"¿Puede haber poesía después de Auschwitz?"(Adorno).............. "¡Es un deber vivir después de Auschwitz!"(Imre Kertéz).............
7/3/11
"De pequeña he visto familias enteras fusiladas, desaparecidas, quemaban casas cerradas a cal y canto con toda la familia dentro"
"Mis padres no permitían no ver. La indiferencia en mi casa era inaceptable". Su padre, profesor de Filosofía, dirigía un colegio y fue detenido. Tras quedar libre logró huir y refugiarse en Puerto Rico, y de ahí a Canadá. " (MICHÄELLE JEAN: "Yo, como Forges, insisto: no se olviden de Haití". El País, 04/03/2011, última)
31/1/11
Poco después de que el dictador dejara Túnez, sus secuaces mataron a presos y quemaron documentos de la represión
Aquella noche y la mañana del día 15, el caos campó a sus anchas en el país. A fe que matones leales al dictador intentaron dejar atrás un panorama de tierra quemada. (...)
Pero también se sirvieron de un método nada novedoso: abrieron las puertas de las cárceles y 11.000 reos escaparon. Muchos corrieron una suerte fatal. "Policías abrieron las puertas de las celdas y dispararon en las prisiones de Monastir, Bizerte y Mahdia. Aparecieron 47 cadáveres carbonizados" (...)
"Algunos prisioneros", revela, "fueron obligados a quemar sus colchones". Mientras, de modo sigiloso, pruebas de los crímenes de la dictadura también ardían. (...)
Días después se supo que el déspota contaba con la ayuda de sujetos del pelaje de Kraiem: "Puede que nos tengamos que ir, pero prenderemos fuego a Túnez. Tengo a 800 tipos dispuestos a sacrificarse. En dos semanas, los mismos que se manifiestan nos suplicarán que volvamos". (...)
"En la prisión de Monergia, los agentes lanzaron gases lacrimógenos en las celdas y soltaron perros. No se hacía distinción entre presos políticos y comunes". Decenas de prisioneros y sus familiares comienzan a relatar a letrados los abusos ejecutados durante las dos jornadas siguientes a la fuga de Ben Ali. Es impactante.
"Les dejaron sin comer durante días, desnudos en sus celdas y golpeados. Las familias les llevaban comida, pero los funcionarios no permitían que se entregara. Solo a partir del día 22 se reanudaron las visitas", narra Labidi. Y sigue: "A un preso, Jaled Nasir, le metieron un tiro en el ojo. Está muy grave. Permaneció cinco días sin asistencia médica hasta que firmó un papel en el que exculpaba a la policía.
Ali Kalai, otro recluso, denunció torturas. Y volvió a ser torturado después del día 22. Está en un estado horrible". Ben Ali se había fugado ocho días antes. "No sabemos", agrega la activista, "cuántas personas han muerto, pero seguro que son más de las 78 que oficialmente anunció el Gobierno". (...)
El tribunal de la ciudad de Gabes, por ejemplo, fue totalmente calcinado", lamenta la abogada. Algo se ha conseguido recuperar de las cenizas. Habib Boomrane, también abogado, comenta: "El pueblo recuperó una lista de 1.200 colaboradores, con nombres y apellidos, que estaban a las órdenes del dictador. Al menos uno de ellos ha intentado suicidarse". Parece un caso aislado. (...)
La brutal represión -algo que explica el odio que profesan los tunecinos al viejo régimen- viene de largo. "En 1989 el régimen asesinó a mucha gente y no entregaron sus cadáveres a las familias", afirma la letrada. "Sé de 11 estudiantes que desaparecieron en 2005 en condiciones extrañas. (...)
Abundan quienes opinan que el régimen -a día de hoy pululan por las calles, barras de hierro en mano, matones que dan pavor- tardará en ser pasado. (...)
La policía no informa. Muchos jóvenes no han sido encontrados por sus familias", cuenta Labidi. Las ONG calculan que 3.000 civiles fueron detenidos tras entrar en vigor, en 2003, la ley antiterrorista. Sus madres alzan estos días en la principal avenida de la capital las fotografías de sus hijos desaparecidos." (El País, internacional, 30/01/2011, p. 9)
30/10/09
Hitler, el afectuoso... y el nazi impenitente...

"Fritz Darges, oficial de la organización militar de las SS, ha escrito un libro que, según algunos historiadores, puede aportar información clave que apunte directamente a Hitler en el asesinato de millones de judíos.
"Era afectuoso", aseguró Darges, "tenía una apariencia simpática y era calmado".
Darges también explicó a ese mismo periódico alemán que Hitler le despidió por un incidente extraño con una mosca. Durante una reunión estratégica de los altos mandos nazis, en julio de 1944, una mosca revoloteaba por la habitación. Hitler ordenó a Darges que se deshiciera de ella, y éste contestó que, al tratarse de un asunto "aéreo", debería encargarse el adjunto a la Luftwaffe (fuerza aérea), Nicolaus von Below, quien se encontraba también en la habitación. Hitler montó en cólera y le despidió: "Deberías estar en el frente del este", le espetó.
"Yo siempre estaba allí por él, en todas las conferencias, en todas reuniones de servicio. Debo decir que di con un genio. Todos nosotros soñábamos con un Imperio alemán más grande. Es por eso por lo que yo serví para él y lo volvería a hacer ahora". (El País, 30/10/2009)
24/9/09
El alarde del verdugo
"El piloto argentino detenido en Valencia alardeaba ante sus colegas de haber participado en los "vuelos de la muerte"
Julio Alberto Poch fue piloto del régimen del general Videla. Participó del horror de lanzar desde el aire a los detenidos por la feroz dictadura que sembró el terror entre 1976 y 1983 en Argentina. Lo contaba. Se felicitaba de ello. Así se lo contaron al juez argentino que persigue por torturas y asesinatos a quienes hicieron desaparecer a más de 30.000 personas; y se lo contaron los que desde hace años son compañeros de Poch en la línea comercial aérea holandesa Transavia. (...)Julio Alberto Poch tiene 57 años. Fue teniente de la Armada argentina. Pilotó aviones que vaciaron un pasaje vivo sobre el mar y el Río de la Plata para garantizarse la muerte por ahogamiento de sus víctimas. Eran los llamados "vuelos de la muerte". En 1981 abandonó Argentina y se trasladó con su familia a Holanda. Tiene doble nacionalidad. Y siguió ganándose la vida volando, transportando pasajeros como piloto de línea. Su último destino, una empresa de low cost (vuelos baratos).
A Poch le perdió la boca, la arrogancia y la chulería. Y el juez Sergio Torres, encargado de perseguir a los pilotos de los "vuelos de la muerte", no desaprovechó la oportunidad.
Torres tenía conocimiento, después de un viaje a Holanda en 2008 en busca precisamente de antiguos militares colaboradores de la dictadura de Videla, de que un piloto, Julio Alberto Poch, había reconocido ante sus propios compañeros de Transavia lo que consideraba una hazaña, una gloria, una heroicidad: haber tirado vivos desde el aire a secuestrados por la dictadura. (...)
Según explicó Alexis Banylis, de la Agrupación Hijos, un compañero de Poch relató cómo en un viaje a Bali conoció de su boca el estremecedor relato de los vuelos de la muerte. Sin pudor, sin dolor, sin vergüenza." (El País, ed. Galicia, España, 24/09/2009, p. 15)30/1/08
Suharto, un criminal, contra la humanidad
“Fallece en Indonesia el General Suharto, rico, corrupto, criminal, y siempre fiel a Occidente. El uno de octubre de 1965 seis generales indonesios anticomunistas fueron secuestrados y asesinados en Yakarta, en lo que parecía una intentona golpista que se atribuía a la izquierda. Indonesia estaba gobernada por el Presidente Sukarno, un carismático líder del movimiento de los no alineados del Tercer Mundo en buena relación con el PKI, el Partido Comunista de Indonesia. El PKI era el mayor Partido Comunista no gobernante del mundo, tercero en votos en las elecciones de 1955. Al concluir aquella jornada otoñal, quienes habían tomado el poder no eran los comunistas, sino un grupo militar encabezado por el General Suharto (no confundir con el anterior), un doble colaboracionista, del poder colonial holandés y de los invasores japoneses, que ahora iba a convertirse en el hombre de Occidente en Indonesia.
28/1/08
Ambiente opresivo de las dictaduras
“La convicción existencialista de que el infierno son los otros. La invencible sensación de vivir en el peor de los mundos posibles. La colectiva miseria moral que puede imponer el poder totalitario a sus obligados y temerosos súbditos. La sospecha o la certidumbre de que el vecino te está espiando continuamente y que delatará cualquier indicio de transgresión ante un estado policial que reprime implacablemente no solo la heterodoxia sino el intento de sobrevivir con metodología ilícita a una desesperada situación personal. La mediocridad vital, el pragmático conformismo, la resignación sombría, el chantaje y el abuso contra el débil o el acorralado, la corrupción cotidiana como aceptada y glorificada moneda de cambio en las relaciones entre la gente. Éstas son algunas de las temibles cuestiones que retrata esta película angustiosa y terrorífica que te hace palpar el vértigo mental y la asfixia de sus dos memorables y trágicas protagonistas.