"(...) Los yihadistas que cometen atentados siempre acaban igual. ¿No nos quedamos sin una parte importante del relato al eliminarlos?
Evidentemente.
Hace poco le pregunté a Philippe Lançon, y me dijo que a él ese relato no le interesaba nada…
Philippe
es amigo mío. Pero a él no le puedes pedir que se interese por eso. A
las víctimas no debemos pedirles que entiendan a los verdugos, porque
eso las destruiría. No po-de-mos. ¡Pero: los que no somos víctimas
tenemos el deber de conocer a los verdugos! ¿Sabes por qué? Porque es la
única forma de combatirlos. Tú no puedes combatir el mal sin
comprenderlo. A mí lo que me interesa realmente, y se lo diría a
Philippe, es entender precisamente por qué estos chavales fueron capaces
de cometer esas barbaridades. Eso me fascina. Yo he intentado entender a
un falangista.
Hace poco me encontré al director de un medio y le
pregunté cómo habían publicado el artículo de un supuesto historiador
que decía que “Javier Cercas blanquea el falangismo”, o el fascismo. Yo
ya contesté a ese sinvergüenza, que vive aquí en Sevilla, por cierto,
aunque es extremeño de origen. En fin, la gente no quiere que entiendas.
Equiparan entendimiento con connivencia?
En
ese caso era pura promoción personal, pero en general no ven que
entender es lo contrario de comprender, es darte las armas para poder
combatir. Con las víctimas hay que estar a muerte, pero es más
importante conocer a los verdugos que a las víctimas. Claro que son
hijos de puta, pero ¿por qué se han convertido en eso? El chico que
atropelló a 19 personas en la Rambla… yo he leído muchísimo sobre eso, y
no descarto meterme en ese asunto, aunque me parece muy pronto. ¿Qué
decía todo el mundo al que entrevistaban? Que era un chaval maravilloso.
No puede ser él, es imposible, repetían. ¿Qué pasó en la cabeza de este
chaval?
¿Qué?
Obviamente, vino un adulto y
le comió el coco. Pero, ¿cómo? Eso es lo que necesitamos saber, y la
gente no quiere. Prefieren pensar que las buenas personas hacen el bien,
y las malas el mal. ¡Mentira! Las buenas personas pueden hacer el mal. Y
eso es muy complicado de explicar. “Todos los franquistas son unos
hijos de puta”. No. Lo que hay que saber es por qué hicieron eso.
Algunos incluso creían que estaban del lado bueno de la Historia…
Ahí
está, pero la gente no quiere eso, quiere tranquilidad. Y están también
quienes pretenden aprovecharse de todo eso. Si tratas de entender a un
falangista, tú eres otro. Y no te digo si es un yihadista. Porque somos
burros, la burricie tiene un poder extraordinario. Y la bestialidad, y
la maldad. (...)" (Entrevista a Javier Cercas, Alejandro Luque, m'sur, 20/01/20)
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