16/12/10

"necesitábamos un aval de falange para todo y un certificado de buena conducta del cura de la parroquia para poder encontrar un trabajo"

“La transición española no ha llegado a ser consecuente con la persecución de todos los que lucharon contra el franquismo. La represión no era sólo en la cárcel. Existían los jefes de barrio, el cura de la parroquia que te podía impedir acceder a un trabajo.,… Por eso el problema de la represión franquista no se soluciona con más o menos dinero, aunque sin duda es una forma de valorarlo y darle un reconocimiento público”. (...)

La historia de Angustias es más larga. Nada más terminar la Guerra Civil, el 1 de abril de 1939, fue detenida tras haber sido denunciada por unos vecinos. “Soy de La Peraleja, en Cuenca. Estaba en la capital de la provincia y dos que eran de mi pueblo me reconocieron por la calle y fueron a denunciarme. Mi delito era pertenecer a la Juventud Socialista Unificada.

Mi familia era de izquierdas. Yo no estaba escondida y hacía mi vida normal. Durante la guerra había estado como maestra de alfabetización por las noches, porque entonces había muchísima gente que no sabía leer ni escribir. También colaboraba en la confección de prendas para un hospital de Huete, que era el partido judicial al que pertenecía mi pueblo”.
(...)

Para Angustias la cárcel era casi una pequeña liberación porque en las dependencias policiales era donde se producía el maltrato. Su pasó por la DGS la dejó tristemente marcada. “No me explico cómo es posible que hayan hecho en ese edificio la Presidencia de la Comunidad de Madrid, cuando pasamos por allí los que estuvimos dentro de esos muros nos tiembla todavía el cuerpo”. (...)

Cada vez que llegaba el primero de abril y preparaban el desfile de la victoria de los sublevados, detenían a todos los que estábamos fichados durante ocho o diez días, por si causábamos problemas. La estancia allí era terrorífica.

Los rojos teníamos la vida cotidiana muy complicada; necesitábamos un aval de falange para todo y un certificado de buena conducta del cura de la parroquia para poder encontrar un trabajo.”.
(El blog de Emilio Silva: Los auténticos padres y madres de nuestra democracia mueren en silencio. Hasta siempre Angustias Martínez. 13/12/2010)

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