"La represión sangrienta extrajudicial de La Fuente de San Esteban llegó
con cierto retraso con respecto a la de otros pueblos del entorno.
Quizá
ello se deba, paradójicamente, a que, por ser nudo de comunicaciones
ferroviarias y por carretera, esta localidad tenía bastante importancia
estratégica, lo cual se tradujo en una presencia considerable de las
fuerzas rebeldes, que actuaron desde el principio basándose en la
Guardia Civil, que dejaría menos iniciativa a las Milicias Fascistas.
Sin embargo, la intimidación había empezado con el paso del Ejército
para proclamar el estado de guerra en Ciudad Rodrigo el 19 de julio.
Pocos días más tarde desde La Fuente, por orden de la Comandancia de
Salamanca, se organizaron los comandos compuestos por fuerzas de dicho
instituto y de milicianos fascistas para efectuar los registros y
detenciones de presuntos oponentes en las localidades limítrofes
(croniquilla del pasado 25 de julio).
Las sacas domiciliarias, llevadas a
cabo entre el 14 y el 15 de diciembre, como sucede también en última
saca carcelaria de Ciudad Rodrigo (croniquilla del próximo día 16),
tiene cierto carácter selectivo: un farmacéutico, un abogado y un
ferroviario (Iglesias, Represión franquista: 284-285).
Deben de
ser los tres “desconocidos” hallados cadáveres en Bocacara, donde los
testimonios hablan del “Boticario de Fuente de San Esteban” (B 2012), lo
que corroboran las actas tardías sobre Heliodoro Zunzunegui (def. 22/05/40) y Antonio Galán (def. 07/06/40); pero no se tienen más que datos fragmentarios en poder de la ASMJ. (...)
El sustrato de las revueltas ligadas a la Reforma Agraria quizá se
dejaría sentir en La Fuente de San Esteban. El enfrentamiento de los
vecinos con los grandes propietarios, que a veces no respetaban
servidumbres que remontaban a los siglos pasados, era similar al de
otros pueblos, debido al desproporcionado reparto de la tierra.
El
crónico problema del paro se había resuelto antes de la República con el
habitual y dramático remedio de la emigración (recuérdese el conocido
caso del cercano pueblo de Boada, cuyo vecindario solicitó de las
autoridades de Argentina el traslado masivo en 1905), que en los años
treinta no sería posible debido a la crisis económica mundial.
Por ello
en este pueblo existía un considerable arraigo sindicalista, comprobado
desde principios del siglo XX en lo que atañe a la sociedad de Socorros
Mutuos y más tarde a la Sociedad Obrera ugetista (Iglesias, Represión franquista:
193). El triunfo del Alzamiento suponía la pérdida de las reformas
republicanas en las que confiaban los sindicalistas, los cuales se
opondrían al mismo por todos los medios a su alcance, pero esta faceta
está mal documentada.
Por ejemplo, en La Fuente no se tiene constancia
del recurso a la huelga en plena siega para oponerse a la sublevación,
comprobado en pueblos cercanos (ver croniquillas del 25 de julio y del
23 de octubre). De no haber existido desafección al Movimiento, no se
entendería la intensidad de la represión, cuyo alcance todavía estar por
fijar en parte.
El total provisional de afectados en La Fuente
de San Esteban, naturales o forasteros no contabilizados en otra parte,
se eleva a 18 personas (...)" (Salamanca al día, 14/12/16)
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