"Ana Cristina Rodríguez abordó en su ponencia del Curso de Verano en Cistierna ‘El manto de silencio sobre la represión económica’ ejercida desde el franquismo
El Curso de Verano de la ULE sobre ‘Historia y Memoria’ siguió ayer martes con sus ponencias y actiovidades en Cistierna. La primera de ellas corrió a cargo de la historiadora leonesa Ana Cristina Rodríguez,
quien abordó el tema del manto de silencio tejido sobre la represión
económica ejercida por el franquismo a través de sus comisiones
provinciales de incautación de bienes: «Para el nuevo régimen resultó
muy interesante esta represión pues, por un lado, permitía la sanción y
persecución de cualquier forma de disidencia política, contribuyendo al
mantenimiento de ese clima de terror generado por el sistema represivo
franquista durante los primeros años de la Dictadura y, a su vez, se
convirtió en un medio de recaudación de recursos económicos para
sostener, primero, el esfuerzo bélico; y más adelante, la construcción
del nuevo Estado Franquista y el enriquecimiento personal de los
verdugos y aquellos que se alinearon ideológicamente con los golpistas».
Recordó Rodríguez que los trámites regulados por decretos y leyes de los años 36, 37 y 39 «presentaban un carácter represivo y vindicativo, en un intento por sancionar a la oposición política, pero también para dejarla sin recursos materiales suficientes para poder organizarse. Asimismo, tampoco podemos perder de vista la clara intención legitimadora, que se tradujo en la creación de un marco legislativo regulador que justificaba el golpe de Estado, la Guerra Civil, la Dictadura y, por supuesto, el sistema repesivo» creando lo que la ponente llamó «una ficción de Justicia.
Recordó Rodríguez que los trámites regulados por decretos y leyes de los años 36, 37 y 39 «presentaban un carácter represivo y vindicativo, en un intento por sancionar a la oposición política, pero también para dejarla sin recursos materiales suficientes para poder organizarse. Asimismo, tampoco podemos perder de vista la clara intención legitimadora, que se tradujo en la creación de un marco legislativo regulador que justificaba el golpe de Estado, la Guerra Civil, la Dictadura y, por supuesto, el sistema repesivo» creando lo que la ponente llamó «una ficción de Justicia.
En esos procedimientos participaban diferentes sectores de la
vida pública y política del régimen; que incluía incluía a la Iglesia, a
Falange, a los nuevos ayuntamientos surgidos como consecuencia del
cambio de autoridades favorecido por la sublevación militar, a los
gobernadores civiles y a las personas de ‘solvencia moral’. Es por ello,
por las múltiples arbitrariedades que presentaba la «justicia»
franquista y por el enriquecimiento personal de los verdugos por lo que
la represión económica es una de las tipologías represivas más
controvertidas y polémicas», explicó en su ponencia, presentada en el
Museo Ferroviario de Cistierna. (...)" (Francisco Fernández, La Nueva Crónica, 19/07/23)
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