21/11/13

La nota de suicidio de un soldado

"Daniel Somers era un soldado norteamericano que fue destruido por su experiencia en Irak. Allí participó en misiones de combate y en interrogatorios como miembro de una unidad de inteligencia militar. 

A la vuelta de Irak, fue diagnosticado con el síndrome de estrés postraumático y otras enfermedades. Se quitó la vida en junio de 2013 con 30 años. Su carta de suicidio fue publicada con la autorización de su familia.
“Mi cuerpo se ha convertido en una jaula, una fuente de dolor y problemas constantes. Mi enfermedad me causa dolor que ni las medicinas más fuertes pueden reducir, y no hay cura. Todo el día, cada día siento una horrible agonía en cada nervio de mi cuerpo.
No es otra cosa que una tortura. Mi mente es un vacío lleno de visiones de horror, una depresión y ansiedad constantes, incluso con toda las medicinas que me dan los médicos. Las cosas simples que todo el mundo tiene garantizadas son casi imposibles para mí. No puedo llorar o reír.
Apenas puedo salir de casa. No obtengo ningún placer de ninguna actividad. Todo consiste en dejar pasar el tiempo hasta poder volver a dormir. Ahora, dormir para siempre se me antoja como lo más misericordioso.
No tienes que culparte. La realidad es esta. Durante mi primer despliegue (en Irak), me hicieron participar en cosas cuya dimensión es difícil de describir. Crímenes de guerra, crímenes contra humanidad. Aunque no participé voluntariamente e hice lo posible por impedirlos, hay cosas de las que una persona no puede recuperarse.
En realidad, me enorgullezco de esto, porque continuar sin más con tu vida después de participar en algo así sería propio de un sociópata. Todo esto va mucho más allá de lo que la mayoría de la gente es consciente.”                     (Guerra Eterna, 16/11/2013)

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