11/3/11

"Cada interna -ha aseverado- tenía que dormir siempre con un palmo de agua en el suelo, lo cual implicaba que pasados unos días no podía descansar"

"La periodista e investigadora María González Gorosarri, en declaraciones a los periodistas, se ha referido a la situación que vivieron unas 1.700 mujeres en la cárcel de Saturrarán (Guipúzcoa), algunas de ellas presas en celdas que estaba a nivel del mar.

"Cada interna -ha aseverado- tenía que dormir siempre con un palmo de agua en el suelo, lo cual implicaba que pasados unos días no podía descansar".

González ha revelado que, a pesar de que en la mayor parte de las actas de defunción de las mujeres que fallecieron en este penal constaban enfermedades, lo cierto es que "muchos de los casos podrían implicar fusilamiento por haber intentado escapar, lo cual era absolutamente improbable, o de hambre".

No obstante, ha sostenido que a Saturrarán se envió a las presas "más comprometidas con el régimen republicano, a pesar de éste había sido legal". (...)

La profesora del Instituto de Secundaria Velázquez, de Sevilla, Pura Sánchez Sánchez, se ha referido al "gesto de rapar" a las mujeres durante la postguerra española con el que los vencedores trataban de mostrar, según ha explicado, que "eran capaces de humillar a los hombres vencidos a través de sus esposas".

De lo que se trataba, según ha añadido, era de "lanzar un mensaje hacia el resto de las mujeres avisándoles de lo que les podría pasar a aquellas que hubieran transgredido su papel tradicional".

A su juicio, el rapado es "un gesto simbólico" porque, entre otras razones se consideraba a la mujer "botín de guerra" y este acto significaba "desproveer a la mujer de uno de sus rasgos de feminidad".

La docente ha explicado que, aunque no está contabilizado el número de mujeres que sufrieron este tipo de humillación, al menos en Andalucía ya se han presentado un total de 120 casos de mujeres que aún viven." (ARMHEX: LA REPRESIÓN FRANQUISTA SOBRE LAS MUJERES, 09/03/2011)

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