31/5/13

Necesitabas saber muy bien el alemán, ser muy astuto y no sentir ninguna solidaridad por tus compañeros



"PRIMO LEVI Químico italiano judío, interno enAuschwitz III (Monowitz), un campo de trabajo.



 Escribí un libro sobre mi estancia en Auschwitz [Si esto es un hombre, 1958] y un capítulo se titulaba «Los hundidos y los salvados», en italiano Isommersi elsalvati [luego título de su último volumen de ensayos, publicado en 1986].

 Los hundidos son, por definición, los que no se mantenían a flote, no soportaban el primer impacto y después de una semana en el campo de concentración estaban perdidos... no perdidos físicamente, sino sin esperanza de sobrevivir. En el campo les llamaban «los mejillones» y tenían suerte de perder casi por completo la sensibilidad.

 Había otra manera de perderla, que era todo lo contrario: consistía en trepar, en ser un trepador social en el campo. Para hacer eso se necesitaban unas cualidades muy particulares. Necesitabas saber muy bien el alemán, ser muy astuto y no sentir ninguna solidaridad por tus compañeros."



 (Richard Holmes: Un mundo en guerra. Historia oral de la segunda guerra mundial, ed. Crítica, Barcelona, 2008, págs. 294/5)

No hay comentarios: