21/12/10

“Los árabes están invadiendo Bat Yam, comprando y alquilando apartamentos a los judíos, quedándose con las chicas de Bat Yam y llevándolas a la ruina"

"La manifestación prevista para esta tarde en Jaffa, por ejemplo, forma parte de la realidad y las respuestas. Uno de los organizadores, Bentzi Gufstein, dice que “la gente de la zona está harta de que tantos árabes salgan con chicas judías”.

El texto de uno de los carteles con los que se convoca la protesta: “¡Yo no permitiré que liguen con mi hermana! ¿Qué harías si un árabe ligara con tu hermana? ¡Acabemos con eso! Recientemente hemos comprobado un grave fenómeno: centenares de chicas de Bat Yam [una localidad cercana a Tel-Aviv-Jaffa] y del centro salen con árabes, están integrándose entre nosotros, su confianza sube. ¡Acabemos con eso! Reduzcamos su confianza”.

El texto de otro cartel: “Los árabes están invadiendo Bat Yam, comprando y alquilando apartamentos a los judíos, quedándose con las chicas de Bat Yam y llevándolas a la ruina. Unas 15.000 chicas judías han sido llevadas ya a los poblados [árabes]. ¡Vamos, judíos, venzamos!”.

Esto enlaza con la campaña lanzada hace unos días por medio centenar de rabinos que trabajan en ayuntamientos israelíes. Los rabinos en cuestión condenan al ostracismo a los judíos que vendan o alquilen pisos a árabes. Los “árabes” a los que se refieren son, conviene recordarlo, ciudadanos israelíes palestinos y gozan, en teoría, de los mismos derechos que los ciudadanos judíos.

“Los vecinos y parientes del vendedor o arrendador”, dicen los rabinos, “deben advertirle personalmente y después pueden hacer público el asunto, distanciarse de él [el vendedor o arrendador], cortar con él relaciones comerciales y demás”.

Manifestaciones y campañas están relacionadas con un asunto esencial: la preservación de Israel como Estado judío. También están relacionadas con el odio. Como a veces hace falta explicitar lo obvio, hagámoslo: judíos y árabes se odian. Cuando a los rabinos y los manifestantes se les hace notar que su actitud es profundamente racista, responden que el mismo racismo existe en el otro bando: la amenaza de muerte al palestino que vende su casa a un judío, etcétera. (...)

La realidad, decíamos, contiene todas las respuestas. Pero hay que elegir. La respuesta puede estar en las chicas judías que salen con chicos palestinos. O puede estar en la gente que quiere acabar con eso." (El País, Blog de Enric González, 'Adolescencia', 20/12/2010)

1 comentario:

Txomin Goitibera dijo...

La utopía sionista es eso, una utopía. Al llevarla a la práctica lo que resulta es un engendro, una especie de parque temático "soloparajudíos", un sueño de la razón que produce monstruos como el que has reseñado. A la larga, los propios sionistas son prisioneros de su ideología. Israel no sólo es unárcel para los árabes, es una cárcel para los prpios judíos.

Ojalá ese engendro acabe de una vez y el Esyado de Israel deje de ser un "Estado judío" (¿Confesional? ¿étnico? ... ¿?) para convertirse en un Estado a secas.