24/9/25

Omer Bartov, el mayor experto judío en Holocausto: “Los israelíes están hoy más preocupados por perder Eurovisión que por el genocidio en Gaza”

 "«Crecí en un hogar sionista. Serví en el ejército israelí. Creo, y sigo creyendo, en el derecho de Israel a existir. Pero la forma en que se ha convertido Israel; el sionismo que ahora dice tener; el régimen que ha creado; el racismo; la intolerancia; la violencia; el odio… son cosas que no puedo apoyar». Omer Bartov habla sin medias tintas, reconociendo incluso el «proceso absolutamente desgarrador» que le ha llevado a él, uno de los mayores expertos en Holocausto del mundo, a sostener sin género de dudas que Israel está cometiendo un genocidio en la Franja de Gaza.

«Es doloroso y horrible solo ver cómo está sucediendo esto, y no importa de dónde seas. Me resulta difícil seguir viendo estas imágenes. Pero como israelí, es difícil en más niveles de los que puedo expresar con palabras», admite Bartov en una extensa entrevista con El Independiente la semana en la que en España el debate a vueltas con el término «genocidio» ha centrado la escena política y la Comisión de Investigación de la ONU lo ha establecido como verdad. Bartov (Ein HaHoresh, Israel, 1954) estudió en la Universidad de Tel Aviv y es doctor por el St. Antony’s College de Oxford. Actualmente ejerce de profesor en la estadounidense Universidad Brown, donde ocupa el cargo de decano de los estudios de Holocausto y genocidio.

Pregunta.- Esta semana se han producido dos acontecimientos: la Comisión de Investigación de la ONU ha señalado que Israel está cometiendo genocidio en Gaza y, al mismo tiempo, Israel ha iniciado la invasión terrestre para ocupar Ciudad de Gaza…
Respuesta.- El documento de la Comisión de Investigación de la ONU es muy importante y debería tener repercusión, tanto en el Secretario General como, potencialmente en el futuro, en el Tribunal Internacional de Justicia y la Corte Penal Internacional, porque es la primera vez que la Comisión de la ONU hace una declaración de este tipo. Han trabajado en ella durante dos años. Por lo tanto, tiene carácter internacional. También es interesante que incluya el cuarto de los cinco tipos diferentes de acciones que podrían considerarse genocidas. En la Convención sobre el Genocidio de 1948, se incluyó la sección 4, que se refiere a la prevención de los nacimientos de un grupo étnico, lo cual es un hallazgo muy importante, en mi opinión [documenta el ataque y destrucción  de una clínica de fertilidad y de los 4.000 embriones y 1.000 muestras de esperma y huevos sin fertilizar que almacenaba]. Sin embargo, resulta obvio que no tiene ningún efecto inmediato, ya que Israel ha emprendido esta operación. No la detiene Estados Unidos, que podría impedirla en cualquier momento, ni la detienen los aliados europeos de Israel, que expresan su preocupación y demás, pero en realidad no hacen nada. Por lo tanto, en el futuro inmediato, no va a tener ningún efecto. Puede que tenga algún impacto intimidatorio sobre algunas personas en Israel, posiblemente miembros del ejército, y hemos visto indicios de ello. En primer lugar, el jefe del Estado Mayor está claramente descontento con esta operación y ha declarado públicamente que no cree que deba llevarse a cabo. Lo está haciendo bajo coacción.

En segundo lugar, su asesor jurídico principal, que es general, ha dicho que esta operación no puede llevarse a cabo porque no se han tomado las medidas suficientes para las personas que están siendo evacuadas de Gaza en cuanto al lugar al que irán. Dice que se trata de una operación que viola el derecho internacional. Ahora bien, podría haber hablado de la idea de infringir el derecho internacional desde hace dos años, y no lo ha hecho. Pero el hecho de que lo haga ahora es un indicativo de que en algunos círculos de Israel existe la preocupación de que eventualmente tengan que enfrentarse a la justicia y, por lo tanto, están tratando de cubrirse las espaldas emitiendo este tipo de declaraciones, ya sea el jefe del Estado Mayor o su asesor jurídico. Pero, en el futuro inmediato, esto no tiene ningún efecto, y el horror en Gaza continúa.

P.- La respuesta del Gobierno israelí fue la habitual: declarar “falso” el informe y acusar a sus autores de antisemitismo…
R.- Es básicamente basura. Siempre dicen lo mismo. No responden al contenido de ninguna de estas investigaciones. Y el informe de la Comisión de la ONU, aunque se basa en sus propias investigaciones, es similar al informe publicado por B’Tselem o Médicos por los Derechos Humanos en Israel y muchos otros. Hay un consenso de la mayoría de los estudiosos del genocidio en el mundo y de la mayoría de los expertos en derecho internacional de que lo que Israel está haciendo es genocidio. Así que descartarlo simplemente diciendo que todo es antisemita significa, en primer lugar, que al Gobierno israelí no le importa nada de esto. Y en segundo lugar, yo diría que sabe que, por ahora, puede actuar con impunidad. Y no importa lo que digan todas estas organizaciones, lo único que importa, en realidad, es una decisión de Estados Unidos, ya sea directamente por parte de Estados Unidos, es decir, que simplemente diga que hay que parar. Obviamente, si no se detiene, entonces no se obtendrán armas ni una decisión de la ONU de no vetar las resoluciones del Consejo de Seguridad. Y una resolución del Consejo de Seguridad sin el veto estadounidense impondría sanciones y un embargo militar a Israel. Eso es lo único que le preocupa a este Gobierno.Y mientras eso no ocurra, seguirá diciendo que es antisemita sin entrar en detalles.

P.- ¿Se puede prever una respuesta en esta línea de EEUU?
R.- Estamos en una situación muy curiosa en la que detener el genocidio en Gaza depende del presidente Trump. Quiere presentarse como alguien que trae la paz al mundo, mientras que en realidad está avivando cada vez más la violencia y el odio en los propios Estados Unidos y es aliado de los elementos más derechistas y ultraderechistas de todo el mundo. Así que es irónico. Pero la realidad es que, sin una decisión de Estados Unidos, y en este caso, directamente del presidente Trump, porque ahora mismo no hay nadie más en la administración estadounidense que haga o diga nada que no se ajuste a lo que Trump quiere que suceda, no pasará nada. Y no sabemos qué hará Trump. Parece que estaba algo molesto, por decirlo suavemente, por el ataque israelí a Qatar por diversas razones. Entre ellas, su propio compromiso con Qatar. Pero aún así ha dado luz verde a Israel. Al menos en Israel hay informes que indican que, en parte, las Fuerzas de Defensa de Israel no quieren actuar rápidamente en Gaza. Están ralentizando las cosas intencionadamente. Netanyahu está presionando para que actúen con rapidez, pero las Fuerzas de Defensa de Israel no se están moviendo con rapidez. Hay muchas razones para ello.

Es probable que Trump se impaciente, simplemente porque esto no lleva a ninguna parte y le está costando mucho dinero y reputación. Lo único que no quiere hacer es apoyar a un perdedor. Las Fuerzas de Defensa de Israel no están ganando. Solo están destrozando y matando a mucha gente, pero no están ganando. No es probable que ganen porque esto no es algo que se pueda ganar. Solo se puede matar y destruir más y más, pero al final no hay victoria. Pero cuándo tomará esa decisión es una incógnita. Y no sé si él lo sabe. Esta es la situación en la que nos encontramos ahora mismo. Sea lo que sea lo que decida España, no va a suponer ninguna diferencia para Israel. Tiene un efecto. Sin duda tiene un efecto, porque España se encuentra en un cruce de caminos en el Mediterráneo y puede complicarle un poco las cosas a Israel, pero no es algo que vaya a tener un efecto inmediato. Lo mismo ocurre con el reconocimiento del Estado palestino. Es algo importante porque, en última instancia, necesitamos una solución política y no hay otra solución política, pero no tendrá ningún efecto inmediato.

P.- ¿Hacia dónde se dirige Israel?
R.- Si se permite que esto continúe así, se convertirá en un estado de apartheid total, no solo apartheid en Cisjordania y asedio de Gaza, sino apartheid completo. Lo que quede de Gaza se creará siguiendo un modelo similar al que tenemos en Cisjordania. Mientras tanto, las tácticas de Gaza se están importando a Cisjordania, por lo que esta se está volviendo cada vez más violenta. Cada vez hay más limpieza étnica y violencia, y se utilizan más tanques y aviones en Cisjordania. Esto tendrá un efecto creciente en la población palestina que es ciudadana israelí. Ya hay una intimidación creciente. Y, en última instancia, lo que está ocurriendo ahora mismo es una represión creciente de cualquier oposición entre los ciudadanos judíos de Israel. Así que se convertirá en un Estado de apartheid, un Estado autoritario. La probabilidad de que las próximas elecciones sean plenamente democráticas está disminuyendo, si es que llegan a celebrarse, porque Netanyahu puede encontrar la manera de posponerlas, pero también puede prohibir los llamados partidos no sionistas, es decir, los partidos árabes, que representan el 20 % del electorado. Como resultado de ello, Israel se convertirá, y de hecho ya se está convirtiendo, en un Estado paria. Se trata de un proceso lento, pero está ocurriendo ante nuestros ojos.

En este momento, los israelíes están más preocupados por participar en Eurovisión que por cualquier otra cosa, pero eso es solo un indicio de lo que vendrá en el futuro. Y, como tal, si nada cambia, no creo que eso sea sostenible para el Estado de Israel. Por lo tanto, Israel no puede vivir como un Estado de apartheid durante más de una o dos décadas. La otra alternativa es una presión masiva sobre Israel por parte de sus aliados, porque lo que tenemos que entender es que Israel está recibiendo impunidad de los mismos Estados que dicen ser defensores del derecho internacional y los derechos humanos. Eso es lo que hace que, en muchos sentidos, el genocidio en Gaza sea único. Desde 1945, ha habido muchos genocidios, pero no fueron llevados a cabo por aliados de Gran Bretaña, Alemania, Estados Unidos o Francia. En este caso, cuenta con su apoyo. Son cómplices. No solo no están haciendo nada, sino que lo están apoyando. Lo están facilitando. Pero creo que si Israel se convierte en lo que podría llegar a ser, se distanciarán de él. Y sin esos aliados, se convertirá en un Estado marginal con una vida muy corta. Si actúan, incluso en interés del propio Israel, pueden salvarlo de eso y, obviamente, también salvar a los palestinos de todo a lo que están siendo sometidos.

Pero no veo que esto vaya a suceder. Los líderes europeos me parecen en gran medida ineficaces, paralizados. Hacen algunas declaraciones, pero nunca les dan continuidad. Tienen miedo de sus propios ciudadanos. Y Estados Unidos, no hace falta que se lo diga, se encuentra ahora en medio de su propio golpe judicial. Lo extraordinario de todo esto es que tanto Israel como Estados Unidos están mirando al pequeño país de Hungría como modelo de lo que quieren ser. Y ese es un modelo muy malo para ellos y un precedente muy malo para una Europa en la que la extrema derecha está creciendo a pasos agigantados.

P.- Y, entretanto, la sociedad israelí parece vivir en una burbuja…
R.- Sí. Es evidente que la población israelí vive en una burbuja. Y ha elegido hacerlo. Esto no es la Rusia soviética. Los israelíes pueden acceder a otros medios de comunicación para saber lo que ocurre en Gaza y cómo Israel se está aislando cada vez más en el mundo, pero eligen no hacerlo. Ven su propia televisión, que es totalmente cómplice del Gobierno, no porque se vea obligada a ello, sino porque así lo elige. Así que hay una enorme autocensura. Y la única forma de romper esta burbuja es mediante una terapia de choque importante para Israel. El 7 de octubre no fue esa terapia de choque. El 7 de octubre solo liberó las peores fuerzas de Israel. Permitió que el Gobierno más ultraderechista de la historia de Israel aprovechara la oportunidad para llevar a cabo lo que siempre había querido hacer, que es la limpieza étnica de los palestinos, para quedarse con la tierra de otras personas. Lo que Israel necesita es una terapia de choque que perjudique a los israelíes hasta tal punto que ya no puedan vivir en esa burbuja. Eso aún no ha sucedido. Yo diría que los elementos de extrema derecha en Israel probablemente cuentan con el apoyo de alrededor del 30 % de la población.

La mayoría de la población no está de acuerdo con ellos. La mayoría de la población querría destituir a este Gobierno porque lo considera corrupto, tanto moral como financieramente, y porque está llevando a cabo una guerra que la mayoría de los israelíes saben ahora que no es una guerra, sino solo un ejercicio político en el que, entre otras cosas, también están muriendo soldados israelíes. Pero eso no significa que la mayoría de los israelíes sepan lo que quieren. Saben que quieren que la guerra termine. No les importaría que, una vez terminada la guerra y regresados los pocos rehenes vivos, se les dijera que Gaza ha sido étnicamente limpiada. Así que no hay ninguna oposición que ofrezca una visión diferente. La mayoría de los israelíes son indiferentes al destino de los palestinos, están llenos de un sentimiento de venganza y sed de sangre, y no se les ofrece ninguna otra visión de futuro. Y eso también se aplica a los palestinos, por supuesto. No hay ningún líder con visión entre los israelíes, y Israel es el actor poderoso aquí, pero tampoco entre los palestinos. Y la única manera de permitir que estos elementos que existen pero que no pueden salir a la superficie emerjan es a través de una gran presión en Israel, una gran presión económica, una presión militar.

Una cosa extraña de lo que está sucediendo es que, a diferencia de la guerra en Ucrania, que en realidad no es fácil de detener porque Rusia no depende de Occidente, lo que está haciendo Israel se puede detener en una semana. Y ya se podría haber detenido en noviembre de 2023. Así que lo que falta es la voluntad de detenerlo. Y si no se para, se está condenando a los palestinos, pero también se está condenando a Israel a un lugar de marginalidad, criminalidad, aislamiento y eventual implosión por el simple hecho de no actuar. Y, por supuesto, aparte de todo esto, también se está destruyendo el imperio del derecho internacional. Se está destruyendo de forma diferente al hecho de que Sudán esté inmerso en una hambruna y un genocidio, o que China tenga sus propias políticas brutales contra los uigures, porque esos países, una vez más, no forman parte de la llamada coalición de países que apoyan el derecho internacional. Por lo tanto, esto está destrozando todo el imperio del derecho internacional, con consecuencias impredecibles para el futuro.

P.- ¿En qué debería consistir esa terapia de choque?
R.- España es un buen ejemplo, porque tomó la decisión de no mirar al pasado, lo que puede tener todo tipo de consecuencias. Personalmente, no estoy seguro de que sea lo correcto, viendo lo que ocurre en otros países. Para muchas naciones, la única forma de empezar a aceptar los errores del pasado es cambiar la propia sociedad. La UE es el socio comercial más importante de Israel. Si la prosperidad israelí, que era bastante exitosa en los años anteriores a 2023, comienza a erosionarse, si los israelíes sienten que no pueden ir a ningún lado, que no tienen dinero, que no pueden permitirse una vivienda, que no pueden permitirse la comida, entonces responderán. Si eso provoca un cambio de gobierno, ese gobierno tendría que, si la presión continúa, enfrentarse a las verdaderas raíces de lo que está sucediendo. La raíz es una sola: la ocupación. Esa es la raíz de todo lo que está sucediendo hoy en Israel, y siempre ha sido la raíz desde 1967 y, de hecho, desde 1948.

Si se inicia un proceso para reconocer que esa es la raíz del problema, tarde o temprano habrá que mirar atrás y reconocer los errores del pasado. Y eso es lo que Oslo no hizo. Oslo se negó a hacerlo. Y eso fue parte del problema con Oslo. Eso no significa que se pueda revertir el mal. No se puede revertir la Nakba, pero se puede abordar. Obviamente, no se puede devolver la vida a las decenas de miles de personas que han muerto en Gaza, pero se puede abordar la situación en Gaza. Israel podría haberlo hecho ya en octubre de 2023. Podría haber dicho a la población palestina: «Hamás es malo para vosotros y malo para nosotros. Queremos destruir Hamás y queremos ayudaros a construir una sociedad diferente». Pero no lo hizo porque no quiere hacerlo, no este Gobierno. Una vez que se pone en marcha un proceso de lo que se podría llamar verdad y reconciliación, que se basa en una visión de futuro, parte de ese proceso consiste en afrontar el pasado.

Eso es lo que ocurrió en Alemania. Eso es lo que acabó ocurriendo en Francia. Eso es lo que acabó ocurriendo en Polonia. Lleva mucho tiempo, pero tiene que producirse un proceso político diferente, y ese proceso aún no ha comenzado. De hecho, no hay ningún indicio de ello, ni siquiera se imagina. Hay algunos grupos pequeños que están hablando de ello, como una tierra para todos, que creo que es el mejor plan que hay en el mercado en este momento. Pero por ahora, sin un cambio en las condiciones materiales en las que vive la gente, no va a despegar. Hay que trabajar en ello porque, una vez que eso ocurra, una vez que la gente diga: «Vale, no podemos aguantar más. Necesitamos algo más. Esto no funciona. Nuestros hijos no tendrán futuro». Unas 100.000 personas se han ido de Israel, y muchas de ellas son personas del sector de la alta tecnología, profesionales, médicos, abogados, ingenieros, personas, y no necesariamente por razones políticas, sino porque no quieren esa sociedad. También se está volviendo cada vez más religiosa, cada vez más intolerante. No quieren que sus hijos crezcan en ella. Cuando más gente lo entienda, las cosas cambiarán. Pero mientras no lo hagan, es fácil intimidarlos, decirles que hay otro Holocausto a la vuelta de la esquina. Y que todos los miembros de Hamás son nazis. Los palestinos, todos ellos, ninguno está al margen. Y utilizar este genocidio, la retórica, para continuar con la violencia e intentar implementar lo que quieren hacer estas personas de extrema derecha: quedarse con la tierra en la que viven otras personas.

P.- Establece que se podría hablar de genocidio en Gaza desde mayo de 2024. ¿Cuáles son los elementos que le hacen defender esa etiqueta?
R.- El principal detonante para mí fue cuando las Fuerzas de Defensa de Israel entraron en Rafah, donde se encontraba entonces la mitad de la población de Gaza, la mayoría de ellos desplazados de otros lugares, de otras ciudades y pueblos, que fueron destruidos tan pronto como los abandonaron. Cuando las FDI quisieron entrar a Rafah, trasladaron a un millón de personas a Al Mawasi sin ninguna infraestructura humanitaria. Y luego destruyeron Rafah. En agosto, estaba destruida. Así que, en ese momento, llegué a la conclusión de que lo que las FDI intentaron hacer no era cumplir los objetivos oficiales de la guerra, que eran destruir Hamás y liberar a los rehenes, lo que a primera vista parecía razonable, sino más bien llevar a cabo las declaraciones que habían hecho Netanyahu, Gallant y otros, lo que básicamente consistía en hacer que la Franja de Gaza fuera totalmente inhabitable para su población. Es decir, llevar a cabo una limpieza étnica. Y como la gente no tiene adónde ir, no puede abandonar el lugar, ya que cualquier rincón de la Franja de Gaza al que vayan es atacado, el resultado de eso es genocida.

A veces se retrasaba debido a los altos el fuego que se imponían a Israel, pero se trataba de un intento constante de empujar a la población hacia la esquina suroeste de la Franja de Gaza. Así que un lugar que era uno de los más densamente poblados del mundo, ahora la población se ve reducida al 20 % de eso. Y eso es lo que está ocurriendo ahora con Ciudad de Gaza. Para mí, en mayo de 2024 estaba claro que se trataba de un genocidio o una limpieza étnica, si se quiere. Era un genocidio como resultado de la campaña israelí para expulsar a la población de Gaza. Por lo tanto, está debilitando a la población, matando a un gran número de personas e intentando destruir, de forma sistemática, no solo sus viviendas, sino todo lo que haría posible que ese grupo se reconstituyera si alguna vez tuviera la oportunidad de hacerlo. Es decir, escuelas, universidades, mezquitas, archivos, museos, todo. Y eso es sistemático. Desde entonces, se ha alcanzado un consenso entre los estudiosos del genocidio, los expertos en derecho internacional y las ONG, en el sentido de que se trata efectivamente de una operación de genocidio. Y en ese sentido, el informe de la Comisión de las Naciones Unidas es concluyente.

P.- Y, a pesar de ello, la mayoría de los políticos y gobernantes occidentales se niegan a acuñar el término “genocidio” a pesar de que está siendo retransmitido al minuto…
R.- Todos los países que son signatarios de la Convención sobre el Genocidio, incluidos Israel y Estados Unidos, que es una convención sobre la prevención y el castigo del delito de genocidio. Lo que significa que, a diferencia de lo que dijo, no tenemos que esperar a que los historiadores juzguen o incluso a que el Tribunal Internacional de Justicia juzgue. Si eres signatario de la Convención sobre el Genocidio como jefe de Estado, tienes que actuar para prevenirlo cuando crees que va a ocurrir, para detenerlo cuando está ocurriendo y para castigar a quienes lo han llevado a cabo. Así que, si reconoces que lo que está haciendo Israel es genocidio, tienes que actuar, tienes que hacer algo. Lo que estamos viendo ahora es en parte similar a lo que vimos en 1994 con el genocidio de Ruanda, cuando Estados Unidos se negó a reconocerlo como genocidio, aunque era claramente un genocidio. Todo el mundo sabía que era pero pensaba que, si lo decía, se vería obligado a actuar, y no quería actuar.

En parte, tiene también que ver con algo muy diferente. Tiene que ver con el legado histórico y con el extraordinario escándalo de que el país que se creó a raíz del Holocausto, y que se creó el mismo año en que la ONU adoptó la Convención sobre el Genocidio, ahora esté involucrado en un genocidio, lo cual parece imposible de aceptar. Y para los países que, con el tiempo, asumieron gradualmente la responsabilidad de lo que les sucedió a los judíos en el Holocausto, hablar ahora del Estado de los judíos llevando a cabo un genocidio parece, en mi opinión, un paso muy difícil de dar para muchos políticos, a pesar del gran cambio en la opinión pública. Y lo último que diré es que creo que en muchos países europeos y en Estados Unidos, hay mucha xenofobia e islamofobia. Por eso, cuando el canciller Merz dice que Israel está haciendo el trabajo sucio por nosotros, es decir, que los judíos están haciendo el trabajo sucio por nosotros es una buena declaración antisemita. Lo que quería decir es que, en su opinión, los israelíes están luchando contra los musulmanes, contra los árabes, contra todas aquellas personas que tampoco queremos en Europa. Por eso creo que parte de lo que se ve en Europa, sin duda entre las élites políticas, es este sentimiento de que nos sentimos incómodos con ello porque se supone que debemos proteger los derechos humanos. Pero, por otro lado, están luchando contra el fundamentalismo. Están luchando contra todos esos elementos terroristas que también existen en nuestros países. Y nos gusta lo que están haciendo. Así que, si se juntan esas tres cosas, creo que se empieza a explicar por qué Israel disfruta de esta impunidad.

P.- Alemania es uno de los países de la UE que, con su pasado, ha bloqueado las sanciones contra Israel. ¿Cómo usa Israel la memoria del Holocausto?
R.- Israel está utilizando el Holocausto y las acusaciones de antisemitismo en Alemania y en otros lugares, no solo en Alemania, por supuesto. La IHRA, con su terrible definición de antisemitismo, se está adoptando cada vez más en Estados Unidos, incluidas la Universidad de Columbia y la Universidad de Harvard. Así que Israel está haciendo un muy buen trabajo en ese sentido, silenciando el discurso mediante referencias al Holocausto y acusaciones de antisemitismo, que en general son totalmente falsas. En Alemania, esto tiene una resonancia especial, por supuesto. Ningún alemán que se precie -político, académico, intelectual o personalidad de los medios de comunicación- querría que le llamaran antisemita. Les da mucho miedo. Eso no significa que no haya cambios en Alemania.

P.- ¿Está Israel su crédito histórico?
R.- Sí. Ha agotado el crédito del que disfrutó durante décadas al utilizar el Holocausto como carta blanca para actuar de formas que, de otro modo, serían claramente indefendibles. No se puede justificar el genocidio hablando del genocidio. No se puede hacer eso. No se puede decir que hubo un genocidio contra nosotros y podemos cometer genocidio contra otros. E Israel lo ha hecho ahora. La destrucción de Gaza está transformando rápidamente la sociedad israelí, la política israelí, el sistema judicial. Israel ya no podrá seguir afirmando que es la única democracia en Oriente Medio. Se convertirá en un Estado que ya no tendrá ninguna autoridad moral frente a sus aliados y partidarios más cercanos. Y sí, se está quedando sin ella. Por supuesto, hay personas en Israel que son conscientes de ello y que hablan de ello, pero ahora mismo no tienen ningún poder.

P.- ¿Es posible comparar el Holocausto con el genocidio que se está produciendo ahora mismo en Gaza?
R.- No. Es caer en los argumentos esgrimidos por Israel. Después del 7 de octubre, inmediatamente el Hasbará israelí [un término utilizado para describir los esfuerzos de relaciones públicas y propaganda llevados a cabo por el Estado de Israel para promover una imagen positiva del país] dijo: “Esta es la mayor matanza de judíos desde el Holocausto”. Y entonces se llamó nazis a Hamás, y todavía lo siguen haciendo. Y así, la idea general era que ellos querían hacernos un Holocausto y, por lo tanto, nosotros podíamos hacerles lo que quisiéramos, porque eran nazis. Y ahora dar la vuelta a la tortilla y decir: «No, en realidad son los israelíes los que están cometiendo un Holocausto contra los palestinos». Creo que cuando se comparan cosas con el Holocausto, siempre se sale perdiendo. El Holocausto fue, de hecho, el genocidio más grande y extremo de la era moderna. Y no hace falta decir que algo se parece al Holocausto para decir que es un genocidio. Hubo muchos, muchos genocidios antes y después del Holocausto. Cada uno tenía sus propias características. Este es uno de ellos. No hay campos de exterminio en Gaza. No hay fosas comunes en Gaza, pero sí hay un genocidio en Gaza. Y lo que hay que preguntarse es si lo que está ocurriendo en Gaza se parece o se ajusta a la definición de genocidio de la Convención sobre el Genocidio, no al Holocausto. Yo dejaría fuera el Holocausto. Está en la mente de todos. Contamina la mente de la gente, pero no es una buena analogía.

P.- El debate público de esta semana en España ha girado en torno a la calificación de genocidio en Gaza. La mayoría de los ministros españoles comenzaron esta semana a utilizar la designación de genocidio, incluido el presidente del Gobierno. Por otro, el principal partido de la oposición, el PP, se negó a hablar de genocidio. Su líder optó por tirdarlo de “masacre”…
R.- Esto no es sorprendente. No hace falta que te diga que en España, Portugal, Alemania, Italia y Francia hay mucho sentimiento antiinmigrante y antimusulmán. Y como muchos elementos de la derecha, conservadores y, por supuesto, de la extrema derecha ven a Israel como un país que lucha contra esas personas que no queremos en nuestros propios países. Hay un cierto apoyo a lo que está haciendo Israel. Y por eso es difícil no condenarlo y expresar preocupación. Pero una vez que lo llamas genocidio, eso significa, en primer lugar, tienes que tomar medidas. Y en segundo lugar, es el crimen de los crímenes. Creo que es más comprensible que comience en los círculos de izquierda y liberales. Netanyahu ha descubierto que él y las personas de su entorno pueden trabajar bien con elementos de la política europea y estadounidense cuyas propias predilecciones son en realidad antisemitas porque son intolerantes, porque son antimusulmanes, antiinmigrantes y antijudíos. Es parte del mismo paquete, pero comparten una ideología etnonacionalista.Y por eso se lleva bien con gente como Orbán, Le Pen o Meloni. Así que esta tendencia concreta en la política israelí se ha fortalecido, la de trabajar con gente intolerante como nosotros. Quieren un Estado etnonacional.

P.- Es un experto en el Holocausto, y al mismo tiempo ha crecido en Israel. ¿Qué tan doloroso es para usted reconocer que Israel está cometiendo un genocidio?
R.- Es doloroso y horrible solo ver cómo está sucediendo esto, y no importa de dónde seas. Me resulta difícil seguir viendo estas imágenes. Pero como israelí, es difícil en más niveles de los que puedo expresar con palabras. Crecí en un hogar sionista. Serví en el ejército israelí. Creo, y sigo creyendo, en el derecho de Israel a existir. Me veía a mí mismo, y en cierto modo sigo viéndome, como sionista, lo que significa que los judíos tienen derecho a la autodeterminación como cualquier otro grupo nacional. Pero la forma en que se ha convertido Israel, el sionismo que ahora dice tener, el régimen que ha creado, el racismo en Israel, la intolerancia en Israel, la violencia, el odio, son cosas que no puedo apoyar, ideológica y políticamente. Y, personalmente, tomé la decisión de que ahora no puedo ir allí. Tengo familia en Israel, tengo amigos en Israel. Y sé que los sentimientos de mis amigos son tales que prefiero no ir y hablar con ellos. Ese lugar se ha alejado de mí, y yo me he alejado de él. Solo rezo para que eso cambie, porque hay gente muy diferente en Israel. Son personas muy creativas, muy buenas, muy admirables, y tengo el privilegio de conocer a algunas de ellas. Pero hay una ola oscura que se ha apoderado de ese país, y me resulta muy doloroso verlo. Y pienso en mi padre, que fue sionista toda su vida. Nació en Palestina. Luchó en varias guerras, incluida la Segunda Guerra Mundial. Falleció en 2016 y describió a Netanyahu como el destructor del sionismo. Y me alegro de que ya no esté vivo para ver lo que le ha pasado a ese país. Pero para mí, que ahora tengo 71 años, ver lo que ha pasado es desgarrador. Es absolutamente desgarrador.

P.- ¿Es Israel un sueño convertido en pesadilla?
R.- Sí, en cierto modo, se ha convertido en una pesadilla. Ese sueño parte de la psique israelí. Hay mucha gente a la que le gustaría despertarse mañana y que le dijeran que los palestinos han desaparecido, y no harían preguntas. Así que ese sueño sigue ahí. Pero, por supuesto, es un sueño genocida. Es la esencia misma del genocidio. Es querer que todo un pueblo desaparezca, y no solo matarlo o eliminarlo, sino también olvidar que alguna vez existió, encubrirlo todo, escribir una historia que lo excluya. De eso se trata el genocidio. Por cierto, eso es lo que los nazis intentaron hacer con los judíos. Fallaron. Pero eso es lo que querían hacer, no solo matar a los judíos, sino también borrar el recuerdo de que alguna vez fueron judíos y de que los mataron. Y ese es un sueño que, por supuesto, es una pesadilla.

P.- Y, aún así, ¿guarda algún resquicio de esperanza?
R.- En el caso de Israel, tengo que mantenerme optimista. Si no se ejerce una presión masiva sobre Israel, este país va camino de convertirse en un estado autoritario y de apartheid, y como tal, no durará mucho tiempo. Y tal vez pase por un proceso similar al de Sudáfrica en unos años, solo que creo que será mucho más sangriento. Sigo esperando que se ejerza presión y que esto cambie. En cuanto al estado de derecho de la comunidad internacional, hay que seguir siendo optimista y hay que luchar por él, porque si desaparece, hay que pensar: ¿cuál es la alternativa? Y la alternativa es la política de las grandes potencias como Estados Unidos, Rusia y China. Entonces nos encaminamos hacia un futuro muy oscuro. Hay mucha gente en el mundo que entiende cuáles fueron las raíces de la creación de este sistema, que es defectuoso, precario y que no funciona muy bien. Pero la alternativa es mucho peor. Si se pierde la esperanza en cualquiera de los dos casos, tanto en el de Israel como en el de la comunidad internacional, se está facilitando el trabajo a aquellos que quieren destruirlo. Y no quiero unirme a ese grupo. Por eso prefiero intentar pensar en alternativas."

(Francisco Carrión, Other News, 23/09/25)

19/9/25

La opinión pública israelí asiste a la expulsión de mujeres, niños y ancianos y guarda silencio... Asiste a la limpieza étnica y no dice nada... Asiste a la destrucción total de la Franja de Gaza y no habla... Todos los que repitieron la afirmación de que "no hay extraños en Gaza" justificaron el asesinato de niños e inocentes... Estas palabras no fueron un lapsus, sino una afirmación nazi... Cualquiera que presencie las atrocidades que el ejército israelí comete día y noche en la Franja de Gaza –niños hambrientos, mujeres con miembros amputados, barrios enteros pulverizados– y siga repitiendo el trillado y ridículo mantra ‘sobre el ejército más moral del mundo’, es cómplice a todos los efectos de estos crímenes... La historia no perdonará. Recordará que la sociedad judía israelí, a pesar de sus traumas históricos, o quizás precisamente a causa de ellos, se movilizó en masa [contra los palestinos] y cerró los ojos cuando se exterminaba a todo un pueblo... Como escribió Hannah Arendt, "la triste verdad es que la mayor parte del mal lo cometen personas que no deciden ser buenas o malas; El mal nace de la incapacidad de pensar... de la banalidad del mal. Este es el quid de la cuestión. Es el silencio de la mayoría, el momento en que la gente se acostumbra al mal y deja de pensar en ello, de oponerse o de negarse a formar parte de él" (Davide Malacaria)

 ""La opinión pública israelí asiste a la expulsión de mujeres, niños y ancianos y guarda silencio", escribe Ahmad Tibi en Haaretz. Asiste a la limpieza étnica y no dice nada. Asiste a la destrucción total de la Franja de Gaza y no habla. Sabe que 18.000 niños han sido asesinados en Gaza y permanece en silencio. Sabe que periodistas, médicos, rescatistas, educadores y miles de civiles están sepultados bajo los escombros y no dice nada. Y cuando casas y rascacielos son bombardeados, no dice nada, a menudo incluso quieren más, a veces hasta sonríen sádicamente".

La banalidad del mal

Las atrocidades cometidas contra las comunidades israelíes en la frontera con Gaza, durante las cuales fueron asesinados 30 niños y cientos de civiles, han conmocionado justificadamente a la opinión pública israelí. Pero lo que el gobierno está perpetrando en Gaza, con el apoyo de la mayoría de la opinión pública, no es "autodefensa". No es una reacción improvisada, sino la implementación de un viejo plan guardado, esperando, en algún cajón: un plan de transferencia y aniquilación que emerge de las profundidades del discurso político-defensivo de Israel. El gobierno israelí se ha convertido en un gobierno abiertamente kahanista".

No está lejos el día en que los ministros del Likud depositarán una corona de flores sobre la tumba de Meir Kahane. Lo que antes se consideraba un extremismo abominable y se declaraba ilegal es ahora el centro del consenso al poder".

Todos los que repitieron la afirmación de que "no hay extraños en Gaza" justificaron el asesinato de niños e inocentes. Estas palabras no fueron un lapsus, sino una afirmación nazi. Tan pronto como se elimina la distinción entre combatiente y civil, en el momento en que se afirma que todos los palestinos son objetivos legítimos, se aprueba la muerte de millones de personas.

“[…] Cualquiera que presencie las atrocidades que el ejército israelí comete día y noche en la Franja de Gaza –niños hambrientos, mujeres con miembros amputados, barrios enteros pulverizados– y siga repitiendo el trillado y ridículo mantra ‘sobre el ejército más moral del mundo’, es cómplice a todos los efectos de estos crímenes”.

[...] También negar es una forma de complicidad, así como reprimir la verdad, ignorarla o permanecer en silencio. Quien haya visto la foto de un niño palestino hambriento y se haya apresurado a negarla, argumentando que ya estaba enfermo antes [del ataque], o que esa foto formaba parte de alguna campaña, también es plenamente cómplice de este crimen".

[...] No menos grave es el doble rasero tan utilizado. Cualquiera que haya definido como "holocausto" la muerte de cientos de civiles en Israel, considerando así a todos los palestinos como nazis [una comparación que, por cierto, se ha repetido], debe explicar por qué está consternado por el uso de estos términos para describir lo que ha estado sucediendo en Gaza en los últimos dos años: asesinatos y homicidios a gran escala, hambre y expulsiones, limpieza étnica, desplazamiento y exterminio".

Si el uso de estos términos está permitido cuando se habla del otro pero está prohibido cuando se describen las acciones de Israel, esto equivale a una hipocresía moral y a una manipulación emocional destinada a legitimar el horror.

[…] La historia no perdonará. Recordará que la sociedad judía israelí, a pesar de sus traumas históricos, o quizás precisamente a causa de ellos, se movilizó en masa [contra los palestinos] y cerró los ojos cuando se exterminaba a todo un pueblo. La historia recordará la destrucción, la ruina, la limpieza étnica y el asesinato de niños. Un día pondrá un espejo frente a quienes gritaban "el ejército más moral del mundo" mientras destruían Gaza.

Como escribió Hannah Arendt, "la triste verdad es que la mayor parte del mal lo cometen personas que no deciden ser buenas o malas; El mal nace de la incapacidad de pensar... de la banalidad del mal. Este es el quid de la cuestión. Es el silencio de la mayoría, el momento en que la gente se acostumbra al mal y deja de pensar en ello, de oponerse o de negarse a formar parte de él".

En la nota, obviamente, también se menciona a la minoría que, en Israel, se opone a este horror, y se alude a cómo "la historia recordará a esta minoría y el silencio de la mayoría".

Siempre en Haaretz, un artículo de Gideon Levy sobre la participación de Israel en Eurovisión, que algunos países están cuestionando con razón:
Una nación que está perpetrando un genocidio no puede seguir cantando. Un mundo que ve a una nación perpetrar un genocidio no puede cantar con ella. Ni puede aceptar el hecho de que esta nación quiera seguir cantando como si nada estuviera pasando. El hecho de que Israel pueda siquiera imaginar participar en un concurso de canto, con todos sus lentejuelas y efectos especiales, en medio del genocidio en la Franja de Gaza, mientras sus soldados matan y destruyen sin piedad, demuestra que ha perdido el rumbo".

 Si hemos retomado este pasaje de Levy es por la siguiente mención: Si hubiera inclinado la cabeza por la vergüenza y se hubiera retirado del Festival de la Canción de Eurovisión, habría obtenido mucho más honor de lo que obtuvo lanzando acusaciones de antisemitismo al mundo entero, como si fuera el mundo quien cometiera las masacres en Gaza y no las Fuerzas de Defensa Israelíes. Nos parece que esta última consideración es omnicomprensiva, es decir, aplicable a todas las controversias desencadenadas por las justas reprimendas que Israel se ha atraído durante el genocidio, a las que siempre ha reaccionado acusando a los críticos de antisemitismo.

"Merecemos un castigo implacable – concluye Levy – y aún más desde que comenzó la locura absoluta [de la invasión] de la ciudad de Gaza. Esto no es ni odio a Israel ni masoquismo; Es simplemente un claro ejemplo de sentido de la justicia. Con las manos manchadas de sangre, Israel ni siquiera debería intentar entrar en clubes que acepten a criminales como él como miembros. ¿Y bailar en la Stadthalle de Viena en mayo sobre la sangre de una Gaza destruida y limpiada étnicamente? Es una vergüenza para Europa que hasta ahora solo cinco países se hayan opuesto a la participación de Israel." 

(Davide Malacaria, piccolenote, 19/09/25, traducción quillbot, enlaces en el original)

9/9/25

Se opone a Netanyahu un pequeño movimiento extraparlamentario, humano y valiente... Entre este puñado de personas y el malvado gobierno se encuentra el bando central... La gente de este bando se impacta con el destino de los delgados rehenes y los soldados muertos. Pero cuando escuchan informes de una horrible masacre en un hospital, bostezan, desinteresados... Son humanos y solidarios, pero solo de forma selectiva. No existe la moral a medias... Se preocupan por la vida de 20 rehenes, ignorando que su país mata a un promedio de 20 inocentes cada hora. Para ellos, la humanidad se detiene en los límites de la nacionalidad... ¿Cómo puede uno conmocionarse por el asesinato de la familia Bibas y no mostrar preocupación por los 1.000 recién nacidos y los 19.000 niños asesinados por las FDI, ni por los 40.000 huérfanos de Gaza? Algunos lo dicen abiertamente, Israel debe hacer todo lo posible por liberar a los rehenes, y entonces podrá volver a la guerra, el genocidio y la limpieza étnica. Lo principal es que los rehenes sean liberados. Esto no es moralidad ni humanidad. Es ultranacionalismo abyecto... Considerar a los seres humanos —niños, discapacitados, ancianos, mujeres y otras personas indefensas— como polvo, como personas cuyos asesinatos y hambrunas son legítimos, con propiedades sin valor y una dignidad inexistente, es ser como Netanyahu, Ben-Gvir y Smotrich. Al oponernos al mal absoluto, debemos apoyar la humanidad total, casi inexistente en Israel (Gideon Levy)

 "Israel está liderado por un gobierno cruel y un Primer Ministro despiadado como nunca antes. Las vidas humanas, ya sean gazatíes, rehenes o soldados, no le importan a este gobierno. Masacra a gazatíes y abandona a rehenes y soldados con la misma ecuanimidad.

Se opone un pequeño movimiento extraparlamentario, humano y valiente, que da el mismo valor a todas las vidas humanas.

Entre este puñado de personas y el malvado gobierno se encuentra el bando central. La mayoría lucha contra la creciente pérdida de humanidad y el engaño del gobierno. La gente de este bando se impacta con cada video, desconsolada por el destino de los delgados rehenes y los soldados muertos. Pero cuando escuchan informes de una horrible masacre en un hospital, bostezan, desinteresados.

Son mejores que el gobierno y sus partidarios. Son humanos y solidarios, pero solo de forma selectiva. No existe la moral a medias. Así como los dobles raseros no son moral, la moral a medias sí lo es. Es lo opuesto a la verdadera moral. Así es la gente de este bando. Se preocupan por la vida de 20 rehenes, ignorando que su país mata a un promedio de 20 inocentes cada hora.

Para ellos, la humanidad se detiene en los límites de la nacionalidad. No escatimarán esfuerzos para ayudar a un israelí, pero ignorarán desinteresadamente la difícil situación de un palestino, cuyo destino suele ser mucho peor.

Están indignados por la frialdad de Benjamin Netanyahu, pero la suya no es menos evidente. En cuanto a los palestinos, muestran la misma malicia y frialdad.

Es difícil comprender este fenómeno, que ha alcanzado su punto álgido durante la guerra en curso. ¿Cómo puede uno conmocionarse ante la imagen del rehén hambriento Evyatar David y encogerse de hombros, o incluso alegrarse, ante las matanzas que ocurren en las filas para recibir comida? ¿Cómo puede uno conmocionarse por el asesinato de la familia Bibas y no mostrar preocupación por los 1.000 recién nacidos y los 19.000 niños asesinados por las FDI, ni por los 40.000 huérfanos de Gaza?

¿Cómo podemos perder el sueño por los túneles de Hamás y, sin embargo, no mostrar interés en lo que sucede en los centros de detención de Sde Teiman o Meguido, para nuestra vergüenza? ¿Cómo es posible? ¿Cómo podemos esperar que la Cruz Roja visite a los rehenes, sabiendo que Israel impide tales visitas a miles de palestinos secuestrados?

Es natural y comprensible preocuparse ante todo por la propia gente. Pero mostrar total indiferencia hacia los miembros de la otra nación, que están siendo masacrados por decenas de miles, mientras su país es destruido ante nuestros ojos por nuestras propias manos, transforma a muchas de las buenas personas presentes en las manifestaciones de la Avenida Kaplan y la Plaza de los Hostage en inhumanos.

Para ellos, y algunos lo dicen abiertamente, Israel debe hacer todo lo posible por liberar a los rehenes, y entonces podrá volver a la guerra, el genocidio y la limpieza étnica. Lo principal es que los rehenes sean liberados. Esto no es moralidad ni humanidad. Es ultranacionalismo abyecto.

Considerar a los seres humanos —niños, discapacitados, ancianos, mujeres y otras personas indefensas— como polvo, como personas cuyos asesinatos y hambrunas son legítimos, con propiedades sin valor y una dignidad inexistente, es ser como Netanyahu, Ben-Gvir y Smotrich.

Al oponernos al mal absoluto, debemos apoyar la humanidad total, casi inexistente en Israel. El refugio moral de colgar una cinta amarilla en la puerta del coche y la aparente expresión de preocupación por los rehenes no es refugio ni moralidad. Incluso un extremista ultranacionalista y de mente vacía como el periodista Almog Boker, que sabe que "no hay inocentes en Gaza", quiere la liberación de los rehenes. Esto no lo hace menos ultranacionalista ni cobarde, ni por un instante.

La fuerza moral del movimiento de protesta es solo parcial debido a su naturaleza selectiva. Si fuera plenamente moral, haría de la lucha contra el Genocidio, junto con la campaña por la liberación de los rehenes, su principal preocupación. Esto no disminuiría su lucha; su validez moral solo se vería fortalecida. Las cifras son innegables: 20 rehenes vivos y más de 2 millones de palestinos cuyas vidas son un infierno. El corazón no puede evitar estar con ambos." 

( Gideon Levy, Jaque al neoliberalismo, 09/09/25, fuente Contropiano

18/5/25

Los expedientes de depuración, la herramienta de represión del franquismo contra los maestros de la República... El cura, el alcalde, el comandante de la Guardia Civil y dos padres “de bien” debían determinar si el maestro merecía o no un castigo... en el expediente de depuración del maestro de Treviana, Juan Larreta Larrea, se puede ver por ejemplo cómo los cinco interpelados le acusan de no ir a misa, de tener una conducta “indeseable” y de enseñar contenidos contra la religión “cuando podía”... el Comité consideró que merecía el castigo máximo: ser apartado para siempre de la docencia. Ese castigo al maestro de Treviana no se llegó a ejecutar porque, para cuando se hizo público, ya había recibido un castigo mayor, le habían asesinado y le habían hecho desaparecer (Olivia García Pérez)

 "La educación y la cultura siempre han sido las grandes enemigas del totalitarismo. Por eso los maestros y maestras suponían un peligro para aquellos que impusieron en España un régimen que atentaba contra las libertades. El franquismo tuvo desde el principio la vista puesta en aquellos maestros de la República y, desde el Golpe de Estado de 1936 pusieron en marcha todos los mecanismos de represión contra ellos.

Lo hicieron a través de lo que llamaron “expedientes de depuración”, una especie de informes a los que se sometía a los empleados públicos y que, en el caso de los maestros, determinaban si eran aptos o no para ejercer la enseñanza. Se establecieron Comités de Depuración en cada provincia. Estos organismos eran quienes designaban a las personas que debían evaluar a cada docente.

¿Quiénes eran?

Para la elaboración de cada expediente se designaba a cinco personas que debían contestar a una serie de cuestiones relacionadas con el maestro o maestra del pueblo. Eran siempre el alcalde, el cura o párroco, el máximo mando de la Guardia Civil o el Ejército en el pueblo y dos padres de familia “de bien”, es decir, falangistas o carlistas a poder ser. Cinco miembros en total; los cinco hombres.

A través de sus respuestas debían ir desgranando los comportamientos del maestro para poder determinar después si este tenía una “moral intachable” y si era o no fiel al “Glorioso Movimiento Nacional”.

¿Qué se preguntaba?

Cada cuestionario constaba de cinco apartados con entre cuatro y seis preguntas en cada uno de ellos. Los cinco interpelados debían responder a estas preguntas señalando lo que hacía o no hacía el maestro, cómo lo hacía y con quién.

ACTUACIÓN POLÍTICA:

  • ¿Ha actuado activamente en política de izquierdas?
  • ¿Ha asistido a mítines y manifestaciones de izquierdas?
  • ¿Ha colaborado en periódicos de izquierdas?
  • ¿Los ha leído públicamente y con alguna frecuencia?
  • ¿Ha buscado votos de las izquierdas?
  • ¿Les ha votado?

ACTUACIÓN RELIGIOSA:

  • ¿Oía misa ordinariamente los domingos y días festivos?
  • ¿Comulgaba al menos una vez al año?
  • ¿Hacía alarde de irreligiosidad?
  • ¿Hacía alarde de religiosidad y llevaba emblema religioso?

ACTUACIÓN PROFESIONAL:

  • ¿Faltaba a la escuela con mucha frecuencia?
  • ¿Estaba en clase las horas reglamentarias?
  • ¿Enseñaba algo contra la religión?
  • ¿Enseñaba algo contra el amor a España?
  • ¿Hacía propaganda política en la escuela?
  • ¿Obtenía buenos resultados de la Enseñanza?

ACTUACIÓN SOCIETARIA:

  • Amistades que frecuentaba
  • ¿Estaba asociado a alguna asociación política?
  • ¿Propagó alguna asociación?
  • ¿Se interesó por la política de los padres de los alumnos?

ACTUACIÓN MORAL:

  • ¿Dejaba algo que desear su conducta?
  • ¿Hay en su actuación política algo digno de notarse?
  • A) Como actuación pedagógica
  • B) Como actuación política
  • C) Como actuación societaria
  • D) Como actuación moral
  • E) Como actuación religiosa

Así, en el expediente de depuración del maestro de Treviana, Juan Larreta Larrea, se puede ver por ejemplo cómo los cinco interpelados le señalan, aseguran que sus amistades eran “los marxistas”, “los de la CNT”, “los extremistas”. Le acusan también de no ir a misa, de tener una conducta “indeseable” y de enseñar contenidos contra la religión “cuando podía”. Con todas estas respuestas, el Comité consideró que merecía el castigo máximo: ser apartado para siempre de la docencia.

 Ese castigo al maestro de Treviana no se llegó a ejecutar porque, para cuando se hizo público, ya había recibido un castigo mayor, uno de los que no aparecían en los papeles: le habían asesinado y le habían hecho desaparecer.  

Otros 31 maestros y maestras corrieron la misma suerte en La Rioja y un total de 200 docentes recibieron algún tipo de castigo. Se contemplaban en total 14 correctivos en función de la gravedad de las respuestas al citado cuestionario. A algunos se les suspendía de empleo y sueldo durante un teimpo determinado, a otros se les condenaba al exilio interno, llevándoles a destinos alejados de su hogar. Sólo quienes obtenían un buen expediente de depuración podían conservar su plaza"

(Olivia García Pérez , eldiario.es, 11/05/25 )

18/2/25

Rosario Migoya Espinilla, fusilada el 27 de agosto de 1940, a la edad de 37 años... Rosario tenía seis hijos que fueron repartidos en instituciones religiosas y “alguno regalado a familias del régimen” (Eva Máñez, CTXT)

 "85 años después, hijos, nietos y bisnietos de once de las víctimas de la fosa 126 pueden por fin cerrar la herida abierta en el lugar donde yacían sus familiares. Diez hombres y una mujer comprometidos con la defensa de los valores que representaba la II República; valores de libertad, igualdad, progreso, solidaridad y ciudadanía, que hallaron en Paterna el pelotón de fusilamiento franquista y una fosa común. El de la 126 es el relato de las últimas fosas exhumadas en la localidad valenciana, la intrahistoria silenciada de la represión franquista que ahora por fin puede hacer su duelo y reconstruir las historias familiares ocultas por el terror institucionalizado. Familiares y militantes memorialistas se dieron cita el domingo 16 de febrero en el Memorial 2228 del cementerio de Paterna en una emotiva ceremonia organizada por las propias familias. En ella, se nombraron a todas las víctimas de la fosa 126, y los cuerpos identificados pudieron ser entregados a sus seres queridos.

Rosa Navarro Damiá, de 92 años, abrazaba la pequeña caja con los restos óseos y suspiraba “mon pare”. Cuenta Rosa que se acuerda de que su padre le enseñó a leer y que su madre “lo pasó muy mal” al quedarse viuda con tres criaturas. “En casa había mucho silencio y mucha pena, mi madre lloraba mucho, pero nunca nos inculcó ningún odio”, rememora. “Tuvimos que irnos a casa de una tía para poder comer y yo a los quince años a servir a Barcelona y luego a Francia. En aquel tiempo no teníamos derecho ni a hablar ni a respirar”. Rosa cuenta que la alegría no le cabe en el cuerpo. “Mi padre dio la vida para que todos viviéramos bien y eso nunca lo hemos olvidado en mi familia”, concluye rodeada de sus hijos y nietos que ahora la acompañarán al cementerio de su pueblo Benicull, para inhumar los restos óseos junto a los de su madre.

Entre el 27 de agosto y el 14 de septiembre de 1940 fueron fusiladas 243 personas en Paterna, en cinco sacas –se llama saca a cada una de las veces que fusilaban a un grupo de republicanos en el Terrer–. De ellas, al menos 170 (algunas fuentes hablan de 200) fueron volcadas a una fosa de dos por dos metros y cinco de profundidad.

A la 126 se la llama la “fosa de la terra” porque muchos de ellos eran agricultores y jornaleros que, junto con chóferes, obreros, agentes de seguros y guardias civiles fieles a la República, provenían de diferentes lugares del País Valencià: Torrent, Beniparrell, Picanya, Villar del Arzobispo, Massanassa, Alcàsser, Benaguasil, Massamagrell... y un largo etcétera que incluye otras partes de España como Murcia, Ciudad Real, Girona o Teruel. También es conocida como la fosa ‘de les rajoles’, ya que un modesto memorial, realizado en los años ochenta por parte de los familiares a modo de protección y recuerdo de sus seres queridos, cubrió la fosa con azulejos con el nombre y profesión de algunos de los que allí yacían.

Entre los once republicanos que fueron entregados a sus familias se encuentra una mujer, Rosario Migoya Espinilla, fusilada el 27 de agosto de 1940, a la edad de 37 años. Rosario tenía seis hijos que fueron repartidos en instituciones religiosas y “alguno regalado a familias del régimen”, relata Carlos Bleda Gregori, el nieto que comenzó en 2017 a intentar reconstruir una historia familiar llena de silencios. “No se nos hablaba de ella en absoluto y si preguntábamos, mi madre decía: ‘callaros que las paredes oyen’. Solo sabíamos que había sido fusilada y que estaba en Paterna”. Otra de sus nietas, Amparo Gregori, añade que el silencio era “una manera de protegernos”. Para Carlos “ha sido un proceso muy largo con muchas zancadillas y muchas trabas. Pero todas estas dificultades nos han hecho más fuertes y no vamos a acabar aquí, vamos a seguir buscando. Recuperar el cuerpo de Rosario es justicia, ahora falta la reparación”.

En el año 2012, Pepita Celda consiguió el permiso y la subvención para poder localizar los restos de su padre, José Celda Beneyt. Fue la lucha titánica y pionera de una anciana ante todas las trabas burocráticas. Ella recordaba que su padre, junto a 15 republicanos de Massanassa, fue enterrado en una fosa muy grande y que su familia consiguió, tras pagar 25 pesetas al enterrador, poder ponerle en un ataúd con una botellita de cristal con su nombre. Su padre era quien cerraba la fosa: debajo de él había doscientas personas más. El equipo de arqueólogos de Paleolab halló al padre de Pepita y a otros once fusilados en ataúdes y con sus botellitas. El suelo de cal evidenciaba que había más gente debajo de ellos, pero la normativa de entonces no les permitió seguir excavando y exhumando. Así que la fosa se cerró y se volvieron a poner los azulejos encima.

En 2017, María Navarro buscaba el cuerpo de su abuelo: el concejal de Picanya José Navarro Ángel, fusilado el 12 de septiembre de 1940. Para ello montó la Asociación de Familiares de Víctimas del Franquismo de la Fosa 126 de Paterna con un puñado de descendientes de fusilados. “Éramos los imprescindibles para poder constituir una junta directiva”, cuenta. “Para exhumar había que crear una asociación, no nos quedaba otra que seguir para adelante y a partir de ahí la tarea era buscar a las familias. Pero la cosa fluyó muy rápido y empezamos a encontrar gente, familias, hasta llegar a los más de cien que somos actualmente”, continúa María. Uno de los primeros actos de esta asociación fue nombrar a Pepica Celda presidenta honorífica. 

En el memorial, María agradeció a las familias su “resiliencia y perseverancia” y recordó “el sufrimiento, humillaciones, abusos y muerte de las víctimas” que han sido afectadas “de manera transversal en diferentes generaciones”. “Aquí estamos, en pie de lucha, pero una lucha pacífica, firme y constante, reclamando verdad y justicia”. “Estas once personas fueron juzgadas sin posibilidad de defensa por consejos militares y asesinadas por fascistas golpistas una vez finalizada la guerra, en tiempo de paz”. 

Esta ha sido la tercera ceremonia desde que finalizó la exhumación en 2022. La Asociación de Familiares de Víctimas del Franquismo de la Fosa 126 de Paterna (Valencia) las organiza conforme avanzan los resultados de las pruebas de ADN.  Aún están a la espera de que se pueda identificar a más víctimas. A pesar de que la fosa está exhumada, todavía queda un largo camino para identificar todos los restos, por eso siguen buscando a personas que crean que sus familiares pudieron ser fusilados en Paterna los días 27, 29 de agosto o el 11,12 y 14 de septiembre de 1940 [la asociación pide que se pongan en contacto con ellos al mail Familiarsfossa126paterna@gmail.com para poder informarse y cotejar los datos genéticos].

El domingo 16 de febrero fue un día de alegría en un largo recorrido iniciado en diciembre de 2021, cuando comenzaron los trabajos de exhumación gracias al empeño de los familiares y una subvención de la Generalitat Valenciana. Tras siete meses de intervención, los arqueólogos de Atics localizaron los restos de 141 víctimas de la represión franquista. Para esta empresa de arqueología, con amplia experiencia en fosas en todo el territorio, este trabajo supuso un reto por varios motivos. La principal dificultad según el coordinador de la exhumación, Frances Xavier Florensa, fue la saponificación (proceso por el que la grasa se convierte en una masa parecida al jabón). Otra dificultad fue la de tener que trabajar a cinco metros bajo tierra, lo que según el arqueólogo implica “una gran dificultad logística”. “No se trata solo de sacar cuerpos”, insiste Florensa, “todo se hace manualmente por un equipo multidisciplinar muy cualificado”. 

El Terrer de Paterna (València) –un muro, todavía en pie y sin significar cercano al cementerio– es el lugar donde se constata el mayor número de crímenes contra la humanidad una vez acabada la Guerra. En España, solo el cementerio del Este de Madrid lo supera en número. Aquí fueron asesinadas 2.238 personas provenientes de diferentes municipios valencianos y de otras localidades del territorio español, sepultadas en 130 fosas. Este genocidio comenzó dos días después de finalizar la guerra y continuó hasta el año 1956. En los últimos 20 años más de 1.600 cuerpos han sido recuperados en exhumaciones científicas realizadas en 84 fosas. 240 víctimas han podido ser identificadas gracias a las técnicas de secuenciación masiva de ADN que permiten una alta fiabilidad con muestras de familiares de segundo y tercer grado."         (Eva Máñez, CTXT, 18/02/25)

17/1/25

Francesca Albanese, relatora de la ONU para Palestina: "Historias como la del comandante israelí que rompió los huesos de un niño palestino de 4 años con sus propias manos son una confirmación de que no sólo el ejército israelí está PODRIDO hasta la médula, sino también lo están todos los gobiernos que permiten que estos crímenes repugnantes se normalicen"

 Francesca Albanese, UN Special Rapporteur oPt @FranceskAlbs

Historias como la del comandante israelí que rompió los huesos de un niño palestino de 4 años con sus propias manos son una confirmación de que no sólo el ejército israelí está PODRIDO hasta la médula, sino también lo están todos los gobiernos que permiten que estos crímenes repugnantes se normalicen.

(Stories like the Israeli commander breaking the bones of a 4 year old Palestinian child with bare hands, are a confirmation that not only the Israeli army is ROTTEN to the core, but so are all governments that allow these sickening crimes to be normalized.)

"Cuando sales de Israel y entras en Gaza, eres Dios”: en la mente de los soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel que cometen crímenes de guerra"... «El encuentro con actitudes tan peligrosas, que se han ido normalizando en nuestra sociedad, fue traumático para mí... Me di de baja del servicio de reserva con ayuda de un psiquiatra».   (Haaretz, 23/12/24)

12:47 a. m. · 25 dic. 2024 1,3 M Visualizaciones

12/1/25

Caza y depuración de los maestros... a finales de julio de 1936 es detenido en Sevilla José Sánchez Rosa. Tenía 72 años y se encontraba encamado y enfermo. Una partida de requetés accedió a su domicilio y se lo llevó atado en una cama. En la madrugada del 1 de agosto fue asesinado... El 18 de agosto fue asesinado el maestro de Pulianas, el cura del pueblo fue el peor testigo de cargo... días después la familia fue desalojaa de su casa (Antonio Somoza Barcenilla)

 "Es difícil conocer a ciencia cierta cuántos maestros y maestras, cuántos profesores de bachillerato y universidad fueron depurados por el régimen franquista. Ni siquiera está claro cuántos fueron asesinados en los primeros años del régimen. No existe un trabajo completo que ofrezca una visión de conjunto. Existen estudios parciales de algunos territorios y datos más o menos generales, pero nadie ha afrontado un estudio sistemático y detallado de la represión a este cuerpo, al que la República confío buena parte de su éxito y que los golpistas eliminaron, primero con una cacería sin piedad y posteriormente con una depuración y un control ideológico asfixiante.

Los casos que voy a relatar en esta crónica son una pequeña parte de la realidad. Iba a utilizar la imagen del Iceberg, pero creo que se queda corta, ya que lo que todavía queda oculto, sumergido, de aquellos años de asesinatos y depuraciones es mucho más del 89% de lo que conocemos. Apenas 27 asesinatos y un par de casos de depuración son sólo unas gotas en la negra laguna de la iniquidad. Desde 2020 están disponibles en internet los datos de 564.269 expedientes de depuración abiertos a profesionales vinculados a la enseñanza que fueron apartados de su cargo de forma fulminante por los golpistas.

Mas de medio millón de expedientes de depuración entre los que no se incluyen las decenas o cientos de asesinatos de maestros y maestras que se produjeron desde julio de 1936 y que fueron salpicando el territorio nacional a medida que los militares coloniales avanzaban. Cabe recordar que la República no depuró ni a un solo maestro de la etapa monárquica y por supuesto no les persiguió como si fueran alimañas.

Cacerías humanas

A finales de julio de 1936 es detenido en Sevilla José Sánchez Rosa. Tenía 72 años y se encontraba encamado y enfermo. Una partida de requetés accedió a su domicilio y se lo llevó atado en una cama. En la madrugada del 1 de agosto fue asesinado y enterrado en una fosa del cementerio de la capital. Sánchez Rosa dirigía una escuela libre basada en el modelo de Ferrer i Guardia y era autor de una serie de publicaciones, como “La aritmética del obrero”, dirigidas a mejorar la formación de los trabajadores y ayudarles en su vida cotidiana. Ni su avanzada edad, ni la enfermedad impidieron su asesinato. No hubo ni concordia ni piedad para él.

Más o menos por las mismas fechas un grupo de falangistas secuestró, torturó y asesinó en Bañuelos de Bureba a Antoni Benaiges, el protagonista de “El maestro que prometió el mar”. Su historia se recuperó gracias a uno de sus alumnos que alertó de que podría ser uno de los enterrados en la fosa de La Pedraja. Se recuperaron 135 esqueletos en aquel enterramiento del norte de Burgos, pero ninguno correspondía al maestro. Como se sugiere en la película, posiblemente fue asesinado y enterrado en lugar aislado, o su cuerpo fue abandonado a las alimañas y no hubo ningún testigo que le diera sepultura y, si lo hubo, no dejó testimonio de los hechos.

Hace poco más de diez años, en 2012, en un paseo por la sierra de Urbasa, nos encontramos con un haya con los colores republicanos, que abrazaba una chapa de metal en la que, en esa fecha, se leía: “Mauricio Rodríguez, Bernardo Domingo, Miguel Gil, maestros nacionales de los pueblos alaveses de Gordoa, Galarreta y Zalduendo muertos en la noche del día 9 de agosto de 1936 en este luctuoso y triste lugar. En este homenaje incluimos a todos los asesinados por la misma causa. A vosotros el recuerdo presente de quien no os puede olvidar. 26-IX-1982”. Habían pasado 30 años desde que se colocó y el “haya republicana” había comenzado a hacer suya la placa de metal. Diez años después, la placa ya casi no puede leerse. Alguien previsor la ha reproducido y la ha colocado junto a la boca de la sima de Otsportillo, distante un par de kilómetros del lugar del crimen. La sima es un lugar de memoria de Navarra donde yacen una decena de víctimas de la represión.

El 18 de agosto fue asesinado el maestro de Pulianas, Dióscoro Galindo González. Un grupo de falangistas le tiroteó en el camino de Viznar a Alfacar, junto a dos banderilleros -Juan Arcollas Cabezas y Francisco Baladí Melgar- y al poeta universal Federico García Lorca. Dióscoro, natural de Ciguñuela (Valladolid), tenía 58 años. Le abrieron un expediente de depuración en el que lo acusaron de haber negado en sus clases la existencia de Dios. El cura del pueblo fue el peor testigo de cargo. Días después de su asesinato, la familia recibió el expediente que le suspendía de empleo y sueldo, le desalojaba de su casa y le daba 10 días para alegar.

De Francisco Romero Carrasco tuve conocimiento una mañana de sábado mientras escuchaba el podcast de la Cadena Ser “Vidas enterradas”. Me impactó la historia de este catedrático de la Escuela Normal de Guadalajara. Natural de Santa Marta (Badajoz) fue amigo muy querido de Antonio Machado que, con motivo de su casamiento, le regaló el poema “Bodas de Francisco Romero”. Fue un reputado matemático fundador de la Universidad Popular de Segovia y director de las colonias de la Institución Libre de Enseñanza. El 24 de agosto fue asesinado, junto a otros cuatro maestros, en un campo de Cobertelada (Soria). Sus cuerpos fueron abandonados en el monte. Unos vecinos que fueron testigos, los enterraron y señalaron el lugar donde reposaban. Junto al catedrático fueron asesinados Eloy Serrano Forcén, de 22 años, maestro en Cobertelada; Hipólito Olmo Fernández, de 43 años, que ejercía en Ajamil (La Rioja); Elicio Gómez Borque, de 23 años, maestro de La Seca y Victoriano Tarancón Paredes, de 26 años, de Perdiguera. En marzo de 2021, el Supremo cerró la posibilidad de abrir juicio sobre estos asesinatos.

El 31 de octubre una joven maestra de la Escuela Normal de Pamplona, cuyo recuerdo se conserva en el memorial en honor de los asesinados en La Tejería de Monreal (Navarra), fue salvajemente asesinada. No he logrado encontrar ningún documento en el que conste su nombre. El relato de sus últimos momentos lo trasmitieron vecinos del pueblo, obligados a presenciar la matanza y a enterrar a las víctimas. Es demasiado duro para reproducirlo. Se puede conocer en este enlace. Un final parecido tuvieron Carmen Hombre y su marido Juan Máximo, asesinados en enero de 1937 en Jerez de la Frontera. Carmen tenía 33 años, estaba embarazada y era de religión protestante y de militancia socialista, motivos más que suficientes para acabar con sus vidas.

Arximiro Rico, maestro en Baleira (Lugo), y Bernardo Mato Castro, en el municipio de Teo (Coruña), también tuvieron una muerte horrenda. Ambos eran bastante moderados, Bernardo, incluso, católico declarado. Nada pudo evitar su muerte en septiembre de 1937. Arximiro fue cazado y tratado como una alimaña por una partida de falangistas el 1 de septiembre y Bernardo murió el día 4, después de que no pudiera superar una paliza bestial que le propinaron fascistas de la zona a principios de agosto. Ambos creían firmemente en la educación pública como herramienta para que los humildes pudieran mejorar y esa creencia les costó la vida.

Finalmente, en las fosas de San Rafael, en Málaga, hemos podido ubicar los restos de 11 maestros. Puede que sea un número mayor –no conocemos la profesión de todos los asesinados- y es seguro que hay muchos más maestros en las fosas de otros municipios malagueños. Rindo homenaje a todos ellos, nombrando a los que se han identificado en el cementerio de la capital: Francisco, Arnáez Perez, de 43 años, maestro en Torremolinos asesinado el 15 de febrero; Manuel Campos Morilla, de 34 años, en Coín, el 17 de febrero; Emilio Castro Robledo, de 35 años, en Alhaurín de la Torre, 4 de marzo; Francisco Rodríguez Lucena, en Olías, el 6 de marzo; Juan Meneses, en Alozaina, de 20 años, el 9 de marzo; Antonio Romero López, de 52 años, en Macharavialla, el 16 de marzo; Miguel Jiménez Luna, en Fuengirola, el 17 de junio; José Padilla Buzo, de 31 años, en Álora, el 1 de julio; José Alonso Batlle, de 44 años, en Periana, el 10 de octubre; Juan Fajardo Valladares, en Coín el 26 de marzo de 1938 y Blas Infante López, de 45 años, maestro en Casares, asesinado el 31 de julio de 1941. Este último era primo segundo del padre de la patria andaluza con quien compartía nombre y primer apellido.

La depuración

Después de la primera ola de matanzas, Franco publica en el BOE número 27 de 11 de noviembre de 1936 el decreto 66 que regula la depuración del personal docente y que supondrá el paso a la “caza de brujas”. No se detienen los asesinatos, sino que se abre un nuevo camino a la represión y depuración de los enseñantes a los que se hacía responsables de la «caótica» situación de España. El proceso fue complejo. Todo el personal relacionado con la enseñanza fue suspendido de oficio y se les obligó a pedir su propia depuración. En la solicitud, estaban obligados a explicar sus actividades y afiliación política y sindical, aspectos relativos a su vida privada y una demostración de cual iba a ser su grado de vinculación en la construcción del nuevo Estado.

Esta solicitud se contrastaba con, al menos, cuatro informes diferentes elaborados por el alcalde, el párroco, el jefe de la Guardia Civil y un padre de familia bien considerado. Estos informes fueron la base fundamental sobre la que se asentaron las sanciones: la separación definitiva del cargo, el traslado forzoso del municipio o de la provincia, la suspensión temporal de empleo y sueldo y la inhabilitación para ejercer la enseñanza. El procedimiento general de depuración está bien explicado en la Wikipedia.

Se calcula que entre un cuarto y un tercio de los sometidos a depuración fueron castigados con alguna sanción. Muchos no solicitaron su depuración forzosa, bien porque habían sido asesinados, bien porque se habían exiliado o bien porque no querían ejercer su función al servicio del nuevo Estado. Este es el caso de Miguel Ambrosio Zaragoza, que renunció a ser maestro y se dedicó al dibujo de historietas. Su seudónimo fue Ambrós y fue autor de los dibujos de El Capitán Trueno.

El pasado mes de agosto falleció mi madre, con 91 años. Poco antes de morir le pregunté si se acordaba del nombre de su maestra. Mi madre sólo pudo asistir a la escuela entre los 10 y los 13 años. Con esa edad se tuvo que poner a trabajar. Ochenta años después se acordaba perfectamente de Doña Emilia Erice Condearena, su querida maestra, la que le había enseñado las cuentas y las letras que le habían ayudado a sortear una vida llena de dificultades. Cada vez que hablaba de ella, le brillaban los ojos y la emoción le embargaba. Doña Emilia, además de contagiar a mi madre el amor por aprender, ayudó a mi abuela Escolástica a firmar y a superar la vergüenza que le causaba tener que identificarse con una X.

Doña Emilia fue una invitada especial de la boda de mis padres y su memoria siempre acompañó a mi madre en su vida y en las decisiones que tuvo que tomar cuando muy joven se quedó viuda y con un hijo adolescente a su cargo. En una rápida búsqueda en internet descubrí que había sido maestra en Canfranc durante la República. Militante de UGT y representante del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936. El castigo fue el destierro de su provincia y el traslado a Guipúzcoa, a Beasain, en agosto de 1943. Aquí desarrolló su trabajo con toda la dignidad y vivió con su madre en la casa de los maestros, con un terrible control social por parte de algunos de sus compañeros, muy fieles al régimen y dispuestos a delatar cualquiera conducta inapropiada.

Las cosas que tiene la vida. Este artículo lo he escrito en mi pueblo, en la sala de estudios de la Biblioteca Municipal que se levanta en la antigua casa de maestros, donde doña Emilia Erice, tuvo que vivir su castigo y el consuelo que le daban niños y niñas con tantas ganas de aprender como mi madre. Es posible que algún día esta sala de estudio reivindique la memoria de doña Emilia y de todos sus compañeros que empeñaron sus vidas en lograr una sociedad más justa. ¿Quién sabe? Sería una bonita manera de cerrar el círculo y un acto de justicia."                  (Antonio Somoza Barcenilla, eldiario.es, 06/12/24)

2/12/24

‘Apuntarme con menos nervios y más directamente, porque a mí no me habéis dado ni uno’... el médico que luchó contra el paludismo y fue fusilado por el régimen franquista... Rechazó al cura sin encrespamiento y con la máxima educación, le agradeció el gesto pero lo desvió ‘hacia estos hombres que quizá lo necesiten, padre, puesto que yo, ni he tenido nunca esas creencias o, si las hubiera tenido, hubieran acabado ahora’”... la lucha antipalúdica, que en 1936 estaba a punto de conseguir erradicar la enfermedad en España, se vio enormemente retrasada por la Guerra Civil y por la destrucción sistemática de la obra de los De Buen... su hermano Eliseo, entonces director del Instituto Antipalúdico de Navalmoral de la Mata, fue detenido y apartado de toda investigación

 "Estaba en Córdoba, en el cementerio de San Rafael, bovedilla de adultos, n. 54, fila 1., departamento 2. Pero, 88 años después de su fusilamiento, ya está en Zuera, el pueblo de su padre. Sadí de Buen Lozano, médico parasitólogo, uno de los principales protagonistas de la lucha antipalúdica en España en los años 20 del siglo pasado, ha regresado por fin a casa. Dos de sus nietas, Teresa y Beatriz Biaggi de Buen, acompañadas de sus hijos y de sus propios nietos —uno de ellos, de nombre Sadí, de cinco años, y otro, Giacomo Sadí, de 20— asistieron emocionadas a la inhumación de los restos.

Había nacido en Barcelona, en 1893, así que tenía 43 años cuando fue fusilado en septiembre de 1936. Detenido por los falangistas el 23 de julio, fue encarcelado durante poco más de un mes. Allí escribió algunos textos que pudieron ser recuperados: “Miro el reloj y son las tres de la mañana; me duele el brazo, me duelen las costillas, me duele el reloj”. Sin perder el humor, supo enfrentar la muerte con una entereza que llamó la atención de los presentes la noche de su fusilamiento. Iba consolando al resto de condenados, rechazó el auxilio del cura, y, según el testimonio de un testigo, Carlos Zurita González-Vidarte, entonces joven médico en el Hospital Provincial de Córdoba y ayudante del forense, “durante el transporte se había destacado ya por las palabras de aliento y consuelo, que dirigía a los que les había tocado la misma suerte y le acompañaron en el camión. Rechazó al cura sin encrespamiento y con la máxima educación, le agradeció el gesto pero lo desvió ‘hacia estos hombres que quizá lo necesiten, padre, puesto que yo, ni he tenido nunca esas creencias o, si las hubiera tenido, hubieran acabado ahora’”.

“Aquello acabó de impresionar aún más a los del pelotón”, continúa el joven médico, “y, efectivamente, cuando salió la orden de ¡fuego!, al derrumbarse aquella masa, algunos todavía atados entre sí, y en ese silencio trágico que sucede a todos los actos sublimes (allí se sublimaba mucho, también), nos quedamos aterrorizados al ver cómo de entre aquella masa se levantaba un hombre con otro atado al codo y dirigiéndose al pelotón, les dice serenamente: ‘Apuntarme con menos nervios y más directamente, porque a mí no me habéis dado ni uno’. Y así fue. He pensado muchas veces después sobre ello. Para mí, los hombres del pelotón estaban tan impresionados ante la heroica figura de este hombre que, instintivamente, todos apuntaron a los demás y por igual razón, ninguno apuntó a Sadí de Buen”.

Según el relato manuscrito escrito por María Luisa de Buen, hija de Víctor, hermano pequeño de Sadí, este había llegado a Córdoba el 13 de julio de 1936, de acuerdo a lo publicado en el diario Guion. Trabajaba en el Ministerio de Sanidad como Inspector General de Servicios y la noticia añade que en esos días estaba visitando, junto al doctor Binzo, la inspección provincial de Sanidad, las instalaciones de la zona. Pensaba dirigirse después a Sevilla, pero, tras el golpe de Estado del 18 de julio, fue detenido, según el relato del mismo medio: “Esta tarde se ha realizado en nuestra capital una detención importantísima. La han llevado a cabo dos agentes de vigilancia y el comandante Zurdo. El detenido es el director general de Sanidad don Sadí de Buen. (…) Se cree que el señor De Buen actuaba de agente de enlace entre las milicias marxistas”. Quien le detuvo era Luis Zurdo, comandante de la Guardia Civil tristemente famoso por ser el responsable de los fusilamientos en Córdoba en los primeros meses de la guerra.

Sadí de Buen, ese hombre sereno de 43 años, era el tercer hijo de Odón de Buen, el introductor de la oceanografía en España. Licenciado en medicina, se formó en parasitología con el doctor Gustavo Pittaluga, un médico italiano afincado en España, catedrático de la Universidad Central y precursor de la epidemiología en nuestro país. Alumno brillante, tras doctorarse Sadí de Buen comenzó investigando sobre la lepra, para lo que viajó a la India con una ayuda de la Fundación Rockefeller; a su regreso, ofreció una conferencia sobre el tema, con el añadido de una película, según anunciaba la prensa de la época.

Como parasitólogo, describió la enfermedad de la fiebre recurrente española, además de encontrar el agente causante, la bacteria Treponema hispánica, y el vector que la transportaba, una garrapata llamada Ornithodoros erraticus. También investigó sobre la leishmaniasis, una infección producida por protozoos que son transmitidos por un tipo de mosquitos; de hecho, De Buen describió tres nuevas especies de este tiempo de dípteros.

Pero su gran obra fue el trabajo con Pittaluga para la erradicación de la malaria. Junto al médico italiano, y junto a su hermano Eliseo de Buen, también médico, y otros jóvenes investigadores, encontraron la zona cero de la malaria en España en Cáceres, desde donde organizaron lo que se ha considerado “la primera lucha epidemiológica organizada en nuestro país, desde su inicio a principios del siglo XX, hasta 1964, fecha de la certificación de la erradicación del paludismo en España”, según Balbina Fernandez Astasio, profesora de la Universidad Rey Juan Carlos que ha investigado la historia del paludismo.

Sadí de Buen, que colaboró también con Pittaluga en su cátedra, trabajó después en el Instituto de Higiene Alfonso XIII, que dirigía Ramón y Cajal, y fue miembro de la Comisión Antipalúdica Central. En 1920 se inició la creación de los dispensarios antipalúdicos, de los que crearon 32, y cuatro años después, en 1924, fundó el Instituto Antipalúdico de Navalmoral de la Mata, el gran centro de investigación desde donde consiguieron reducir el impacto de la enfermedad, que en aquellos años ocasionaba pérdidas humanas y económicas enormes. Según los datos de la Inspección para el Saneamiento del Campo, creada en 1910 por el Ministerio de Fomento, debido a esta enfermedad la superficie de cultivo que quedaba infrautilizada al tratarse de terrenos pantanosos ascendía a 400.000 hectáreas, y la morbilidad palúdica se situaba entre 500.000 y 800.000 personas en una población de poco menos de 20 millones. Según escribiría el propio Sadí de Buen en un librito de divulgación de 1922 y publicado por Calpe, El paludismo en el campo, en España “cada año han enfermado 192.700 personas, y en nueve años 1.734.200; es decir, más de un millón y medio de enfermos en nueve años. ¡Qué de pérdidas supone esto para la economía nacional! Y téngase en cuenta que se trata de UNA ENFERMEDAD EVITABLE”.

El proyecto antipalúdico disponía de las ayudas concedidas por la Fundación Rockefeller porque su agente en Europa, Charles Bailey, conocía bien el programa; además, en 1926 visitó el centro de Navalmoral de la Mata de la Comisión Antipalúdica y aseguró que “es la única institución [de España] con la que valía la pena colaborar”. De hecho, la Fundación Rockefeller le concedió una beca a Sadí de Buen en 1926 para ampliar estudios en la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins, en Baltimore, EE.UU., según relata Esteban Rodríguez Ocaña en su libro La acción médico-social contra el paludismo en la España metropolitana y colonial del siglo XX. En los cursos que daban en Navalmoral, con estudiantes de todo el mundo, participó también el médico Pedro Laín Entralgo, que asegura en su libro de memorias Descargo de conciencia que allí pudo comprobar la razón “el gran prestigio mundial que Pittaluga y él [Sadí de Buen] habían conseguido para la parasitología española”.

Como parte de la lucha antipalúdica, además de las medidas que aconsejaban tomar a los habitantes de la zona, los dos hermanos De Buen, como otras personas, consideraban que lo más eficaz podría ser encontrar un pez que se comiera las larvas de los mosquitos que transmiten la enfermedad. De hecho, en 1922 ambos publicaron un artículo llamado “Adaptación en España de la Gambusia affinis”, el sistema que, años después, lograría acelerar el proceso para erradicar la enfermedad. Hasta entonces, entre otras medidas, se recomendaba verter petróleo en las charcas para evitar la proliferación de los mosquitos. Sadí de Buen era miembro de la Comisión de Paludismo de la Sociedad de Naciones, el antecedente de la ONU.

Finalmente, tras muchos intentos, llegaron a España algunos ejemplares de Gambusia affinis, gracias a que el Bureau of Fisheries de EE.UU. envió “un lote de doscientos ejemplares en sendos envases de hoja de lata muy bien dispuestos y acompañados de la conveniente alimentación para la travesía”, según relata Odón de Buen en sus memorias. El problema era conseguir la aclimatación de estos peces, algo que se había intentado en varios países sin éxito.

Un pez contra el paludismo

Sin embargo, Sadí de Buen tenía dos hermanos biólogos y expertos en peces y, de hecho, ya en 1918, su hermano Fernando había publicado, en la Revista de Estudios Científicos del Cantábrico y de Ictiología Marina y Fluvial, insertada en el Boletín de la Sociedad de Oceanografía de Guipúzcoa, un trabajo titulado “La piscicultura como medio de destrucción del paludismo”. Se dieron, pues, las circunstancias, la reunión de conocimientos epidemiológicos e ictiológicos, además de contar con los acuarios del Instituto Español de Oceanografía (IEO), fundado en 1914 por Odón de Buen y en el que, además de Fernando, trabaja otro miembro de la familia, Rafael de Buen, también biólogo marino.

Entre todos ellos lograron aclimatar la especie y soltar ejemplares en las charcas de Talayuela, en Cáceres, una zona en la que el paludismo era muy habitual. Una vez que las gambusias se reprodujeron, se enviaron ejemplares a casi todos los países ribereños del Mediterráneo y hasta la Unión Soviética y Siria. Tal y como escribe en sus memorias Odón de Buen, reivindicando las investigaciones del IEO, “¿cuántas víctimas no habrían arrancado al paludismo que depaupera y empobrece extensas regiones? Solo este servicio compensa con creces los esfuerzos y los gastos de nuestro Instituto”.

Sin embargo, las gambusias son hoy un problema ambiental puesto que, como especie exógena y muy voraz, han competido deslealmente con especies locales. Ya en 1926, muy poco después de haberlas soltado, Fernando de Buen escribió un trabajo sobre su impacto en el que, tras llamar la atención sobre los notables riesgos de la introducción de especies alóctonas, afirmaba que “si no compensara con creces la destrucción intensa de algunos peces indígenas con los efectivos beneficiosos que aporta la Gambusia en la lucha contra el paludismo, verdadero azote de algunas comarcas nuestras, pudiera pensarse seriamente en compensar su supremacía aportando un nuevo factor en las variaciones del número de individuos, la pesca intensiva”.

No se llevó a cabo esa pesca intensiva y hoy, tal y como señala Rafael Calero Berna en El caso de Extremadura y la introducción de Gambusia holbrooki (Girard, 1859) como agente de control biológico, “en la actualidad, G. holbrooki se encuentra incluida en la lista de las cien especies invasoras más dañinas del mundo, elaborada por el Grupo Especialista de Especies Invasoras de la IUCN. Además, ha sido incluida por el Grupo Especialista en Invasiones Biológicas entre las veinte especies exóticas de mayor impacto en España”.

En todo caso, la lucha antipalúdica, que en 1936 estaba a punto de conseguir erradicar la enfermedad en España, se vio enormemente retrasada por la Guerra Civil y por la destrucción sistemática de la obra de los De Buen. Sadí fue fusilado en 1936 y su hermano Eliseo, entonces director del Instituto Antipalúdico de Navalmoral de la Mata, fue detenido y apartado de toda investigación. Le obligaron a trabajar como médico rural en pequeños pueblos de Cáceres y Sevilla, sin poder salir de ellos, hasta que, en 1951 se le concedió el pasaporte y la posibilidad de viajar a México, donde estaba su familia y donde murió en 1986. El retroceso en la lucha antipalúdico fue enorme. Como escribe Balbina Fernández Astasio, “en 1935 estaban en funcionamiento 47 Dispensarios Antipalúdicos atendidos por 44 Médicos especializados y el Entomólogo Juan Gil Collado”. Y, sin embargo, “en 1942 se registraron 276.905 enfermos y 1.801 muertos de malaria. Al año siguiente se contabilizaron 426.000 palúdicos, casi diez veces más que el primer año de guerra”.

Ahora, gracias al tesón de su familia y de la Fundación Odón de Buen, Sadí ha regresado a su pueblo desde Córdoba, “dónde no tenía nada que hacer”, según una de las nietas, Beatriz Biaggi de Buen, que vive en Milán: “Hemos hecho algo que le habíamos prometido a mi madre”. Su madre, Ana María de Buen, uno de los cuatro hijos de Sadí, había nacido en España en 1928 y hubo de exiliarse en 1939 a México, como la mayor parte de la familia De Buen. “No hablaba de esto —dijo en el acto de exhumación la nieta de Sadí, Teresa Biaggi de Buen— pero con su ejemplo nos enseñó qué comportamiento de entrega y bondad tenía nuestro abuelo. Nos enseñó con su silencio.”

La Fundación Odón de Buen ya había traído en 2003 los restos de Odón de Buen, que murió también en el exilio mexicano en 1945, para ser enterrados en el mausoleo que en su honor se habilitó en el cementerio de Zuera, su pueblo natal. También reposan allí los restos de Rafaela Lozano, esposa de Odón y madre de Sadí, que murió en 1941 en Banyuls sur Mer, en la primera etapa del exilio familiar.

El pueblo de Zuera lleva ya muchos años reivindicando la memoria de su hijo más ilustre gracias al empuje de Javier Puyuelo, que fue alcalde de la localidad, y de Mariano del Cos. Diferentes corporaciones han seguido empujando en la misma dirección, incluido el actual alcalde, José Manuel Salazar, y el bautizo del excelente y novísimo buque oceanográfico Odón de Buen, que tuvo lugar el 21 de noviembre en Cádiz, muestra cómo el trabajo por sacar a la luz la figura del fundador de la oceanografía en España ha dado buenos frutos. Se trata de un buen ejemplo de cómo hacer realidad la memoria histórica, de traer al presente a personas que, con mayor o menor éxito profesional, estaban profundamente olvidadas.

En Zuera, sin embargo, los alumnos del colegio público Odón de Buen saben bien quién fue su amigo Odón, a quien cada 18 de noviembre, aniversario de su nacimiento, dedican diversos actos. Sin embargo, tal como dijeron esos mismos niños y niñas en el emocionante acto de inhumación de Sadí el 15 de noviembre, “ha costado mucho encontrar información sobre él”. Con el trabajo de mucha gente, sin embargo, poco a poco se recupera la memoria de quienes han sido injusta y tenazmente olvidados durante demasiado tiempo."

( Antonio Calvo Roy , Rebelión, 25/11/24, fuente eldiario.es)