"¿Puede haber poesía después de Auschwitz?"(Adorno).............. "¡Es un deber vivir después de Auschwitz!"(Imre Kertéz).............
23/7/19
El crimen organizado mata en el mundo a tantas personas como las guerras. Desde 2000, los grupos criminales mataron en todo el mundo a casi un millón de personas...
6/7/18
"En Libia, cada noche violaban delante de nosotros a quien iban a matar"
21/12/12
“Se puede comprar un niño a las mafias por 6.000 euros”
3/3/11
"Franchino vació el cargador... sobre aquel muchacho, sacrificado... para su bautismo de fuego. "Ya lo has visto... matarlo era pan comido"
Iba a ser el primer miembro de mi familia, así como el primero de mi barrio, en despegar de tierra. Fui a Capodichino y compré un billete para un vuelo nacional. No me importaba el destino, solo quería que fuese el lugar más lejano de Nápoles. Y para todos nosotros ese lugar era Turín. Hice el vuelo con una gran emoción.
Aterricé, salí, di una vuelta por el aeropuerto y anduve un poco por fuera del recinto, y enseguida di media vuelta. A mi regreso, todos los de mi barrio me recibieron con aplausos. Parecía Gagarin, el primer hombre en viajar al espacio. Todos me preguntaban: "O'Sicco, ¿es cierto que el avión te lleva por encima de las nubes?".
La pobreza de la periferia se convierte en el motor ciego y vertiginoso para hacer despegar a un clan que se estructura en torno a la cocaína. "A nosotros nos podría haber detenido enseguida el Estado, y sin embargo, nos hicimos ricos y poderosos en un abrir y cerrar de ojos. La economía legítima precisa de nuestro dinero ilegal. Hemos tenido talento, aplicado en la parte equivocada de la sociedad...". (...)
EN LA ESCUELA DE HOMICIDAS. "Alcanzamos la cima porque nada nos detenía. No nos amedrentábamos ante nada". La crueldad militar de los clanes de Secondigliano crece conjuntamente con su capacidad de multiplicar el dinero. El hijo de Papele 'e Marano jamás había asesinado a un hombre, tenía que aprender a matar.
Disponer de muchos brazos prestos a disparar durante una faida no constituye solo un elemento de fuerza y orgullo, sino también de seguridad. Además, por muy fiel que te sea un hombre siempre puede acabar por traicionarte, mientras que un hijo, sangre de tu sangre, no te fallará. Ese es el motivo de que exista la escuela de homicidas.
"En la calle Cupa Cardone había un tipo que trapicheaba en un 126 blanco, era dependiente nuestro. Abbinante ordenó a su hijo que le pegase un tiro, algo muy sencillo de hacer. "Vamos, dale, muévete, dale". Franchino vació el cargador del arma sobre aquel muchacho, sacrificado como blanco para su bautismo de fuego. "Ya lo has visto", comentó su padre, "matarlo era pan comido". (...)
Se desencadenó una de las faide más encarnizadas que se han conocido en territorio italiano. En una serie de actuaciones caen abatidos decenas de hombres de ambas bandas hasta que, el 18 de mayo de 1992, Ruocco llega al bar Fulmine de Secondigliano acompañado por un comando de ocho hombres pertrechados de ametralladoras, pistolas, fusiles y granadas, y se cobran la vida de cinco personas.
Entre las víctimas se encuentra Raffaele, el hermano mayor de Maurizio, el capo. Está también Rosario, su otro hermano. Ciruzzo, apodado El Millonario, pierde el juicio y ordena una ejecución prohibida según el código de la Mafia. Liquidar a la madre de Ruocco.
"Los clanes de toda Italia nos hicieron saber que no comulgaban con ese proceder, pero Paolo di Lauro respondió: 'Así es como yo hago la guerra".De este modo, Prestieri se convierte en capo." (Roberto Saviano: Autorretrato de un capo. El País, Domingo, 13/02/2011, p. 6/7)
25/2/11
Los urcas... "Unos gozan la vida; otros la sufren. Nosotros la combatimos"
Allá, hacia barrios como Bender, fueron a parar, desde Siberia, los miembros de una comunidad con carácter y orgullo. Los urcas llegaron un buen día hacia esas llanuras alejados de sus raíces y sus códigos; arrancados del frío de la tierra y el calor de sus guisos, deportados por Stalin en los años treinta. Lo hizo para castigarlos y que otros escarmentaran. Desde entonces, ellos le juraron guerra eterna al comunismo y sus protectores. (...)
No lucía bigote cuando entró en un reformatorio. Como él mismo cuenta en el libro, a los 13 o 14 años, un chaval siberiano en Transnistria ya tiene antecedentes penales por robo, homicidio o tentativa de homicidio. Como buen hijo de una estirpe, ayudaba a sus mayores. Su padre era delincuente y pasaba a su vez largas temporadas en la cárcel.
"Nosotros no somos criminales, ni mafiosos, ni nada. A mi familia, Stalin la depuró. Mató a varios miembros y mandó al exilio a otros. Desde entonces, nuestros mayores decidieron que lucharían contra el comunismo".
Matar a soldados soviéticos era una forma de rebelión. "Por eso nos llamaban terroristas, pero un terrorista es otra cosa". También robaban bancos: "Era dinero del Estado que nos reprimía", asegura Lilin. (...)
Muchas veces aplicaban la justicia por su mano. Como cuando un cabrón violó a su amiga Ksusia, aquella niña rusa pecosa de ojos azules que él sabía proteger como nadie y que cayó en las garras de un animal.
O como la vez en que, en el reformatorio, una banda de ladrones se cepilló sin descanso a un joven a quien llamaban Marina.
Fue una experiencia demasiado cruel incluso para la creencia siberiana. Aquella para la que un homosexual sufre un "mal de carne" que se transmite por la mirada.
En esos casos, y para evitar abusos sobre los débiles y los indefensos, Lilin cree que la violencia es necesaria. "Yo nací en un lugar en el que la violencia era una forma de comunicación. Es mala, pero hay veces en las que no tienes otra forma de manifestarte. No hay otra manera de sobrevivir.
En la guerra creíamos que quien ejerce la violencia contra otro se lleva a la víctima consigo". Tampoco le gusta que le llamen criminal, pese a que es un apelativo que él aplica en su libro.
"No lo soy, eso es una palabra ofensiva para los míos. Si la utilizo como expresión en el texto es para explicar que somos criminales honestos. Yo odio el crimen y odio el dinero. Es lo que ha acabado con mi gente", comenta. (...)
La muerte no representa ese terror paralizante en torno al que todo gira en otros lugares. Menos cuando se ha afrontado cara a cara: "Matar a un ser humano puede llegar a ser algo natural. Es fácil, aunque sea difícil de entender.Si llegas a hacerlo es porque te has visto obligado a ello. Cuando vas a la guerra, como yo, en Chechenia, sabes que no vas a tomar café. Matas o te matan. La cuestión es quién cae primero".
Hay otras muertes y delitos que le impresionan más: "Las que producen a cientos de miles de personas un tío tomando una decisión en un despacho, o cuando desde un banco, con una orden, se mueve dinero de un lado a otro y dejan a millones de inocentes sin trabajo". (...)
Pero Lilin no ha escrito Educación siberiana por eso. Sino para dejar patente una identidad lejana y agónica, un mundo aniquilado y olvidado sobre todo por sus hijos.
"Ya no existe el mundo de nuestros abuelos. Los jóvenes ignoran sus códigos y sus reglas. Cuando yo le pedí permiso al mío para poder contar lo que cuento se alegró mucho. Me dijo que así todo lo que había ocurrido con ellos, todo su sufrimiento, cobraba sentido".
En ese mundo, el significado de muchas palabras adquiría sentidos muy profundos. Era un lugar en el que los criminales se hacían un corte en la mano con una pica. La misma arma que podría acabar con quien osara traicionar su palabra.
A Lilin, un bandido amigo de la familia le hizo ese corte una vez: "Para ti, que el señor te ayude y tu mano se vuelva fuerte y decidida", le dijo. (...)
Pero lo más importante es la honestidad entendida como ellos la quieren ver. "Ser honesto es crucial". ¿Y eso qué es para un urca? "Significa no ser egoísta, pensar en los demás. No poner el resto del mundo en segundo lugar. Quien piensa que puede sobrevivir solo y no le importa qué le rodea no es honesto". (...)"El problema de la mafia rusa es que la gente en Europa no alcanza a comprender su dimensión. Cuando cayó el muro de Berlín no sólo supuso la liberación de toda una gente pobre oprimida. Se abrió la puerta a una gran organización criminal. No sabéis lo que hicisteis con aquello. (...)
Esa afición por el arte, por la literatura y esa conciencia permanente de muerte, violencia e instinto para sobrevivir lo definen. Lo mismo que a todo su pueblo, tal y como reza un antiguo proverbio siberiano que él ha colocado como cabecera de su libro: "Unos gozan la vida; otros la sufren. Nosotros la combatimos". (El País Semanal, 07/03/2010, p. 52 ss.)
16/11/10
La trata de blancas
Antes de colgar, dice que a las cuatro y media de la tarde las quiere como un clavo prostituyéndose, de lo contrario, les advierte, "vais a correr las dos".
Un día, las dos jóvenes bajaron al bar de al lado del burdel donde eran explotadas "en zapatillas y bata" a celebrar el cumpleaños de Olena y se bebieron una botella de vino. Los hombres la castigaron. "Me dijeron: 'Ahora llama a tu madre a ver cómo está'.
Y la llamé. Estaba llorando y me suplicó que no me escapase porque dos hombres muy fuertes la habían ido a amenazar. Temía por la vida de mi hijo, de su nieto". Olena asegura que le dieron una paliza y la trasladaron a otro club, donde la explotaban sin contemplaciones. (...)
"Cuando teníamos la regla nos teníamos que poner una esponja dentro para que no se notase. Una vez la metí tan adentro que me provoqué una hemorragia. Les llamé para decirles que no podía trabajar. Me dijeron que limpiase la esponja y me la pusiese de nuevo tantas veces como hiciese falta", cuenta Olena.Es hoy, y aún tiene pánico a los dos hombres: "Cuando suena un teléfono con la misma melodía que tenía el móvil desde el que me llamaba Víctor, aún se me ponen los pelos de punta". (...)
De haber tardado más, no se sabe la envergadura que habría podido tomar la supuesta red de explotación. Las escuchas recogen conversaciones de Nicanor con una mujer de Ucrania donde hablan de la posibilidad de llevar a más chicas a España. Incluso le ofrece adolescentes de 17 años. Con otro individuo se refiere a "coches" de Tailandia, Bulgaria, Polonia... La policía, sin embargo, pudo frenar la trama antes de que fuese a más." (El País, 16/11/2010)
1/9/10
El crimen organizado mexicano se ceba con los inmigrantes 'sin papeles'
Ese fue el primer susto. Dos horas después, el tren siguió su ruta al Norte. Y en él, colgados en racimos entre los vagones o en los techos, decenas de inmigrantes centroamericanos. A las cinco de la mañana avistaron Tierra Blanca, aún en Veracruz, pero ahí Carlos no corrió tanta suerte.
"El tren estaba parado cuando llegó alguien a quien llamaban El Gordo con seis hombres, en un carro verde. Al coyote le permitieron apartar a su gente. A los que viajábamos solos, los seis pistoleros nos decían que si no aportábamos un número telefónico de parientes en Estados Unidos nos iban a matar. Los que se negaron fueron tableados. Dos intentaron escapar y los asesinaron. Como yo soy bien pacífico, di el número para que me no hicieran nada", cuenta Carlos por teléfono. (...)
En su intento por llegar a EE UU, el entrevistado -que habla a condición de que no se revele su identidad- resume que en su viaje vio cómo mataron a cuatro personas, se encontró cadáveres tirados en basureros y pasó hambre tres días en una casa de seguridad atestada de centroamericanos.
La parsimonia con que cuenta que sus parientes enviaron telegráficamente 1.000 dólares para pagar por su libertad solo se pierde cuando se le pregunta si no había policías cuando los secuestraron: "No hicieron nada, solo se nos quedan viendo, ellos le avisan a El Gordo que ya llegó el tren". (...)
El balance, siete días después, cabe en unas cuantas líneas poco novedosas: los autores de la matanza fueron Los Zetas (era más que sabido que este grupo, además de dedicarse al narcotráfico, domina las redes de extorsión y secuestro de los sin papeles); como no podían pagar su rescate, a los indocumentados se les propuso, de acuerdo con el testimonio del único sobreviviente, enrolarse en la organización criminal (tampoco táctica nueva); se habrían negado y los mataron. De los 31 identificados, 14 son hondureños, 12 salvadoreños y cuatro guatemaltecos. Hay además un brasileño. Y el sobreviviente, ecuatoriano. Hay otro dato: el agente que dirigía la investigación desapareció, junto con un policía, el 25 de agosto, un día después del hallazgo de los cadáveres.
Cuando se le pide que defina lo que para él es México, Carlos dice que es "un cementerio de centroamericanos, que solo andan buscando una vida mejor. Aquí la mercancía son los inmigrantes".
Las ganancias de ese negocio rondan los 25 millones de dólares al semestre, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). Su más reciente informe sobre secuestro y extorsión, realizado en 2009, contabiliza 9.758 testimonios de migrantes que habían sido víctimas de esos delitos solo en el semestre estudiado.Un refugio sin horarios
El reloj no marca hora de cierre en Belén Posada del Migrante. Antes no era así, pero la llave se dejó de echar cuando se volvieron frecuentes los casos de sin papeles que saltaban la barda en su huida de los secuestradores que los perseguían. Antes tampoco permitían que nadie estuviera más de tres días. Pero en 2009 eso cambió.
"¿Cómo echarlos cuando una mujer violada 70 veces, o alguien golpeado y retenido durante semanas tardan en recuperarse?", se cuestiona el sacerdote diocesano Pedro Pantoja, de 66 años, que atiende desde hace una década este espacio de acogida en Saltillo, Coahuila (norte de México). "Las primeras palabras que los migrantes pronuncian son 'tengo mucha hambre'.
Así que lo que hacemos es darles algo de comer, sin importar la hora que sea. Luego, dormirán el tiempo que necesiten". Ubicada a 100 metros de las vías del tren, Belén Posada del Migrante es uno de los 42 centros de este tipo que conforman la red de la Comisión Episcopal de Movilidad Humana, un sistema que alberga diariamente a unos 5.000 sin papeles.
"Los migrantes viven en una psicología de guerra, guiados por sus instintos de búsqueda, seguridad y esperanza. A los que han sufrido les damos ayuda psicológica. Ya luego, los preparamos. Tenemos un ingeniero que les da cursos sobre el desierto, sobre cómo caminar, cómo cruzar el río Bravo, cómo respirar para cansarse menos, cómo evadir a Los Zetas. Es una capacitación para el viaje", explica el padre Pantoja vía telefónica." (El País, 31/08/2010)
21/2/08
Las buenas intenciones y el tráfico de marihuana
“Si las reglas cambiaran, cambiaría el juego. Entonces alguien podría empezar a aportar soluciones. "Si se legalizara la marihuana, por ejemplo, no tendríamos que acudir al traficante que acapara el tablero". Un tablero donde manda la hipocresía. "Claro, porque muchos de los chicos universitarios que van a hacer trabajo social en las favelas compran la marihuana al traficante". La diferencia además se acentúa con otras contradicciones: "Si los guardias encuentran a un niño de las favelas vendiendo, lo acribillan y punto. Si descubren a un niño rico, que también trapichean con ella, se la quitan y le dicen: 'Vete y no vuelvas a hacerlo".