Mostrando entradas con la etiqueta FAMILIAS. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta FAMILIAS. Mostrar todas las entradas

21/5/20

La justicia israelí condena por asesinato a un colono que quemó viva a una familia palestina

"Casi cinco años después del atentado incendiario que precedió a la ola de violencia conocida como “Intifada de los cuchillos”, la justicia israelí ha condenado por tres cargos de asesinato a un colono judío que quemó viva a una familia palestina. 

 Amiram Ben Ulliel, de 25 años y relacionado con grupos radicales de los asentamientos de Cisjordania, fue declarado el lunes autor de la muerte del matrimonio formado por Saad y Reham Dawabashe y de su hijo Alí, de 18 meses, al arrojar cócteles molotov contra la vivienda en la que dormían en la madrugada del 31 de julio de 2015 en Duma, en la provincia de Nablus.

En las paredes de la casa fueron halladas pintadas en hebreo que rezaban: “¡Venganza!” y “¡Viva el rey mesías!”. La sentencia establece que cometió “un atentado de carácter racista” en venganza por la muerte de un colono judío, que había sido deliberadamente embestido por un conductor palestino un mes antes cerca de Duma. Otro hijo de los Dawabashe –Ahmed, que entonces contaba con cuatro años– sobrevivió al atentado incendiario a pesar de haber sufrido quemaduras en el 60% de su cuerpo.

El Shin Bet, agencia de seguridad interior que investigo el ataque como “terrorismo judío”, espera que el tribunal de Lod (sureste de Tel Aviv) que ha juzgado el caso dicte el mes que viene una condena a cadena perpetua contra el reo. Ben Uliel no tenía antecedentes por acciones violentas a pesar de su activismo en los asentamientos y recientemente se había alejado del nacionalismo extremista para ingresar en un una escuela rabínica ultraortodoxa. Su abogado anunció que recurrirá el fallo ante el Tribunal Supremo tras alegar que la confesión en la que se basa la condena fue arrancada contra su voluntad.

La justicia anuló las dos primeras confesiones de Ben Uliel obtenidas por el Shin Bet por considerar que se había recurrido a la “fuerza física”, aunque aceptó una tercera en la que “ofreció detalles de los hechos que todavía no eran conocidos y que permitieron la completa reconstrucción del crimen”. Los tres jueces de Lod desestimaron la acusación de la fiscalía de pertenencia a organización terrorista.

El condenado formaba parte de un grupo mesiánico de colonos que no reconoce la legitimidad del Estado de Israel y defiende la implantación de una monarquía teocrática. El Gobierno israelí autorizó tras el atentado la aplicación de medidas de excepción para investigar el terrorismo judío, como la aplicación de la llamada detención administrativa, para mantener indefinidamente los arrestos de los sospechosos sin intervención judicial, que solo suele aplicarse a presos palestinos.

Un segundo acusado del atentado incendiario de Duma –cuya identidad no se ha facilitado, ya que era menor de edad en 2015– llegó el año pasado a un acuerdo con la justicia a cambio de reconocer su participación como cómplice en los hechos. El tribunal, que le sentenció por pertenencia a organización terrorista, tiene previsto imponerle una condena inferior a seis años de cárcel, según informa Times of Israel.

Hussein Dawabashe, el abuelo que acompañó durante meses al pequeño Ahmed en el hospital israelí en el que fue tratado de sus graves quemaduras, dijo a la prensa hebrea en el tribunal de Lod que su familia había experimentado “un gran trauma”. “No quiero que ningún otro niño se vea en la situación de Ahmed”, apostilló. “No lo olvidaré aunque viva cien años más y no quiero que ninguna otra familia pase por esto”.               (Juan Carlos Sanz, El País, 18/05/20)

21/6/16

O jodes conmigo o esta madrugada tu hermano Juanjo desaparece para siempre

"En la hacienda de Don Pedro Rivero era obligado tener un comportamiento impecable, el cacique le exigía trabajar de sol a sol, limpiar de forma constante, preparar la comida, limpiarle el culo a su vieja madre cuando se hacía sus necesidades, además de mantener relaciones sexuales con un personaje que le resultaba repulsivo, sentía mucho asco, pero el viejo sabía cómo chantajearla al ser un miembro destacado de Falange en Tamaraceite.

Desde un principio Manuela Travieso tuvo que acatar las exigencias del cacique, su hermano estaba preso en el campo de concentración y exterminio de El Lazareto en Gando, su militancia en el Frente Popular tenía su vida constantemente pendida de un frágil hilo. El fascista usaba ese argumento:

-O jodes conmigo o esta madrugada tu hermano Juanjo desaparece para siempre. (...)

Una mañana de abril se acercó al campo de exterminio con su madre y su abuela, andando desde Tamaraceite hasta Telde, para luego bajar la ladera hasta El Carrizal. Un militar de guardia les dijo que Juanjo ya no estaba allí, al ver sus caras extrañadas, horrorizadas, les comentó que lo habían soltado, que si no había vuelto a casa quizá se hubiera ido para Venezuela como hacían tantos presos.

Las tres mujeres salieron desconcertadas, no entendían nada, hasta que llegando a una pequeña tienda de aceite y vinagre en la dura subida hacia Ingenio se les acercó un hombre mayor, los ojos llorosos, la cara muy arrugada, muy flaco, con los brazos repletos de cicatrices.

-No digan nada mis hijas, yo estaba con Juanito en el mismo barracón hasta hace dos semanas, me soltaron porque tengo Mal de San Vito y ya estoy muerto, al chiquillo se lo llevaron para matarlo y desaparecerlo, según le escuché al Capitán Samsó y al hijo del Conde de la Vega, lo tiraron por la Mar Fea dentro de un saco con piedras dentro.

Las mujeres se abrazaron una a la otra, un abrazo largo, un llanto silencioso para no levantar sospechas, pasaba una camioneta cargada de falangistas que las miraba curiosos. El anciano se quedó quieto azotado por el viento, la barba cana, el pelo blanco largo, que le llegaba por los hombros, también por sus ojos brotaban lágrimas.  (...)

Ya en Tamaraceite al día siguiente la chica no fue a trabajar,  a media mañana el terrateniente mandó a Carlos Trujillo, su mayordomo y asistente, a buscarla, para que se presentara urgentemente en su puesto de criada. 
El esbirro vestido de Falange con correajes y pistola golpeaba la puerta, nadie respondió, solo Adita la vecina le dijo que no había nadie, que se habían marchado aquella misma madrugada, que llevaban muchos bultos de ropa y enseres hacia un destino desconocido.

Esa misma tarde la joven Manuela veía perderse en el horizonte su isla amada, como su madre y su abuela la despedían en el muelle cuando partía destino a La Habana, a casa del padrino de bautizo, Cosme Tejera, huyendo de la esclavitud sexual y el maltrato de aquel psicópata asesino.  (...)"             (Viajando entre la tormenta, 30/05/16)

26/2/16

Mirelle, amor do 'Piloto'

"Historias que contan as súas amigas. Contan e non paran. Todas gaban a Ramona, ademáis de ser boa moza, "era moi boa rapaza e lista coma un seu pai sempre a mandaba a escola, non fallaba, pero tamén a fixo ler desde pequena. (...)

Como tantas outras veces, sacaron a Ramona por un brazo, rodeada de etas, para o souto. Como tantas outras veces, nin vestir ao xeito a deixaron como tantas outras veces, tiña o medo metido no corpo. 

Como tantas outras veces preguntáronlle polo Piloto, déronlle empurróns nunha roda de catro, apuntáronlle, ameazárona, tiráronlle dos pelos e chamaronlle puta, puta, puta, puta roxa de merda... Como tantas outras veces, ela non dixo nada.

O sol reflectíase ao outro lado do Miño na curota do Faro, deixando ver a cápela que escintilaba coa xeada.

Ramona atopábase soa. Os seu pai e os seus irmáns estaban detidos na cadea de Lugo, acusados de colaborar coa guerrilla.

Aos tres días, Ramona desprázase á cidade murada. Leva roupa e comida para os seus. Para ela nada.

Marcha a pe cara a Escairón. Dúas horas de camiñada. Aluga un coche de punto para que a achegue a Chantada. Colle a Directa as catro da tarde. Senta na traseira, como facía sempre o seu Luís, en segunda clase.

Xunto a ela acomódase a parella da Garda Civil. Un deles é o famoso Tocamadera. O nome dio todo. A Ramona coñéceo. Entralle medo. O medo que este represor sen escrúpulos inspira en todas as persoas da comarca que, cando ven chegar unha parella, sempre se preguntan se será o Tocamadera. El, seguro, canalla, non repara naquela moza. Fusil entre as pernas olla cara a fóra escrutando coma o gabián nos pardaos.

Os gardas teñen medo de que asalten o coche de liña, por iso o van gardando. Non sería a primeira vez (...)

Pero aquel día chegou a Lugo. Ía quedar na casa "duns amigos". Os nomes dos seus apoios, seguindo as normas da guerrilla que lle deixara o seu Luís, sempre permaneceron como pensamento. Fácelos verba era tentar á represión e á morte. 

Mirelle levou todos eses nomes con ela á tumba, moi agochados e agradecidos, como so se levan as cousas máis amadas, as últimas fotos nas meniñas dos ollos e os aloumiños de son nos tímpanos dos ouvidos, inmorredoiros, pois fanse, neses momentos, eternidade.  (...)

Alí, "naquela casa de Lugo", comunícanlle a Ramona que andan para prendela. Non vai ver os seus á cadea. Como ía ir. De certo, estábana agardando. Foxe cara a casa dun familiar da súa nai en Castroverde, andando. Pensa en que facer . Soña co seu pai. Escolta berros de tortura. Chora de noite, pero é forte de día. Sabe o que é a represión, pero tamén sabe o que significa "estar organizado". (...)

Ao outro día pola maná recibe carta. É do Luís.  (...) Non era normal que a guerrilla lles mandase cartas aos seus membros. Son casos excepcionais ou cando impoñían unha multa e reclamaban o cobro. E ion ían por correo, non. Tampouco esta vez. A Mirella entregoulla un enlace de Grádela.

Marchou ao seu cuarto sen almorzar para lela ao xeito. Sabía que non podía er unha comunicación rutineira.

Achegouse á fiestra e comezou a debullar aquela letra de molde e, ao mesmo tempo, persoal:

"Camarada e amiga Ramona: sei que estás a salvo, en casa segura, algo que ne aleda e fai que acougue a miña alma. Se antes sempre rexeitei que pasases á candestinidade, agora estou seguro, máis seguro ca nunca, aínda que non o quería ver, que o teu posto está xunto a min.

 Defendereite e velarei por ti. Achegarás túa eficacia e bo tino. Consolarémonos nos malos momentos e festexaremos as osas Vitorias, agardando. Non podes volver á túa casa nin podes estar, por ai, soa. O Exército Guerrilleiro necesítate agora en primeira liña de combate. Eu tamén te necesito. O señor Santiago tamén sabe que é o mellor nesta situación que nin ti nin eu procuramos, pero que é inevitábel, meu querer.
Agárdote.

Viva o Exército Guerrilleiro! Viva Galicia Ceive!

Como resposta, Ramona Curto, mándalle unha foto dedicada. A que aos poucos meses sería Mirelle, está nun balcón de forxa dunha casa grande, sorrinte e ida.
Na dedicatoria ponlle como mensaxe: "Deixarei de sorrir cando deixe de uererme o Xosé Luís".

Desde aquel día, Mirelle converteuse nunha fonte de enerxía para o Piloto, para a República, para Galiza. Era o amor amado. "              

(Afonso  Eiré:  O Piloto.  O último guerrilleiro. Ed. Hércules de Ediciones, A Coruña, 2015; p. 78)