"El próximo 11 de julio tendrá lugar el 20 aniversario de la masacre de
Srebrenica, donde se calcula que 8.000 hombres fueron asesinados. Sin
duda Srebrenica representa uno de los episodios más sangrientos de la
guerra que tuvo lugar en Bosnia-Herzegovina y también uno de los más
vergonzosos para la comunidad internacional que, habiendo declarado la
ciudad como “zona segura”, no fue capaz de intervenir para impedir la
tragedia. (...)
La cuestión de la conmemoración de Srebrenica es importante por dos
aspectos: primero, como termómetro de la situación en la que se
encuentra la región quince años después del último conflicto en los
Balcanes y, segundo, del papel que ha jugado y sigue jugando la
Comunidad Internacional.
Estos dos aspectos, que en este caso están
estrechamente relacionados, tienen que ver en última instancia con la
cuestión de la reconciliación, pues solo a través de ella es posible
garantizar la estabilidad y una paz sólida y duradera. (...)
Para ilustrar este punto se podría tomar el ejemplo de otra
conmemoración, la que tiene lugar cada cinco de agosto en Knin, Croacia.
Croacia, ahora honorable miembro de la gran familia europea, llevó a
cabo durante los primeros días de agosto de 1995 lo que se conoce como
la Operación Tormenta, destinada a retomar la zona de la Krajina,
habitada por población serbia.
En esta parte de Croacia, la población
serbia se había establecido desde hacía siglos atrás, cuando el imperio
austro-húngaro favoreció su asentamiento como zona de defensa contra el
imperio otomano. Este lugar se auto declaró “República autónoma de la
Krajina Serbia” desde el inicio de las tensiones que llevaron a la
descomposición de Yugoslavia y concretamente, a las que condujeron a la
guerra entre Yugoslavia y Croacia.
Con la Operación Tormenta, Croacia no
solo expulsó a las milicias serbias sino que provocó el éxodo de unos
200.000 civiles serbios y la muerte de los ancianos que, no pudiendo
huir, quedaron en la zona. También se llevó a cabo el saqueo y
destrucción de sus propiedades. Según dijo Carl Bildt, entonces mediador
de la UE “Si aceptamos que está bien que Tudjman limpie Croacia de sus
serbios, entonces cómo podremos objetar si un día Milosevic envía su
ejército a retirar a los albaneses de Kosovo?”. (...)
En 2011 el Tribunal Internacional de Justicia para la exYugoslavia
condenó a los generales croatas Ante Gotovina y Mladen Markac a 24 y 18
años de prisión respectivamente por crímenes contra la humanidad
cometidos durante dicha operación, de los que fueron absueltos un año
más tarde por la corte de apelación.
Esta ha sido una de las
resoluciones más controvertidas de la Corte Penal Internacional y las
que han motivado la visión de que la justicia no era aplicada por igual
para todos. Al llegar a Croacia desde la Haya, una multitud recibió a
los generales como héroes
Como viene haciendo cada año, los próximos 4 y 5 de julio Croacia
celebrará la reconquista de la Krajina con un desfile militar en Zagreb y
una conmemoración en Knin –capital de la región donde tuvo lugar la
“liberación”.
Este caso no es único en los Balcanes, aunque es
representativo en cuanto Croacia ha pasado a integrar la UE y hace
emerger numerosas cuestiones, esencialmente sobre el rol que las
intervenciones internacionales han tenido en fijar los discursos
nacionales, legitimando visiones de los hechos que, en última instancia,
no pueden sino reproducir y fijar ad infinitum las viejas fracturas que persisten en los Balcanes. (...)
Si bien es cierto que los sucesos que tuvieron lugar en la década de los
90 y entre ellos la tragedia de Srebrenica, deberán pasar a la historia
como una de las páginas más tristes y violentas de la Europa del siglo
XX no es menos cierto que esto nunca se podrá llevar a cabo a través de
decisiones unilaterales, que provengan de fuera, sino a través del
consenso en primer lugar, de los países de la zona.
En ese sentido, si
el objetivo de occidente en general y la Unión Europea en particular es
contribuir a la reconciliación de la región, quizás harían mejor, por
ejemplo, en buscar una estrategia coordinada para la integración de los
Balcanes en la UE –a lo que se comprometieron en Salónica en 2003- que
les aporte un futuro en el que proyectarse y no un pasado desde el que
continuar odiándose." (
Raquel Montes Torralba
, El País, 7 JUL 2015)
No hay comentarios:
Publicar un comentario