"Canarias está impregnada de escenarios donde la represión Franquista dejó huella para siempre.
Sin embargo, muchos de estos lugares, con el paso de los años se han
ido transformando y han caído en el olvido las historias que allí se
vivieron. Es el caso de la antigua comisaría de la calle Luis Antúnez
(en Las Alcaravaneras), donde está ahora el colegio de La Salle.
Asociaciones de la memoria histórica recuerdan que este edificio fue en
el pasado “un punto de detención y torturas”, por lo que piden que en él
se coloque una placa en la que se conmemore a las víctimas.
El portavoz de la Plataforma de Fusilados de San Lorenzo, Francisco
González, que ha publicado dos libros relacionados con el franquismo en
Canarias (basados en relatos y testimonios de familiares de víctimas de
la represión) señala que este homenaje servirá para que “la historia
nunca se vuelva a repetir”. Explica que en esta comisaría, como ya han
testificado otros historiadores, se llevaron a l os 27 de Agaete, hombres de los que nunca se conoció su paradero.
González, como también relata en su último libro,
recuerda que al Valle de Agaete se le empezó a conocer como El Valle de
las Viudas, ya que después de que en la madrugada del 4 de abril de 1937
fueran sacados de sus casas e introducidos en unas guaguas, no se supo
nunca nada más de ellos. Las mujeres de estos jornaleros y comerciantes
iniciaron su búsqueda por toda la Isla.
Y es que, cuando fueron a
preguntar por ellos a la comisaría de la calle Antúnez, les dijeron que
habían sido puestos en libertad. Sin embargo, “Lo más seguro que es los
hayan arrojado por la Sima de Jinámar, según cuentan algunos testimonios
recogidos”, señala.
“Una de las víctimas es César
Expósito, de sólo 34 años, carnicero de profesión y que pertenecía a la
Sociedad de Oficios Varios de Agaete, su hija de ocho años vio cómo se
llevaban a su padre”, relata González. No obstante, menciona otros
nombres como Antonio Álamo Godoy, José Álamo Sosa, Antonio Dámaso Álamo,
Gregorio Dámaso Álamo, Jose Diepa Jiménez… entre otros. Todos
jornaleros humildes, pero faltan otras personas que también fueron
conducidas a este lugar a la fuerza para extraerles información.
El portavoz de la Plataforma de Familiares de Fusilados
de San Lorenzo explica que, en esta comisaría, las torturas iban desde
la ingesta purgante cristales de sal, exomita o sulfato de magnesio, con
el fin de sonsacarles información, hasta otras más fuertes. “Colgarles
de los pies, electricidad, apalearles hasta casi la muerte..." son otras
de las técnicas que cuenta.
También menciona la
historia de Agustín Cabrera, presidente de la Fereracion Obrera, "que
fue ahorcado en esta comisaría, llamada de Investigación y Vigilancia en
ese entonces".
Los interrogatorios podían durar
días. "Allí llevaron también a muchas mujeres a fin de que dieran
información". Cuenta que a cada persona que entraba se le asignaba un
número y a muchos de ellos luego los llevaban a "la Sima de Jinámar, a
la Marfea, a los Pozos de Tenoya y Arucas… sitios de exterminio", "había
incluso quien moría durante las torturas".
La
Plataforma de Familiares Fusilados de San Lorenzo y el Foro Canario
Víctimas del Franquismo comenzarán a recoger firmas en los próximos días
en change.org, además de distintas campañas por redes sociales y
movilizaciones, a fin de que se ponga una placa en este edifio y se
recuerde lo que ocurrió.
Esta no es la única lucha
que abandera González por la Memoria Histórica, también es nieto de un
sindicalista asesinado por las fuerzas franquistas y que está enterrado
en la fosa común de Vegueta y lucha para que esta se exhume,
por lo que integra también un comité popular por esta causa. A su vez,
promueve la exhumación de la Sima de Jinámar, una causa con la que se ha
comprometido el Cabildo de Gran Canaria, pues un arqueólogo bajará a examinar su estado y estudiar la posibilidad.
No obstante, asegura que estos no son los únicos puntos donde se
llevaron a cabo “crímenes franquistas”, también hubo otros puntos de
tortura en Arucas, Tamaraceite… y en el local del Círculo de Arenales,
una casa antigua de la calle León y Castillo. Se trataba de un circulo
de los obreros pero convertido en un lugar de detención y tortura. “Ahí
llevaron a mucha gente de La Isleta y ahí fueron torturados y asesinados
después por lo que más adelante pediremos que se conmemore este lugar
también”, afirma." (eldiario.es, 20/05/17)
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