Ligia Ceballos Franco cree que es un caso de bebé robado en España durante el franquismo
"Amnistía Internacional ha presentado este jueves una querella ante la Justicia de México por un presunto caso de bebé robado en España en el año 1968.
Es
el caso de Ligia Ceballos Franco (Lily), una mujer de 48 años
que hace 15 conoció que no era hija natural de sus padres y que ahora,
tras años de investigación, cree que su verdadero nombre es María Diana Ortiz Ramírez y que en realidad no nació en México sino en Madrid en 1968.
La historia es la siguiente. Los padres de
Ligia Ceballos Franco confesaron hace ahora 15 años a Ligia Ceballos que
se trataba de un hija adoptada y que en mayo de 1968 habían viajado a
Madrid para "conseguirla".
Los padres adoptivos describieron que
habían llegado a España tras solicitar ayuda al Arzobispo de Yucatán
que, a su vez, se puso en contacto con el Arzobispo de Madrid, que finalmente recomendó a los padres viajar a España para poder adoptar a una niña.
Los padres llegaron a Madrid y recibieron una fantástica noticia de sus interlocutores: "Os tenemos preparado algo especial. Pero aún no ha nacido".
Apenas unos días después, el 29 de mayo de 1968, nacería una niña que
les sería dada en prohijamiento por orden de la Diputación Provincial de
Madrid.
Un mes después, los padres y la niña viajarían a México y
siguiendo los consejos de sus interlocutores en España quemaron el pasaporte y los papeles de la niña al llegar a México. Nunca terminaron el proceso de adopción iniciado en España.
Una vez en el país azteca Nazario Ceballos y
Ligia Graciela, que así se llaman los padres adoptivos, inscribieron a
la niña en el Registro Civil de la ciudad de Mérida (México) con el
nombre de Ligia Graciela Ceballos Franco como hija biológica. En el acta de nacimiento se indicó que había nacido el 29 de mayo de 1968, a las 9 horas, en Mérida (México).
Desde que tuvo conocimiento de que era adoptada, Ligia no paró de buscar su verdadera identidad
y en 2010 consiguió que las autoridades españoles le entregaran su
partida de nacimiento española. En dicha partida figuraba el nombre de
María Diana Ortiz Ramírez.
"Lo curioso es que yo tengo dos partidas de
nacimiento. Un juez del Registro Civil en España compara, coteja y dice:
'Esta persona aunque no presente un DNI con el nombre de María Diana
Ortiz Ramírez coincide que es la misma persona que fue entregada a estos
señores y que luego nombraron como Ligia Ceballos Franco", señala
Ligia, que precisa que sus padres adoptivos nunca finalizaron el proceso
de adopción pleno "puesto que la Iglesia les dijo: ustedes tomen a la niña, se la llevan a América, queman todo y la asientan como biológica".
La persistente búsqueda de Lily por su
verdadera identidad le permitió conocer que el día 3 de junio una niña
ingresó en el Instituto Provincial de Puericultura de Madrid, también
conocido como la 'inclusa'.
En los datos de ingreso aparecían como
padres de esta niña dos nombres sin apellido: Rafael y Marta,
ambos mencionados como "supuestos". Y una sola descripción: "Camisa,
jubón, pico, faja, toalla de felpa, jersey de lana blanca y mantita de
color rosa".
30.000 casos
El caso de Ligia Ceballos o María Diana
Ortiz tendrá que ser examinado ahora por la Justicia de México. Amnistia
Internacional señala que se ha decidido presentar esta querella en este
país por "la nacionalidad mexicana de Ligia, porque la legislación
mexicana cuenta con importantes reformas en materia de derechos humanos que podrían abordar este caso, y porque en España la mayor parte de las investigaciones sobre bebés robados no están llegando a fase de juicio".
"En nuestra opinión, este caso reviste las notas características de una desaparición forzada
como crimen de derecho internacional. Además, en el caso de Ligia
concurren otros elementos que Naciones Unidas ha identificado como
recurrentes de las desapariciones forzadas de menores, como son, por
ejemplo, el registro de la niña con información falsa o la falsificación de documentos como su partida de nacimiento”, señaló Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional España.
Según datos que ha podido confirmar la propia Amnistía Internacional, ninguna de las 2.083 diligencias
iniciadas por la Fiscalía General del Estado en relación con el robo de
bebés ha llegado a fase de juicio en España.
"España no sólo no aborda
el tema como un delito de desaparición forzada, sino que cuando algún
otro país, como Argentina,
inicia investigaciones que incluyen casos de bebés robados y los
enmarca como crímenes de derecho internacional, obstaculiza dichas
investigaciones consolidando la impunidad de estas graves violaciones de
derechos humanos”, denuncia Esteban Beltrán.
Cabe destacar que en el auto de 2008 del entonces juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, se destacaba que entre 1937 y 1950 se podrían haber dado más de 30.000 casos
“en un sistema de desaparición de menores hijos de madres republicanas
bajo la cobertura de una aparente legalidad”.
En el auto se señalaba que
el objetivo era separar a estos menores de sus familias a las que no
consideraban idóneas. “De esta forma se propició una desaparición legalizada de menores de edad, con pérdida de su identidad, cuyo número indeterminado dura hasta la fecha”. (Alejandro Torrús, Público, 16/02/17)
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