"(...) Enrique Aguilar consiguió que Billy el Niño
fuera condenado por la Justicia por una falta de lesiones. Pero lo que
se produjo en el céntrico edificio de Madrid no eran simples lesiones ni
malos tratos.
"El primer interrogatorio duró 13 horas (...) Me dieron
golpes y golpes en los glúteos... me arrancaron la piel a tiras",
denuncia este hombre, que asegura que tras llegar a la prisión de
Carabanchel tuvo que estar 82 días ingresado en la enfermería.
"Había muchos más elementos que los torturadores en el sistema
represivo. Una noche entera me la dedicaron a analizar fichas de
matrículas de la Facultad de Ciencias de la Información porque tenían
alguna información de que había un estudiante que era miembro del FRAP.
Aquellas fichas las tuvo que mandar el rector, el decano, el vicedecano o
quien fuera. Pero alguien estaba colaborando. También la médico.
Yo,
por entonces, ya era médico y profesor titular de la Universidad y la
doctora que tenía que atenderme se negó porque decía que yo era un terrorista
y que conmigo no trataba", denuncia Aguilar, que concluye su relato
asegurando que sigue "tiendo la misma fe en el socialismo que hace
cuarenta años". (Público, 10/04/2014)
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