10/9/13

Pedro Barrientos mató a Victor Jara jugando a la ruleta rusa

"Esta semana la familia del fallecido cantautor Víctor Jara presentó en Estados Unidos una demanda civil contra el ex teniente del ejército chileno Pedro Barrientos Núñez, imputado como el principal asesino del artista. 

Como señala The New York Times, la fundación que lleva el nombre de Victor Jara, interpuso una demanda directamente en un tribunal federal en Jacksonville, Florida, donde reside Barrientos desde 1989, quien ya fue notificado de esta acción judicial.

The New York Times recuerda que Víctor Jara fue un consumado director teatral y compositor musical de emotivas canciones, que fue detenido junto a cientos de estudiantes y trabajadores de la Universidad Técnica del Estado (hoy Universidad de Santiago de Chile, Usach), al día siguiente del 11 de septiembre de 1973, que dio inicio a los 17 años de la brutal dictadura de Pinochet. 

 Los detenidos fueros trasladados al Estado Chile (hoy Estadio Víctor Jara) donde fueron torturados y masacrados. José Paredes, uno de los soldados testigo de la ejecución de Víctor Jara describió en una declaración legal como fueron los hechos:
"El teniente Pedro Barrientos decidió jugar a la ruleta rusa, así que sacó su arma, se acercó a Víctor Jara, que estaba de pié, con las manos esposadas a la espalda, hizo girar el cilindro de la pistola y lo puso contra la parte posterior de su cuello y disparó. El arma se disparó y Víctor Jara cayó al suelo. Tras ésto, los otros oficiales también dispararon", señala Paredes.
Tras estos brutales hechos, el cuerpo de Víctor Jara fue arrojado a la calle junto a otras cuatro víctimas, en las cercanías del Instituto Médico Legal. El análisis forense determinó que tenía 44 impactos de bala.

 Y en Chile, tras 40 años de este horrendo crimen, aún no se hace justicia ni se pide perdón. Toda la información que se ha logrado obtener de esta muerte ha sido recogida por la familia de Victor, gracias al gran esfuerzo de su viuda, Joan Jara.(...)

El teniente Pedro Barrientos Nuñez tenía 24 años en 1973 y la impunidad de su crimen demuestra el poderoso cerco de protección que tendió la dictadura a sus principales asesinos."           (Jaque al neoliberalismo, 08/09/2013)

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