"Fermina: Mi abuelo suponemos que
está enterrado también allí, porque tenía más de 60 años y hay unos
huesos que corresponderían con esa edad, pero como dice Ana, ahora no
tenemos medios para que se hagan los análisis correspondientes. A mi
abuelo se lo llevaron una noche, lo sacaron de la cama, enfermo y
descalzo.
Nunca más se le volvió a ver. Mi padre tenía 15 años y fue
testigo, junto a mi abuela y mi tía que estaba embarazada. El abuelo era
vocal de la UGT y estaba significado por apoyar la legalidad
republicana, pero su detención fue porque denunció una compra ilegitima
de unas tierras del pueblo por parte de los caciques. Gracias a las
investigaciones de Ana pudimos localizar el expediente de mi abuelo. Se
lo clasificaba como "rojo" y que había tenido una pelea con un
guardiacivil, y fueron ellos los que se lo llevaron.
En los expedientes
de responsabilidades políticas de los muertos que hemos podido ver,
constan las listas de los bienes que les requisaban al ser detenidos. Se
llevan sillas y hasta los manteles de hule. A mi abuela le quietaron un
burro viejo que tenía, y las tierras que les daban de comer.
Pero no
contentos con eso, les ponían multas a las viudas. Mi padre, como hijo
de viuda, no debería haber hecho el servicio militar, pero como el
abuelo constaba como desaparecido y no fallecido, mi padre se pasó 3
años de mili, al volver tuvo que enterrar a su madre que vivió esos años
casi en la indigencia. (...)
En el barranco de la Bartolina hay 800 víctimas. Como las cárceles
estaban tan llenas, los asesinaban en las cunetas o en fosas comunes
como en este barranco. Aunque está en medio de la nada, llegaron a poner
tendido eléctrico para tener luz y poder seguir fusilando por la noche.
Se da el caso que, durante años, muchas familias de Calatayud vivieron de vender el plomo de las balas de los fusilamientos, lo que te da la medida de la cantidad de balas que había en la Bartolina. Por la noche se veían fosforescencias -fuegos fatuos- de
la cantidad de huesos que había.
Con las riadas muchos huesos salieron a
la luz. Había animales que los devoraban y las personas los cogían en
bolsitas -todo esto sin que ninguna autoridad actúe hasta ahora- como
recuerdo. Pero las víctimas de la Guerra Civil están a más profundidad.
Mientras estuvo allí el gobierno del PP, lo convirtieron en un
vertedero de basura, que luego se compactó, haciendo imposible y
peligroso poder escavar allí. Si quieres recuperar a tu ser querido, a
lo mejor esté allí, debajo de un montón de basura..." (Público, 07/10/2013)
No hay comentarios:
Publicar un comentario