27/5/08

Negros pobres y contra negros pobres e inmigrantes

“A la caza del 'shangaan'. La jauría se ha desatado en Sudáfrica. 43.000 inmigrantes son objetivo del terror.

"¿Ves a ese hombre ahí? Es un shangaan, es de Mozambique; mira el miedo que lleva en el cuerpo". Lo dice Sidney, un surafricano sentado en la puerta de su chabola en el gueto de Ramaphosa, a 20 kilómetros de Johanesburgo. Señala a un hombre de unos 70 años, encorvado, vencido. (…)

A Sidney lo despertaron hace ocho días, en la noche del pasado sábado, para ir a cazar shangaans, mozambiqueños. "No quise ir, son nuestros hermanos al fin y al cabo", afirma. Pero explica cómo los cazan. Un grupo de hombres armados irrumpe en una chabola y pregunta a los residentes cómo se dicen en zulú palabras muy precisas, como codo o meñique. No saber la respuesta significa que uno es un amakwerekwere, que farfulla, que habla diferente. Esto supone el apaleamiento, la muerte o la búsqueda desesperada de protección en las comisarías de policía. (…)

La tonalidad de la piel todavía importa en Suráfrica, donde se cree que el resto de africanos son más oscuros de piel. (…)

El conductor del autobús que llevará a Patrick a Zimbabue trata de animarlo: "Tiene miedo, ¿no lo ves?, ¿no ves lo encogido que anda? ¡Tiene tanto miedo que le da lo mismo que Mugabe le torture a su vuelta!". Patrick sonríe, le da vergüenza tener miedo. (…)

"Allí no hay trabajo y nos pegan. Aquí nos pegan, pero hay trabajo", afirma Praise Chikwinya en el sótano de la iglesia metodista del centro de Johanesburgo, convertida en refugio para miles de zimbabuenses en los últimos años. (…)

"Se quejan de que les quitamos los puestos de trabajo, pero nosotros no tenemos trabajo, montamos nuestros negocios, desde talleres de coches hasta puestos de fruta y caramelos en la calle. Nos han atacado por envidia, porque nos ganamos la vida", asegura Jean, de 41 años. Es el propietario de un taller mecánico. "Tendré que rehacerlo de cero, no puedo volver al que tengo, saben dónde estoy". Si los surafricanos culpan a los inmigrantes de entrar ilegalmente, de robarles los puestos de trabajo y las mujeres y de ser criminales, los inmigrantes tampoco se quedan cortos en generalizar: "Son vagos, no quieren trabajar, no quieren estudiar, sólo saben quejarse y meterse en peleas", opina Jean de los surafricanos. (…)

el surafricano Sidney no ve qué ha resuelto la inflamación de los guetos. "No creo que se pueda decir que somos racistas o xenófobos", explica. "Creo que lo sucedido tenía más relación con el crimen, que es muy elevado en la zona. Pero tampoco creo que esto vaya a solucionar el crimen ni nuestros problemas de vivienda o de trabajo. No sé qué habrá solucionado esto". (El País, ed. Galicia, Internacional, 25/05/2008, p. 2)

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