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24/1/24

El perverso uso de Auschwitz para justificar un genocidio... viendo que quienes por allí desfilan contribuyen a mantener vivas las brasas que iniciaron aquel fuego, atenta contra el fin con que se creó el memorial. Lo hemos visto esta semana con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz-Ayuso, con el magnate y propietario de la red social X, Elon Musk, y con el ultraderechista norteamericano Ben Shapiro... Ayuso relacionó a personas migrantes con la delincuencia y con la transmisión de enfermedades... Elon Musk da vía libre al odio en su red social y reproduce él mismo discursos racistas, y hasta variantes de la teoría nazi del Gran Reemplazo... Ben Shapiro, tiene una larga lista de declaraciones que, cambiando el sujeto y poniendo judío donde él dice musulmán, parecerían haber sido sacadas de cualquier panfleto nazi... Si hay algo que los une, además de sus declaraciones racistas, su ideología de extrema derecha y su alianza y compadreo con otros fascistas, es su apoyo explícito al apartheid israelí y al exterminio que se está cometiendo en Gaza... Israel no ha dejado de usar el Holocausto como excusa para perpetrar una limpieza étnica en Palestina y blindar su proyecto colonial ante cualquier crítica. Muchos supervivientes de la Shoah y sus descendientes llevan años denunciándolo, así como la acusación de antisemitismo para silenciar y criminalizar a quien se oponga a las políticas de Israel... Auschwitz y el resto de los memoriales del Holocausto son una buena lección de la que aprenden cada día miles de personas, pues saben que ese horror podría repetirse en algún momento si no se pone freno al odio, al racismo y al fascismo. Por eso son millones de personas en todo el mundo las que se manifiestan cada semana por un alto el fuego y contra la masacre y la limpieza étnica en Palestina. Porque aprendieron la lección y empatizan con las víctimas

 "Visitar el campo nazi de exterminio de Auschwitz-Birkenau es una de las cosas que debería hacer toda persona al menos una vez en la vida. El recinto todavía conserva gran parte de su estructura, con esas alambradas características que hemos visto en decenas de películas que recrean el horror que allí y en tantos otros lugares cometieron los nazis. Los barracones, las vías del tren y su característica entrada te provoca un escalofrío inenarrable. Como todo museo dedicado al Holocausto nazi, está perfectamente documentado y explicado cómo empezó todo, la sucesión de los hechos: desde el antisemitismo que corroía Europa durante siglos, y que ya se había manifestado en múltiples pogromos, hasta el exterminio industrial de seres humanos.  

Convertir un escenario tan atroz en un espacio de memoria es imprescindible para vacunar a las nuevas generaciones de aquello que hizo posible este horror. Sin embargo, viendo que quienes por allí desfilan para sumarse al duelo contribuyen a mantener vivas las brasas que iniciaron aquel fuego, atenta contra el fin con que se creó el memorial. Lo hemos visto esta semana con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz-Ayuso, con el magnate y propietario de la red social X, Elon Musk, y con el ultraderechista norteamericano Ben Shapiro.   

Hay quienes visitan Auschwitz y lo convierten el lugar en un decorado para sus selfies, y también quienes ostentan cargos públicos y se dedican a promover el odio. Estos últimos van allí creyendo que así pueden seguir haciéndolo sin posibilidad de que los llamen nazis o amigos de los nazis. Cabe recordar que pocos días antes de esta visita, Ayuso relacionó a personas migrantes con la delincuencia y con la transmisión de enfermedades.  

Elon Musk ha promocionado en sus redes a más de un supremacista blanco, da vía libre al odio en su red social y reproduce él mismo discursos racistas y LGTBIfóbicos y hasta variantes de la teoría nazi del Gran Reemplazo. El magnate tiene una larga lista de publicaciones abiertamente antisemitas, algo que varios internautas, algunos de ellos judíos, le han recordado estos días. Más recientemente, Musk había dado la razón públicamente a un usuario de su red social que aseguró que los judíos odiaban a la raza blanca: "Usted ha dicho la verdad real", dijo el magnate. Poco después, tras ser acusado de antisemita, pidió disculpas. Esta semana visitó Auschwitz y fue invitado a hablar en un congreso contra el antisemitismo.  

La estrella mediática de la extrema derecha, Ben Shapiro, tiene una larga lista de declaraciones que, cambiando el sujeto y poniendo judío donde él dice musulmán, parecerían haber sido sacadas de cualquier panfleto nazi que algún día decoró las paredes del campo de exterminio al que fue invitado esta semana.  

Shapiro es un racista declarado, por mucho que pose afligido entrando a Auschwitz. "Los árabes palestinos han demostrado su preferencia por los atentados suicidas antes que por los retretes que funcionan", dijo en un artículo hace unos años.  

Los tres, Musk, Ayuso y Shapiro, visitaron el lugar durante su viaje para participar en una conferencia sobre antisemitismo en la ciudad polaca de Cracovia, organizada por la Asociación Judía Europea. Si hay algo que los une, además de sus declaraciones racistas, su ideología de extrema derecha y su alianza y compadreo con otros fascistas, es su apoyo explícito al apartheid israelí y al exterminio que se está cometiendo en Gaza.  

Israel no ha dejado de usar el Holocausto como excusa para perpetrar una limpieza étnica en Palestina y blindar su proyecto colonial ante cualquier crítica. Muchos supervivientes de la Shoah y sus descendientes llevan años denunciándolo, así como la acusación de antisemitismo para silenciar y criminalizar a quien se oponga a las políticas de Israel.  

El video del profesor y escritor Normal Finkelstein, cuyos padres acabaron en un campo de concentración, y gran parte de su familia fue exterminada por los nazis, respondiendo a varios estudiantes que reprochan su apoyo a Palestina siendo judío, muestra perfectamente la trampa de quienes pretenden escudarse en el Holocausto para justificar cualquier atrocidad cometida por Israel. Así lo documentó en su libro ‘La industria del Holocausto’, donde expone la explotación del sufrimiento de las víctimas de la Shoah para inmunizar a la política de Israel contra toda crítica.  

También la gran cantidad de judíos que han alzado su voz contra el genocidio y el régimen israelí pone en entredicho la interesada relación que hacen los sionistas entre el pueblo judío y el Estado de Israel. Esta asociación encuentra cada vez más dificultades para sostenerse debido al desmarque de judíos de todo el mundo del proyecto sionista.

El congreso al que fueron invitados Ayuso, Musk y Shapiro se convirtió en un evento de propaganda y apoyo explícito a la acción militar de Israel. Al menos su cuenta en la red social X así lo acredita difundiendo las declaraciones de varios de los oradores en esta línea: "Creo que la situación está cambiando a pesar del hecho de que tenemos muchos enemigos. La comunidad judía tiene que pensar quiénes son hoy sus aliados. Los izquierdistas están por los derechos humanos pero apoyan a Hamás. ¿Cómo es posible que Sudáfrica nos imponga lo que es el genocidio?" dijo Riccardo Pacifici, vicepresidente de la Junta de líderes judíos de EJA para Italia y el patrimonio judío.  

Pacifici trata así de relacionar a toda la comunidad judía con Israel, a pesar de la gran cantidad de judíos que ni vive en Israel ni se siente representada por dicho proyecto. Es más, sobre las alianzas que sugiere y en las que descarta a la izquierda, acusándola de apoyar a Hamás, escribí recientemente un reportaje explicando la defensa de Israel que hacen hoy los principales partidos de extrema derecha. Y para colmo, desprecia con esa arrogancia supremacista a Sudáfrica por su iniciativa de llevar ante la justicia internacional los crímenes de Israel.  

Ayuso también habló en dicha conferencia. Se vanaglorió de haber parado las iniciativas de boicot a Israel y de haber legislado contra el antisemitismo, así como de la futura construcción de un museo judío en la capital. 

La derecha española, y Ayuso como bandera, demuestra que se puede reivindicar a la vez a quienes expulsaron a los judíos de España, como los Reyes Católicos, o dedicar calles a los voluntarios españoles de Hitler, como la División Azul, y a la vez arrogarse la defensa del pueblo judío. "Es Hamas y no Israel quien pretende exterminar a todo un pueblo", remató.  

La victimización del Estado de Israel, cuyo ejército es uno de los más poderosos del planeta y que está apoyado y financiado por las principales potencias occidentales, es también uno de los mantras en esta conferencia. "Hay gente que ha venido de Oriente Medio que ha traído el odio con ellos", afirmaba el ex primer ministro socialdemócrata sueco y presidente del Partido Socialista Europeo, Stefan Löfven. Aunque matizó que Israel también debería aceptar las críticas.  

Otro de los presentes fue el ex ministro de Italia, Matteo Renzi, quien llamó "batalla por la civilización" a la acción militar israelí en Gaza. El multimillonario Elon Musk, a quien ha exhibido profusamente la cuenta oficial del congreso afirmaba que en sus círculos no ve demasiado antisemitismo, que tiene muchos amigos judíos, y que le petaba la cabeza ver tantas manifestaciones ‘de apoyo a Hamás’ en Occidente, refiriéndose a las marchas por Palestina y contra el genocidio. "No habrá paz si no se pone fin al adoctrinamiento. Cuando estuve en Israel, esa fue mi principal recomendación", dijo Musk. "Entiendo la necesidad de invadir Gaza y es lamentable que muera mucha gente, pero lo más importante que hay que garantizar después es que cese el adoctrinamiento". 

Estas son solo algunas declaraciones que la propia cuenta de la red social X de la organización del congreso sobre antisemitismo ha publicado y destacado. Parece así pues que el evento no era más que un respaldo explícito al genocidio que se está cometiendo en Palestina, usando de manera perversa el recuerdo del Holocausto.  

A pesar de ser una estrategia habitual, que haya tenido lugar en el mismo momento en que Israel alcanza la cifra de 25.000 asesinatos en poco más de 100 días, la mitad niños, desvela todavía más la hipocresía y la banalidad con la que se instrumentaliza un episodio tan grave y atroz como fue el Holocausto.  

Pero es también signo de una derrota propagandística, de un relato fallido. Cuando tan solo la ultraderecha y las élites occidentales te apoyan, y cuando una gran parte de tu comunidad deserta de tu proyecto, solo te queda la acción militar y la imposición por la fuerza.  

Auschwitz y el resto de los memoriales del Holocausto son una buena lección de la que aprenden cada día miles de personas, pues saben que ese horror podría repetirse en algún momento si no se pone freno al odio, al racismo y al fascismo. Por eso son millones de personas en todo el mundo las que se manifiestan cada semana por un alto el fuego y contra la masacre y la limpieza étnica en Palestina. Porque aprendieron la lección y empatizan con las víctimas.  

A los defensores de la guerra y de este nuevo exterminio solo les queda invitar a viejas figuras de la política occidental y a magnates racistas para que traten de salvar su proyecto de la derrota propagandística que ellos mismos han propiciado por su ambición y su arrogancia."

(Miquel Ramos, Público, 23/01/24)

23/1/24

La banalidad del mal... mientras las bombas, las enfermedades y el hambre se ceban con Gaza... Isabel Díaz Ayuso visita el campo de exterminio de Auschwitz... que se ha convertido en estos días en una de las actividades predilectas de todo tipo de personalidades, empresarios y políticos, que no quieren dejar dudas sobre su apoyo a Israel... dejando claro su apoyo al genocidio palestino... pura miseria moral

 "Un paseo con cámaras por el campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, transformado en museo de la memoria, se ha convertido en estos días en una de las actividades predilectas de todo tipo de personalidades, empresarios y políticos que no quieren dejar dudas sobre su posición en la guerra abierta entre Israel y la población palestina. 

Este 21 de enero era el turno de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que paseaba por este campo de concentración cuando faltan unos días para que se celebren los 79 años de su liberación por tropas soviéticas. Por el complejo Auschwitz-Birkenau, situado a una hora de Cracovia (Polonia), pasaron 1,3 millones de personas y fueron asesinadas por el régimen nazi un millón de judíos. “Es algo que no debemos olvidar, que no fue hace tanto tiempo ni tan lejos, en un lugar como este se perdió la dignidad”, dijo Díaz Ayuso.

Un día después le tocaba el turno al hombre más rico del planeta, Elon Musk, que visitaba las instalaciones respondiendo, al igual que Ayuso, a la invitación de la Asociación Judía Europea para poner en el centro del debate lo que llaman un aumento del antisemitismo en el continente. Musk había estado en el centro de las críticas del lobby sionista y del propio Israel después de unos cuantos deslices: no solo respondió "Has dicho la verdad” a un comentario en Twitter en el que un usuario acusaba a los judíos de odiar a los blancos sino que llegó a ofrecer Starlink para proveer internet a la Gaza bloqueada. No tardó en desdecirse. Definió aquel comentario como “el más tonto de su vida” e hizo unos cuantos ajustes en su propuesta inicial de romper el bloqueo israelí en Gaza: después de reunirse con Benjamín Netanyahu firmó un acuerdo para que Starlink provea internet en Israel y Gaza, eso sí, bajo la rígida supervisión del Estado israelí.

La confusión entre antisemitismo y antisionismo, alentada por el lobby sionista y Tel Aviv, vivió un nuevo episodio en Alemania, donde las autoridades y muchas de las organizaciones convocantes prohibieron a manifestantes propalestinos participar en la marcha que reunió el 21 de enero a más de un millón de personas para protestar contra el racismo y las propuestas anti inmigración de la extrema derecha. “Es puro racismo y discriminación”, decía uno de los integrantes de Palestinians and Allies, un colectivo de palestinos y alemanes de Berlín solidarios con la causa palestina que denunció su exclusión de la marcha.

Mientras tanto, continúan las deliberaciones entre los jueces de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, el máximo tribunal vinculado con Naciones Unidas, para dilucidar si hay suficientes indicios de genocidio como para exigir un alto el fuego cautelar. Entre estos indicios de genocidio recogidos, la acusación sudafricana apuntaba a “la violencia reproductiva infligida por Israel a las mujeres palestinas, los recién nacidos, los bebés y los niños”. Y no se trata solo del número de menores gazatíes asesinados por las fuerzas israelíes, que ya superan los 11.000 según fuentes palestinas. Ni el número de amputaciones que sufren diez niños al día en operaciones realizadas en muchas ocasiones sin anestesia ni antibióticos, según Save the Children

Según reportan trabajadores de la salud en Gaza, los abortos espontáneos y muertes de recién nacidos han experimentado un aumento del 300% desde que comenzaron los ataques israelíes. La falta de suministros médicos y condiciones higiénicas, una alimentación deficiente, la falta de sueño y el estrés causado por los bombardeos ha hecho que los abortos y las muertes de recién nacidos se multipliquen. La falta de medios llega al punto de que muchas cesáreas se deben realizar sin material esterilizado, sin anestesia ni medicamentos para prevenir infecciones. La recuperación se realiza en ambientes hacinados, peligrosamente expuestos a todo tipo de complicaciones postparto.

Una realidad confirmada por Médicos sin Fronteras, organización que narraba algunas de las historias de mujeres que han perdido sus hijos entre las bombas israelíes y un sistema sanitario devastado. Maha acudió a un hospital cuando comenzaron las contracciones, pero todas las salas estaban llenas y tuvo que volver a su tienda. Dio a luz en las letrinas más cercanas. Pero su hijo no sobrevivió.

En toda la mitad norte de Gaza, detallan desde Médicos Sin Fronteras, los hospitales “apenas funcionan o no funcionan en absoluto”. En el sur, el 11 de enero todavía había nueve instalaciones “parcialmente funcionales”, entre ellos los dos grandes hospitales generales, situados en Khan Younis, ciudad actualmente bajo asedio israelí. El hacinamiento, la falta de agua potable, la deficiente gestión de la basura y la ausencia de condiciones de higiene está generando el crecimiento de enfermedades graves, como la Hepatitis A o la ictericia, según esta organización humanitaria.

Mientras, las Fuerzas de Defensa Israelíes concentran sus ataques en el sur de la Franja de Gaza, avanzando por la ciudad de Khan Younis con reportes de ataques a hospitales, ambulancias y escuelas, donde se refugian miles de civiles. Una ofensiva que ha causado más de 200 muertos en las últimas 24 horas y que ha venido acompañada del corte de comunicaciones más largo desde que comenzaron los ataques contra la Franja. Según denuncia la agencia de refugiados de la ONU —que ya suma 151 integrantes asesinados—, Israel sigue impidiendo “la respuesta humanitaria y restringe el acceso a la información que salva vidas”. 

Según cifras de esta organización, más de 25.000 palestinos han sido asesinados en Gaza desde el 7 de octubre y 62.108 han resultado heridos desde el 7 de octubre. En Cisjordania, la cifra alcanza los 355, entre ellos 90 menores de edad. "                (El Salto, 23/01/24)

19/10/23

Una rave junto al campo de concentración, es la expresión grosera que define de manera precisa el conflicto entre Palestina e Israel... Una sociedad que asume con normalidad realizar una fiesta al lado de un campo de concentración es un ejemplo perfecto de la banalidad del mal... otro, era la atracción turística para judíos de todo el mundo, llamada 'Gaza border experience', en el que se llevaba a los turistas a hacerse fotos junto a la valla. Incluso los llevaban a pasear en carritos de golf junto a los tanques que patrullan el área de exclusión manteniendo a los gazatíes entre la valla y el mar. Una experiencia completa (Antonio Maestre)

 "A solo tres kilómetros de la frontera del mayor campo de concentración de la historia contemporánea, que es Gaza, se estaba produciendo este sábado un festival de música por la paz. Lo sabemos porque fueron uno de los objetivos principales de los terroristas de Hamás cuando realizaron su incursión en Israel asesinando a muchos de sus participantes. El horror llegó a la fiesta y nadie merecía ese final porque, como dice la periodista israelí Amira Hass, el derramamiento de sangre no sabe de fronteras. Esa rave es una expresión grosera que define de manera precisa el conflicto entre Palestina e Israel. Una concreción inmoral que ayuda a comprender la relación de occidente con el sufrimiento del pueblo palestino. Una sociedad que asume con normalidad realizar una fiesta al lado de un campo de concentración es que ha metabolizado aquello que sufrió, la banalidad del mal.

La guerra es sucia, dura y cruel. Sobre todo, es injusta. Los terroristas de Hamás no preguntaron a quien asesinaron sus opiniones políticas, del mismo modo que un soldado israelí no discriminaría a Juan Soto Ivars por verle ese pelito si se cruzara con él en una calle de Gaza en medio de una redada. Sí, iba a darse cuenta de lo que iba a ser una cancelación de verdad, porque estos canallitas se creen que los defensores del orden y la seguridad no iban a sufrir la represión de las fuerzas del orden si les pillara alguna vez en la calle haciendo su trabajo. Se piensan que solo mueren bajo esas premisas los "buenistas" de izquierdas.

Israel comenzó un proceso de limpieza étnica en 1948 que dura hasta nuestros días. Lo que Ilan Pappe llama genocidio permanente. No hay una sola piedra, pueblo, villa o suceso que haya sucedido hoy y que no tenga su representación en un conflicto centenario para ayudar a comprender por qué una milicia como Hamás entra a realizar un ataque tan brutal como hizo el sábado. Una de las ciudades atacadas por Hamás fue Sederot, una ciudad de Israel que se encuentra a 1 km de la franja de Gaza. Esta ciudad antes fue una aldea palestina que sufrió el proceso de limpieza étnica en 1948. Donde ahora está la ciudad israelí de Sederot hubo un tiempo en el que estuvo la aldea palestina de Najd. Un pequeño asentamiento que la Brigada Negev arrasó en 1948 y de la que expulsó a sus 719 habitantes a los los campos de refugiados donde ahora se encuentra la Franja de Gaza. Uno de esos campos de refugiados es el de Jabalia, que ha sido bombardeado en represalia por las fuerzas aéreas de Israel, porque los campos de refugiados que surgieron de la limpieza étnica de 1948 ahora son ciudades bombardeadas por los mismos que los provocaron continuando ese proceso genocida.

 Ese proceso de expulsión de los palestinos de multitud de aldeas que ahora ocupan colonias y pueblos israelíes es el que permite realizar una rave a tres kilómetros de la valla que separa Gaza de Israel. No solo hacen fiestas, en el kibutz de Kfar Azar, que fue uno de los arrasados por los terroristas de Hamás y de donde salió la noticia falsa de los 40 bebés decapitados, había una atracción turística para judíos de todo el mundo. Lo llamaban 'Gaza border experience' y en el espectáculo se llevaba a los turistas a hacerse fotos junto a la valla que mantiene encerrados en un campo de concentración a más de 2 millones de personas, incluso los llevaban a pasear en carritos de golf junto a los tanques que patrullan el área de exclusión manteniendo a los gazatíes entre la valla y el mar. Una experiencia completa.

Uno de los problemas fundamentales del conflicto es la humillación sistemática a la que Israel y una buena parte importante de su población, sobre todo los colonos, han sometido a los ciudadanos de Gaza y Cisjordania hasta convertirlo en un zoo y un espectáculo a donde llevar a sionistas de todo el mundo como si fuera un parque temático. Es normal tener esa apreciación del pueblo palestino cuando el ministro de Defensa Yoav Gallant avisó a la población civil de que los trataría como animales. Estos días hemos visto a analistas en España diciendo que el ataque terrorista de Hamás no se puede mirar como una parte más del conflicto, como si pudiéramos extirpar 50 años de ocupación, represión, asesinatos y crueldad para entender por qué unas milicias entran con parapentes desde Gaza a asesinar a todo aquel que se encuentran por su camino. Es una buena manera de limpiar sus conciencias para no reconocer que durante años han mirado para otro lado cuando Israel cometía crímenes de guerra contra la población civil y así evitar reconocer que tiene una concepción racista del dolor. Un niño israelí les duele, uno palestino es escoria desechable.

Es comprensible adoptar esta posición para poder vivir consigo mismo, lo entiendo, son los mismos que están defendiendo de manera radical el derecho de Ucrania a expulsar de su territorio al invasor ruso. Un derecho a la defensa que comparto y he defendido. Pero la hemiplegia moral que no se alcanza bien a comprender es aquella que impide aplicar ese mismo principio a la población palestina contra Israel. No se puede equiparar a Hamás con Palestina, dicen para lavar sus complejos, sin entender que Hamás es una expresión radicalizada de la humillación sistemática que Israel comete sobre Palestina. Los crímenes de guerra de Hamás son una creación sionista, lo son porque los niños gazatíes no tienen otra salida que resistir ante el invasor de cualquier modo posible, los violentos también, aunque no sean los únicos. Los palestinos también fueron masacrados en su marcha pacífica a la frontera en 2018. ¿Lo recuerdan? Nada, qué van a recordar.

Los palestinos son un pueblo entrañable que merece toda nuestra defensa solo cuando asumen de manera pasiva el martirio de décadas de opresión de Israel, si mueren, si son masacrados, si se mantienen quietos en su campo de concentración merecen todo nuestro respeto. No haremos nada por ellos, no levantaremos la voz contra Israel, no denunciaremos sus crímenes de guerra, pero les reconoceremos la legitimidad de su sufrimiento. Mientras sigan sufriendo. Pero si resisten, si se rebelan, si se atreven a devolver solo una parte ínfima del dolor que les causamos, entonces solo serán unos terroristas que merecen ser arrasados y aniquilados."                    (Antonio Maestre, blog, 11/10/23)

12/1/18

Seinfeld acude a un campamento que enseña a matar palestinos

"El popular cómico Jerry Seinfeld, creador de la exitosa serie homónima de los noventa, acudió en navidades a un campamento militar israelí en Cisjornadia, zona principal del conflicto entre Israel y Palestina, para aprender técnicas marciales y realizar prácticas de tiro. La noticia se ha sabido por una publicación en Facebook de Caliber 3, campo que recibió la visita del actor de Brooklyn.

Este acontecimiento ha producido un gran revuelto en redes sociales hasta el punto en el que la organización acabó borrando las fotos de Seinfeld. Sin embargo, el viaje ha sido ratificado por el diario Haaretz

 El cómico fue acompañado por su familia en lo que poco a poco se está convirtiendo en un tipo de turismo presente en los planes de los estadounidenses: turismo militar.En este tipo de campamentos se imparten lecciones sobre técnicas de combate y prácticas de tiro para defenderse de "terroristas", que no es más sino un formalismo para no usar "palestinos" dada la zona en la que se encuentra el campo.

 La noticia ha supuesto una sorpresa enorme por todo lo que supone acudir a una zona ocupada militarmente como parte de unas vacaciones y además acceder a hacer prácticas de tiro en lo que para muchos es simplemente poner en práctica técnicas sobre cómo "asesinar palestinos", según recogían algunos testimonios de The Jerusalem Post.

La familia Seinfeld acudió al campamento Caliber 3, que en su propia página web presenta sus diferentes servicios. El actor participó entre otras actividades en un curso de Krav Maga, artes marciales para atacar a enemigos armados.

Pese a las demandas internacionales, Israel sigue ocupando ilegítimamente Cisjornadia, lo que no es impedimento para montar excursiones para turistas y enseñarles sus técnicas militares.

 Así pues, Seinfeld que vuelve a la primera plana internacional con estrenos en Netflix, es a la vez señalado por participar en campos donde se fomentan valores beligerantes e incluso enseña a turistas cómo matar."                (José Carmona Gilo, El Salto, 10/01/18)

21/4/10

La trivialización del sufrimiento... el turismo en los campos de exterminio

"Hojeando la prensa diaria me llama la atención el siguiente titular: "Vacaciones delirantes: ¡Bienvenidos al gulag!" ¿Se trata de una broma? La propuesta se especifica de la siguiente manera: "Plan de vacaciones Gulag: talar árboles en un bosque lituano con nieve hasta los tobillos, aprender el himno de la URSS, degustar una sopa aguada y un trozo de pan negro y, de postre, ser interrogado por un miembro de la KGB". A continuación, el anuncio propone en clave de ironía: "Todo un festival de placeres y relax". (...)

Aparto el periódico y me pregunto si efectivamente el sufrimiento de tantos -en el gulag soviético murieron aproximadamente cinco millones de personas- se ha convertido en un frívolo parque temático para turistas.

Entro en la web oficial de Gulag: en un vídeo, una lituana cuenta que fue divertido (fun) montar esa reliquia del sistema soviético. Tras esa explicación, un estudiante americano suelta riendo: "¡Menudas vacaciones! ¡En vez de tumbarte en la playa, te sometes a bofetadas!". Al final, un joven de India llega a la conclusión de que esta experiencia le ha ayudado a comprender el horror de lo que fue el sistema soviético. (...)

Últimamente, las agencias de viajes han empezado a ofrecer viajes organizados a Auschwitz. Los autocares aparcan cerca del campo y escupen decenas de turistas. El año pasado, sólo de Israel, 30.000 estudiantes visitaron el campo. El escritor Jordi Puntí, que recientemente había visitado Auschwitz, me contó que la presencia de tantos turistas no favorecía la reflexión sobre lo ocurrido. En la web de Auschwitz leo las reacciones de los que ya han visitado el campo de concentración: "Potente y triste: ¡no os lo perdáis!", "Hay que ir: una experiencia conmovedora", "¡Muy recomendable!", "¡Buenos guías!", "Pensad en comer algo antes de la visita y poneros calzado cómodo".

Son las mismas reacciones que ante el puente de los suspiros en Venecia o una puesta de sol en Cabo Sunion. En la misma página una agencia de viajes ofrece: "Desde Cracovia te llevaremos a Auschwitz en un cómodo coche, ¡en sólo una hora!". Y en la misma página se ve una playa tropical con palmeras y hamacas, para los que prefieren el Caribe a Auschwitz.

El turismo organizado a los lugares del mal acaba trivializando el sufrimiento humano para convertirlo en un espectáculo que contemplamos sin que nos alcance, como no nos horrorizamos ante la tortura de un santo en un cuadro barroco.

La banalidad del mal es conocida: con esa etiqueta Hannah Arendt describió la actitud de Eichmann y otros nazis que durante su juicio se declararon libres de culpa porque sólo habían obedecido órdenes. Banalización del mal es lo que provoca el turismo masivo al gulag y a Auschwitz, sustentado por las frívolas palabras de los anuncios que ofrecen unas "vacaciones delirantes" para convertir en oro lo que sea, incluso el exterminio.

Es imprescindible mantener la memoria histórica para que la Shoa y el gulag no se repitan y para que nadie se atreva a negarlos. Sin embargo, atraer a autocares turísticos a ver los lugares del mal como si de un espectáculo se tratara significa deshonrar la memoria de los que allí sufrieron y perecieron.

Banalizar el mal no sólo es indignante sino que es peligroso. Han sido varios los momentos en la historia en que la banalización del mal ha precedido a la rehabilitación que transformaría el mal en algo más o menos aceptable, y luego en bien." (MONIKA ZGUSTOVA: ¡Pasa tus vacaciones en el 'gulag'!. El País, ed. Galicia, opinión, 16/04/2010, p. 31)