Estado de la plaza de toros de Badajoz el día 15 de agosto de 1936 y
(publicada en el lisboeta 'Diário de Noticias' el 17 de ese mes)
"(...) Jesús Carrasco (Olivenza, 1972)(...) publica 'La tierra que pisamos' (Seix Barral, 2016)
(...) El tajo de la Guerra Civil atraviesa, por cierto, la historia familiar de Carrasco, como él mismo relata.
P. Antes me hablaba de la Guerra Civil, y creo que
en algún momento del libro hay una alusión a la salvajada de la plaza de
toros de Badajoz en el verano de 1936.
R. Está
muy presente. Mi abuelo paterno murió durante esos días del ecuador de
agosto de 1936. Mataron de 2.500 a 8.000 personas. La toma de Badajoz
coincidió con la presencia de mucho corresponsal extranjero en la ciudad
y eso determinó cómo Franco actuó el resto de la guerra, debían vigilar
con sus acciones para no perjudicar su imagen en el extranjero.
Un
agregado militar de Hitler contempló los hechos de Badajoz y mandó una
carta a Hitler diciéndole que nunca había vistosalvajadas como las de
esos días.
P. Este salvajismo flota continuamente en el libro. No se puede entender esa supuesta tranquilidad.
R.
Nosotros la percibimos a través de los ojos de Eva Holman. Al principio
de la novela han pasado 30 años de la invasión. Los hechos se han
consolidado. Ella llega algunos años después de la toma para vivir en el
paraíso que les habían prometido. España está pacificada y los
generales ya habían limpiado el jardín.
P. El poder te convierte en un robot...
R.
Esa es la idea de la novela y del poder. Quería desmontar al personaje y
tenía miles de maquinarias del Estado para desmontar seres humanos.
Primo Levi cuenta cómo existían maquinarias destinadas a desmontar las
voluntades, a convertir a las personas en animales para trabajar, algo
que ha existido, existe y por desgracia existirá. (...)" (Entrevista a Jesús Carrasco, El confidencial, 16/02/16)
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