"¿Puede haber poesía después de Auschwitz?"(Adorno).............. "¡Es un deber vivir después de Auschwitz!"(Imre Kertéz).............
31/7/18
Como represalia, decenas de vecinos de Negreira, A Baña y Val do Dubra fueron interrogados, torturados y una docena de ellos condenados a diferentes penas de prisión
24/5/18
Las hermanas ‘Schindler’ gallegas que salvaron a 500 judíos del Holocausto Lola, Amparo y Julia Touza siguen a la espera de ser nombradas 'Justas entre las naciones'
Touza resume la hazaña de su abuela y sus tías como una historia de silencios. “Ellas ayudaban a estas personas de manera desinteresada y nunca lo hicieron público. Tampoco lo contó mi padre. Eran solidarias por naturaleza y no solo con judíos huidos, sino también con prisioneros de la Guerra Civil, a los que daban comida a través de los barrotes de la cárcel”, sostiene.
Solo una placa en su honor
3/10/14
La niñera que se convirtió en madre de un niño judío... y el oficial de las SS que los salvó
Oren, autor de best-sellers, ha reconstruido esta "historia real" en una novela de 400 páginas en la que, además de la adinerada familia Stolowitzky, muestra a otros personajes atrapados por sus asfixiantes circunstancias personales, como el oficial de las SS Karl Rink, que se afilió al nazismo para tener un puesto de trabajo y vio cómo sus correligionarios asesinaban a Mira, su esposa judía, lo que le hizo tomar partido, de forma disimulada y arriesgando su vida, por aquellos a los que le habían ordenado exterminar.
Cuando el conflicto bélico acaba, Gertruda y Michael viven una nueva odisea: embarcan junto a otras 4.500 personas en el célebre barco Exodus, en julio de 1947, en dirección al lugar donde nacerá el Estado de Israel. Michael cuenta que cuando Ram Oren se puso en contacto con él, quería escribir un libro sobre el Exodus e incluir unas líneas de su odisea junto a Gertruda. "Sin embargo, cuando quedamos, hablamos durante horas y al acabar me dijo: 'Michael, nunca había oído una historia tan fascinante". El motivo de su libro había cambiado.
Sin que se trate de una gran novela, el texto narra con logrado realismo acontecimientos históricos como la Noche de los cristales rotos, del 9 al 10 de noviembre de 1938, o la lucha por la supervivencia en el gueto de Vilna tras la invasión nazi.
21/4/14
El Schindler mexicano
23/10/13
-Estoy perseguida. Mañana tendré que entrar en un gueto. Sé la horrible suerte que me espera. -¿Y bien?
14/5/12
La historia de otro Schindler: Albert Göring se dedicó a salvar judíos austríacos. Era hermano del segundo de Hitler, Hermann Göring
Albert dedicó gran parte de su vida a la liberación y al auxilio de los judíos en Austria. Sin embargo, sus hazañas nunca vieron la luz hasta ahora. Setenta años después de la muerte del nazismo, una versión en alemán de su historia ha sido publicada por primera vez en Alemania.
Él les proporcionó dinero y documentos falsos para ayudarlos a escapar en el extranjero, en lugar de ser deportados. Consiguió un trabajo influyente como jefe de las exportaciones de vehículos Skoda y en la fábrica de armas en Brno, en la Checoslovaquia ocupada por los nazis.
En 1944, la Gestapo era consciente de las actividades de Albert y fue condenado a muerte. Su hermano Hermann volvió a intervenir y pidió a Heinrich Himmler, jefe de la Gestapo, que archivara el asunto pero advirtió a su hermano que no le ayudaría más.
14/3/11
La casa refugio de Binucha. Una familia de Narón ocultó en su casa durante años a perseguidos por la dictadura

"Su padre, Rudesindo Díaz, construyó un zulo en la bodega bajo el banco de carpintero donde se ocultaban los perseguidos. Su madre, Benigna Corral, les lavaba la ropa y caminaba kilómetros para comprar bollas de pan en otras parroquias para que nadie se percatase de que alimentaba a demasiadas bocas.
A su hermano, Sindo Díaz, lo ejecutaron contra las paredes de su casa en 1954 por ayudar a escapar al mítico guerrillero mugardés Pancho Martínez Leira.
A ella, cómplice valiente de los suyos, la sorprendió la Guerra Civil con 12 años. Su juventud no impidió que fuera detenida e interrogada durante los años más duros de la posguerra. Cargó con el sufrimiento de su familia y de muchas otras, que pusieron en el refugio de su casa de Cornido, en la parroquia naronesa de O Couto, su última esperanza de una vida libre. (...)
A sus 86 años no le falla la memoria para revivir los días más duros. "Recuerdo el miedo, pero también pequeñas alegrías. Había muchos escapados y pocas casas que los ayudaran.
Apenas la nuestra y otras dos de A Faísca y O Feal, además del médico de Mercé, que curó a muchos", cuenta. Explica que en su casa solían refugiar a tres o cinco personas, que protegían con un muro de discreción y silencio. (...)
La historia de Binucha, sus padres y su hermano Sindo se hubiera diluido en el olvido sin el empeño del dibujante Siro López por darle eco a la memoria de su propia familia, protegida por la de Rudesindo.
Celita, una hermana mayor del escritor ferrolano, volcó los recuerdos de la familia López en una larguísima carta a su amiga Binucha que se publicó como Héroes esquecidos, el primero de los ocho relatos que dan forma a Retallos da Memoria I, un pequeño volumen que la asociación ferrolana Memoria Histórica Democrática editó en 2007 para rescatar algunas de las voces silenciadas durante cuatro décadas de dictadura.
"Fuisteis para nosotros mucho más que buenos samaritanos. Nos disteis de comer y beber, nos acogisteis como amigos y sentisteis como propia, nuestra angustia", escribió Celita a Binucha. A lo largo de 21 páginas, se cuenta como el matrimonio de O Couto ayudó a otras familias a ocultarse y huir.
Rudesindo Corral era carpintero y amigo del padre de Siro López, albañil afiliado a la UGT y actor aficionado que, tras la Guerra Civil, peregrinó durante "tres años y tres meses" por las cárceles de San Felipe (Ferrol) y A Coruña por su fervor teatral de "marcado carácter político-social".
La madre de Siro se refugió con sus hijos en Cornido bajo el ala protectora de Rudesindo. Celita cuenta como Binucha y Sindo era cómplices de sus padres haciendo de "recaderos" de llevar noticias a las madres y esposas de los huidos.
Algunos lograron exiliarse y cada huida era un triunfo. Recuerda a Salgado, un hombre que se ocultó durante mucho tiempo en el zulo y luego regresó con su familia. "Murió en su casa muchos años después y siempre escondido", lamenta. (...)
Su familia también vivió momentos de angustia cuando a un joven guerrillero se le ocurrió disparar la pistola y el estruendo puso a una pareja de la Guardia Civil sobre la pista del lugar donde se ocultaba.Cuando los padres de Binucha enfermaron y fallecieron, ella y su hermano Sindo tomaron el relevo de la casa de O Couto. A Sindo lo sorprendió la muerte el 19 de noviembre de 1954 con 28 años. La Guardia Civil sitió la casa y localizaron al guerrillero Pancho, que se defendió a tiros.
Malherido, logró escapar -murió un mes después- y en represalia, ejecutaron a su amigo y protector. "Lo llevaron a rastras a la parte de atrás. Nunca os dejaron ver el cadáver. El destino no se portó bien ni con Pancho ni con Sindo. Nosotros, estamos en deuda con vosotros", termina la misiva." (El País, Galicia, 12/03/2011, p. 8)