"El purpurado escocés Keith O'Brian no es el único cardenal imputado,
demandado o denunciado por sus encubrimientos de abusos sexuales o sus
conductas pederastas. Sólo en el año 2007, la Iglesia católica
estadounidense tuvo que indemnizar con 660 millones de dólares, tras
alcanzar un acuerdo extrajudicial, a más de 500 víctimas de los abusos del clero norteamericano.
El
caso más actual es el del cardenal y exarzobispo de Los Ángeles, Roger
Mahony, bajo cuyo mandato se produjeron cientos de casos de abusos de
niños por parte de sacerdotes de su diócesis.
Mahony está dispuesto a
asistir al Cónclave de donde saldrá elegido el sucesor de Benedicto XVI
pese a que el colectivo estadounidense de feligreses Catholics United ha
hecho público un manifiesto oponiéndose a que el purpurado participe en
la elección del nuevo papa en Roma; al igual que han hecho los
familiares y representantes legales de las víctimas de abusos sexuales
de los curas pederastas de su diócesis.
Mahony se negó a denunciar a las autoridades dichos crímenes, cometidos por algunos de sus sacerdotes a lo largo de muchos años. (...)
De España, la noticia más sonada al respecto la ofreció el obispo de Tenerife, monseñor Bernardo Álvarez, que en una entrevista en 2007
declaraba sin pudor alguno que "puede haber menores que consientan
[los abusos homosexuales por parte de personas adultas] y de hecho los
hay... Hay adolescentes de 13 años, que son menores pero están perfectamente de acuerdo y, además, deseándolo. Incluso, si te descuidas, te provocan". (Público, 25/02/2013)
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