"(...) Perfecto de Dios tenía 19 años cuando lo mataron. Con su madre,
Carmen Fernández, comunista, y otros dos guerrilleros antifranquistas
había salido de los montes gallegos con la intención de llegar a Madrid y
después, exiliarse.
Pero en Chaherrero, donde habían parado para
comprar comida, fueron detectados por la Guardia Civil, que abrió fuego
contra el grupo. Perfecto cayó abatido a tiros y su madre no quiso
dejarle. Los otros dos guerrilleros huyeron. Uno fue detenido poco
después. Era 16 de mayo de 1950.
“Yo tenía entonces 16 años y estaba preso en El Dueso (Cantabria). Me
enteré de lo sucedido por una carta de mi madre”, recuerda Camilo.
Aquella fue la primera de las muchas cartas que se escribieron de penal a
penal. Ambos estuvieron condenados a muerte, aunque finalmente les
conmutaron la pena.
“Los franquistas no miraban si eras menor o mujer. A
mí me torturaron 59 días en el cuartel: te daban martillazos y cortes
en las manos y en los pies, aún tengo las cicatrices... Me arrancaron
las uñas...”, recuerda Camilo, que se ha sumado a la querella contra el franquismo
que investiga la juez argentina María Servini de Cubría en Buenos
Aires.
“Mi madre estuvo 13 años presa y yo diez”. Al salir de la
cárcel, Camilo vivió una temporada en Madrid, hasta que le dijeron que
podía volver a su casa, en Sandiás (Ourense). “Nos la habían quitado los
falangistas, que luego la pusieron a la venta. Mi familia tuvo que
volver a comprar su propia casa”.
Su madre murió en 1999, con 93 años. “Le hubiera encantado vivir este
momento”, declara Camilo a pie de fosa, mientras ve a los arqueólogos
recuperar los restos de su hermano. “Ahora voy a poder enterrarlos
juntos en un cementerio. Perfecto ya no va a estar tirado en un camino,
como hasta ahora. Como siguen tantos otros, por desgracia”. (
Natalia Junquera
Madrid
, El País, 21 JUL 2014)
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