabra en español. Lo
aprendió, dice, de algunos guardias puertorriqueños y mexicanos de
seguridad de Guantánamo (Cuba). Allí pasó 14 años de su vida recluido
"sin cargos ni juicio" en los que fue sometido, denuncia, a todo tipo de
malos tratos y tortura por parte de las autoridades de EEUU.
Este 11 de enero se cumplen 16 años desde el traslado de los 20
primeros prisioneros a la cárcel estadounidense. Desde entonces, según
datos de Amnistía Internacional, 779 personas han pasado por Guantánamo.
En la actualidad, 41 hombres siguen recluidos, 31 de ellos sin haber
sido juzgados.
A Slahi lo detuvieron en Mauritania en noviembre de
2001, dos meses después de los atentados del 11-S. El Gobierno de EEUU
creía que Slahi, que había sido miembro de Al Qaeda durante la guerra de
Afganistán en los 80, continuaba formando parte de la organización.
Slahi lo niega y asegura que "cortó todos los lazos con
Al Qaeda" en 1992. Tras su detención, estuvo encarcelado durante meses
en Jordania y Afganistán antes de ser trasladado a la base militar
norteamericana, de donde fue finalmente liberado en octubre de 2016.
Se cumplen 16 años desde que los primeros prisioneros llegaron a Guantánamo. ¿Cómo describiría esta cárcel?
Estados Unidos es una democracia con más de 200 años pero, por alguna
razón, hubo voces dentro del país que tienen poder y dijeron que esto no
funciona, que no van aplicar las leyes y que van a retroceder a una
dictadura. Por esta razón se abre Guantánamo.
A mí me
secuestraron poco antes, en noviembre de 2001, y me llevaron a una
prisión secreta de Jordania. Se sabía que EEUU capturaba a personas y
las dejaba bajo custodia de otros regímenes, ha ocurrido en
Latinoamérica y Oriente Medio.
Pero quisieron ir más allá: hacer una
pequeña dictadura en su propio país donde pueden secuestrar y torturar a
personas. Eso es Guantánamo. La indiferencia total ante las leyes y los
estándares internacionales. Donde no hay ley, no tienes derechos, no
puedes hablar con un abogado... como con Franco en España.
Usted estuvo encerrado 14 años en Guantánamo y nunca fue acusado de ningún delito ni fue llevado a juicio.
Exacto. Y eso, en Guantánamo, es algo muy perverso. ¿Sabes por qué?
¿Por qué?
Porque si no has cometido ningún crimen, no puedes ir a
los tribunales. Y entonces no hay sentencia. Y entonces no hay un
periodo de tiempo, no sabes cuándo te irás a casa. La gente que es
acusada y condenada cumple su condena y sale. Pero la gente que no ha
hecho nada se queda varada. Por eso hay quien dice que para salir de
Guantánamo, debes haber cometido un crimen.
Según ha denunciado, fue sometido a todo tipo de torturas,
especialmente durante el régimen de interrogatorio aprobado por el
secretario de Defensa, Donald Rumsfeld.
Empezó lentamente. Me llevaron a dos prisiones secretas en Jordania y en
Bagram (Afganistán). Cuando llegué a Guantánamo, estaba feliz. "No
habrá más torturas", me decía, porque esto es EEUU y había visto
películas del tipo Ley y Orden y, ya sabes,
"América era un Estado de Derecho".
Pensaba que me iban a llevar ante un
juez a decirle que no había hecho nada, que no podían probar lo
contrario. Lo creía desde lo más profundo de mi corazón.
Pero lejos de eso, no tenía abogado y los interrogadores trajeron a su
equipo de tortura, liderado por un detective de la policía de Chicago,
Richard Zuley. Me dijo que iban a traer a mi madre a Guantánamo,
insinuando que iban a violarla. Me asusté mucho. Durante 70 días no pude
dormir, no me dieron apenas de comer. Nada.
Interrogatorio durante las
24 horas, siete días a la semana. Me expusieron a música heavy metal a
todo volumen. Te traían a mujeres y te forzaban a que tuvieras sexo con
ellas. Me sentí muy dolido.
Como consecuencia, dice, se acabó autoinculpando. ¿Por qué?
Estaba destrozado. Después de dos años de constantes torturas dije
"basta, ya está, os diré lo que queráis". Entonces confesé. Les dije que
era culpable y me obligaron a escribirlo y firmarlo. Me hablaron de
pena de muerte.
¿Te imaginas lo que es saber que no has hecho nada y que
te estén diciendo que te van a matar? Era surrealista y yo era como un
ladrillo, sentado ahí, sin moverme.
Estuvo un año sin ver la luz del sol. Como consecuencia de los malos tratos, según ha relatado, desarrolló problemas mentales.
Sí, casi me vuelvo loco. Oía voces en mi cabeza de mi familia que me
hablaba, incluso música. Trajeron a un doctor que me puso una medicación
muy peligrosa porque era narcótica. Un día estaba muy feliz y al día
siguiente completamente apagado.
También escribió un diario que después se publicó, Diario de Guantánamo. ¿Fue una vía de escape?
Siempre he querido ser escritor, desde que era un niño. Pero se me
daban mejor las matemáticas, son más sencillas (risas). En Guantánamo
escribía mucho, solía robar bolígrafos porque no nos dejaban tenerlos.
Cuando me permitieron ver a una abogada, después de cuatro años, le
escribí cartas durante tres meses, pero el Gobierno se negó: no podía
existir una versión escrita de lo que ocurría.
Finalmente, fue liberado el 17 de
octubre de 2016, después de que las autoridades concluyeran que "no
representaba ninguna amenaza significativa para EEUU". ¿Cómo
recuerda aquel día?
Siento decir esto, pero
mi pensamiento fue: "¡Que les jodan!". Estaba muy enfadado porque nunca
he sido una amenaza para nadie. Nunca he hecho daño a nadie, nunca he
matado a nadie. No importa si eres musulmán, árabe, latino, negro o
blanco. Si el Gobierno de EEUU dice que eres mala persona, eres una mala
persona. Y no puedes hacer nada.
Tras ser liberado, regresó a Mauritania. ¿Cómo es su vida ahora?
Es mucho mejor que en la cárcel (risas). Pero no puedo salir del país,
no me han devuelto los papeles. Diría que soy escritor, pero es una
forma elegante de decir que no tengo trabajo.
¿Es posible superar una experiencia como la suya?
No. Es parte de ti. Mucha gente me dice que soy fácilmente irritable.
Al principio tuve problemas al tratar con mi familia. Siempre que estoy
en una habitación cerrada, revivo la experiencia en la cárcel. Un buen
cierre sería poder ir a EEUU y decir al Gobierno que se equivocó y pedir
justicia. Pero no es posible.
Obama prometió que cerraría Guantánamo, pero no lo cumplió. Trump ha
llegado a defender que la tortura "es efectiva" y dijo que ampliaría la
cárcel para llenarla, en sus palabras, de "tipos malos". ¿Qué opina?
Cuando Obama llegó al Gobierno yo estaba muy contento,
todos lo estábamos, pero un agente de inteligencia me dijo: "No, no lo
van cerrar". Y Trump... es un loco. He leído Fire and Fury y
es aterrador, es como si dentro de la Casa Blanca estuviera la Cosa
Nostra. No es bueno para la población estadounidense que la prisión siga
abierta, porque no sirve, porque la gente malgasta su vida allí. Si han
hecho algo mal, los llevas a los juzgados y pruebas que son culpables.
Me han robado 15 años de mi vida, pero no me han derrotado. No les
guardo rencor. Les perdono a todos, lo juro. Soy un hombre feliz. Solo
me gustaría decirle a todos los gobiernos que presionen al presidente de
EEUU para que cierre Guantánamo. Porque va contra la ley y porque no
respeta la dignidad humana." (ENTREVISTA | Mohamedou Slahi, Iciar Gutierrez, eldiario.es, 10/01/18)
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