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5/5/17

La fabricación del arma secreta de Hitler, un infierno para los deportados

"En los túneles de Dora, en la antigua RDA, casi 9.000 miembros de la resistencia francesa vivieron un calvario fabricando un arma secreta de Hitler, el cohete V2.
Un "infierno" que los historiadores quieren plasmar en una enciclopedia para que no caiga en el olvido.

Antes de 2020, el Centro de Historia y de Memoria de la Coupole, en el norte de Francia, contará la vida de estos combatientes, de los que 4.500 murieron en la fábrica de 'Mittelbau-Dora'. Es un índice de mortalidad bastante superior al de otros campos de concentración.
El objetivo de los nazis era disparar el V2 desde un inmenso búnker con dirección a Londres, ciudad a la que se supone debía llegar en cinco minutos.

Los bombardeos contra el búnker, el desembarco de los Aliados en 1944 en Normandía y la falta de tiempo para terminar las obras lo impidieron.
Los mandos alemanes de entonces renunciaron a construir plataformas de lanzamiento fortificadas y optaron por usar batallones de disparo móviles. Más de 3.000 V2 fueron lanzados hasta el final de la guerra, de los cuales la mitad contra el Reino Unido.

"Pero ¿cómo se puede querer destruir un país?", se pregunta Georges Jouanin. A sus 94 años, su memoria sigue intacta: "En Dora, viví un infierno. Dormíamos en armazones de cama infestados de piojos y trabajábamos 18 horas diarias para perforar la roca. Veíamos morir a nuestros compañeros. Trabajos forzados..."

A Jouanin lo deportaron a Buchenwald en diciembre de 1943, tras ser detenido por la Gestapo en París. Dos meses después lo trasladaron al Kommando de Dora.
Allí, en dos túneles de 2 km de largo, los nazis emprendieron a marchas forzadas la creación de una fábrica subterránea, oculta para la aviación aliada. Tomaba el relevo de la de Peenemünde, en el mar Báltico, que había sido bombardeada.

Una tortura

Más de un tercio de los 60.000 internados -en su mayoría rusos- murieron por las condiciones de trabajo, relata Laurent Thiery, un historiador encargado, junto con una veintena de colegas, de "poner cara" a estos desaparecidos.

Cada uno tendrá su reseña biográfica, con su trayectoria profesional, familiar, política, militante y sobre las condiciones de su deportación y de su muerte. Se hará gracias a información facilitada por familiares y por asociaciones.

La familia de Jean Gineston ha contribuido al proyecto. Este cristiano resistente es un superviviente de Dora-Ellrich y del campo de concentración de Bergen-Belsen. Cuando fue repatriado en 1945 pesaba 38 kilos.
Tras su muerte en 2009, su hija Marie-Christine encontró documentación en su oficina y, junto con su hermana, decidió entregársela a La Coupole.

La obra no se limitará a ser un diccionario, sino que incluirá documentos de expertos sobre varias temáticas de investigación.

En el monumento conmemorativo de Dora, este trabajo de búsqueda suscita "un interés tremendo", explica su responsable Regina Heubaum, porque será "una fuente excepcional, sobre todo para las familias de franceses que, 72 años después, vienen aquí regularmente en busca de información sobre sus parientes".                (Renaud Lavergne , AFP )

5/2/15

Quemado vivo...


 




"EL HECHO es que el piloto jordano Moaz al Kasasbeh fue encerrado en una jaula y quemado vivo por sus secuestradores islamistas. Su asesinato fue filmado y semanas después la grabación se distribuyó a través de diversas páginas web.

 La inmensa mayoría de los medios de comunicación se ha negado a exhibir el vídeo. Dicen que por no colaborar con la propaganda de los asesinos. Es extraño que un periódico tenga en su poder la descripción de un hecho relevante y se niegue a publicarla. 

Me pregunto, en la ida y venida de un soliloquio difícil, hasta qué punto es moralmente lícito no compartir una micra simbólica del dolor de Moaz; y también me pregunto a quién deja de verdad solo y abandonado esta negativa: si a sus asesinos o a él.

Pero sobre todo me pregunto por qué los periódicos hablan, ¡alardean!, de negarse a colaborar con los terroristas cuando en realidad lo que pretenden es proteger la sensibilidad de sus buenos y pequeños burgueses, y yo el primero. 

El asesinato del piloto está en todos los medios del mundo. Y con todos los detalles. Si hubiera propaganda en el terror está cumplida. Pero es que no solo cumplida: muy vitaminada. Del material que los productores islámicos han puesto al alcance de todos los periódicos éstos han elegido los momentos más estéticos y cinematográficos. 

Especialmente virulenta y desmoralizadora es la fotografía que muestra a Moaz en la jaula, observando absorto el zigzag de fuego que va a consumirle en pocos minutos. Es esta opción por el tráiler pasteurizado y no por la película íntegra, por el encuadre y no por la deformación de la sangre, lo que facilita que cualquier desfile de moda sea capaz de utilizar mañana el atrezo IS.

Un periódico puede negarse a publicar el vídeo del asesinato. Puede reducir la información a una columna en páginas interiores, como lo haría con toda seguridad de no existir las pruebas gráficas. Hay razones, aunque discutibles, para hacerlo. 

¿Pero cómo justificar esa elección del ángulo limpio y bonito de un asesinato? ¿Cómo escamotear la evidencia de que el ingenioso reptil de fuego que avanza dejará en la jaula el bulto negro de lo que fue un hombre? ¿Un Auschwitz con trenecillos que llegan y las lomas de cadáveres fuera del encuadre?

Lo que hace la propaganda."           

20/2/14

Hay quien lleva dieciocho meses caminando, sin otra comida que las hierbas de los campos...



“A fines de mayo realicé un segundo viaje a Transilvania y asistí a un espectáculo estremecedor. Por tres de los pasos carpáticos tenía lugar una invasión dantesca. Enormes caravanas ocupaban las carreteras en extensiones no inferiores a treinta kilómetros. 

Eran rusos. Kirgises, mogoles, tártaros, bielorrusos, samoyedos, kurdos, rutenos, georgianos, kalmucos, a quienes los alemanes internaban en Europa para que trabajasen la tierra. Filas innumerables, miseria, camellos cansinos procedentes de Krasnodar, de la estepa meridional rusa; hombres que se caen de hambre, mujeres que sucumben a la debilidad... 

Hay quien lleva dieciocho meses caminando, sin otra comida que las hierbas de los campos, la carne de los caballos y de los camellos reventados, que comen cruda, sin paciencia para ponerla al fuego, cuando los soldados alemanes que flanquean la cara-vana se la entregan, ensartada en la bayoneta. 

Aquella gente no mostraba curiosidad por nada, en sus ojos vacíos se había perdido la esperanza. Caminar, caminar siempre, con el látigo encima, sin otro descanso que el de la muer-te. Me asombró ver la escasa cantidad de guardianes para tanta gente; pero al ver el aspecto de aquellos desgraciados, comprendí que eran seres sin alma, sin energías, verdaderos autómatas que desde hacía mucho tiempo no sabían más que echar un pie delante del otro. 

La caravana fue casi el doble en su principio de viaje; pero aquella mitad había quedado muerta en todas las cunetas. En el recorrido nacieron niños, habían muerto mujeres y hombres. Los alemanes necesitaban gente en los campos y Rusia les daba un económico material humano. Estaban destinados a trabajar sobre el estéril agro de Prusia, y sí morían allí, había otros para inclinarse sobre el surco. 

Pensé que aquella multitud era portadora de todas las enfermedades y que Europa habría de pagar muy caro la gran equivocación. No sé qué habrá sido de aquellos miserables, pero calculo que llegaría a su destino en número muy exiguo. Quizás la décima parte.

 No se les permitía atravesar las ciudades ni los pueblos, y hay una larga ruta en el Oriente europeo jalonada con los cuerpos de centenares de miles de estos desgraciados. (…)”

(Eugenio Suárez:  Corresponsal en Budapest  (1946), Ed. Fundación Mapfre, 2007, págs. 143/4)

21/12/10

En Kosovo se asesinó a prisioneros de guerra para traficar con sus órganos... con eo conocimiento de las grandes potencias

"Kosovo 'engordó' a presos serbios para traficar con sus riñones. Un informe del Consejo de Europa desvela el espeluznante modo de operar de la red de venta de órganos organizada a finales de los años noventa.

A algunos prisioneros serbios, los soldados kosovares del UCK (Ejército de Liberación de Kosovo, en sus siglas albanesas) los retenían en granjas, en fábricas vacías de Kosovo o de Albania, en casas apartadas; les trataban medianamente bien: les dejaban dormir, les daban de comer y les permitían descansar. Después, cuando los médicos de las clínicas estaban preparados y la venta apalabrada, los soldados trasladaban a los prisioneros al centro de Albania y les pegaban un tiro en la cabeza. Luego, sus cadáveres eran despojados de los riñones y éstos vendidos al extranjero. (...)

El ex magistrado suizo no especifica cuántos asesinatos se produjeron para comerciar con riñones (la justicia serbia los eleva a 500). (...)

"En muchos de ellos vi miedo en los ojos", explicaba ayer. En el informe, los testimonios son anónimos para garantizar la seguridad. "En el fondo, esta es una de las cosas que mucha gente sabe allí, pero nadie cuenta", asegura Marty.

También la propia estructura de Kosovo y de Albania, imbricada en torno a clanes, dificultaba la investigación: "Muchos mafiosos prefieren pasar decenas de años en la cárcel por obstaculizar a la justicia que denunciar a un miembro de su clan", explica el informe.

El escrito cuenta cómo trasladaban a los prisioneros de un sitio a otro en coches sin matrícula, en medio de un país sumido en el caos, con la policía serbia en retirada y las fuerzas internacionales sin aparecer todavía, librado a la suerte de estos clanes mafiosos reconvertidos en unidades del Ejército de Liberación. También reseña una siniestra "casa amarilla", en la localidad kosovar de Rripe, propiedad de una tal familia K., escenario de asesinatos, destino final de muchos de los prisioneros.

Según varios testimonios, muchos de los prisioneros sabían que iban a morir asesinados y que sus órganos iban a ser vendidos posteriormente. Mientras les trasladaban de su cárcel improvisada, "habrían implorado a sus carceleros que evitaran que los cortaran en pedazos". Tal vez lo supieran el día en que un médico les hacía un análisis de sangre a fin de llevar a cabo un obligatorio "test de compatibilidad inmunológica".

Marty denunció la impunidad de la que han gozado los autores de todas estas prácticas, producto de la ley del silencio que impera en Kosovo y de la poca voluntad política internacional para que se juzgue a los culpables, ya que, a su juicio, las grandes potencias conocían la existencia de estas atrocidades. " (El País, 17/12/2010, p. 12)

"La misión de la Unión Europea en Kosovo (Eulex) investigará las alegaciones del Consejo de Europa sobre las actividades criminales del primer ministro de Kosovo, Hashim Thaci. "Vamos a examinar el informe cuidadosamente", advirtió ayer el director adjunto de Eulex, Andy Sparkes, en referencia al documento de la organización europea, que acusa a Thaci de estar detrás de una red que perpetró asesinatos y tráfico de órganos de seres humanos en los años noventa. (...)

(...) dibuja un perfil muy duro del primer ministro, al que identifica como líder de una red mafiosa, el Grupo de Drenica, a la que pertenecían otros miembros destacados del Ejército de Liberación de Kosovo (UCK, en sus siglas albanokosovares). (...)

El pasado criminal de Thaci no es un secreto para nadie ni en las capitales europeas ni en Washington. "Yo distingo muy bien a los terroristas y estos hombres son terroristas", declaró a finales de los noventa el enviado especial para los Balcanes del presidente Bill Clinton, Robert Gelbard, sobre el grupo que entonces encabezaba Thaci.

Pero este guerrillero y el UCK se convirtieron luego en la punta de lanza de EE UU en la zona y, como lamenta Marty en su informe, Thaci goza de la protección de sus mentores estadounidenses." (El País, internacional, 16/12/2010, p. 9)