"(...) En casi todos los pueblos y por supuesto en Marchena se “pasearon” por
las calles, para escarnio público a innumerables mujeres “izquierdistas”
o familiares, peladas al cero, con un pequeño moñito cual ganado,
purgadas con ricino que originaba degradantes diarreas en público.
Además de ser humilladas y vejadas, eran obligadas a trabajar como mano
de obra gratuita para limpiar iglesias, casas de derechistas…La
represión física generalizada era compatible con la represión
económicas, políticas, sociales, laborales, ideológicas.. (...)
Las clases medias marcheneras padecieron “desamortización franquista”,
multas, expropiaciones, incautaciones de bienes, tierras, comercios.
También fueron purgados, represaliados y asesinados en sus empleos
numerosos funcionarios y empleados públicos, que fueron sustituidos por
franquistas, adictos al nuevo orden y familiares del bando nazional. (...)
Los “privilegiados” que mantuvieron su vida, fueron víctimas de una
represión violentísima contraria a los derechos humanos fundamentales:
Torturas que recordaban a épocas inquisitoriales, palizas, violaciones,
prisiones, campos de concentración, batallones de trabajo
disciplinarios, pagando con sus cuerpos y vidas privación de libertad
por muchos años, realizando trabajos en obras públicas o en empresas
privadas, explotados, soportando durísimas jornadas en condiciones
infrahumanas, son los conocidos como “esclavos del franquismo”." (Tulio Riomesta, 16/03/19)
"(...) El expolio de los bienes de muchos Republicanos se materializó
mediante la muerte: Tras el asesinato el 25 de julio de 1936 del
concejal del PSOE Gregorio García Ruiz, el alcalde
envió misiva al hijo para que abonase 3.714 ́25 pts, amenazando de
embargo, incautación y expropiación de bienes familiares.
Escandalosa
fue la represión económica institucionalizada, el burdo pillaje sobre la
familia del industrial Baldomero Herrera Hurtado, asesinados en Marchena él y su esposa Mª José Rodríguez, que antes fue pelada y paseada.
Trinidad Romero Palomino, era hija única, su padre
era cordelero. Trinidad, Republicana, fue madre soltera, y trabajó sin
descanso para sacar a su hijo adelante. Fue rapada, vejada, humillada,
exhibida en público por los franquistas y asesinada en Marchena el 19 de
septiembre de 1936.
También fue fusilada la Republicana Concha Hernández tras las tapias del cementerio después del infame “paseíllo”por las calles del pueblo. (...)
José Guisado Ruíz era un alto cargo del socialismo
local, presidente del Sindicato de Obreros Agrícolas y Oficios Varios y
Secretario de la Agrupación Socialista de Marchena. José se ocultó en un
molino y huyó de Marchena dejando a Manuela su joven esposa y dos
criaturas: Remedios de 6 años y Bienvenida de pocos meses. Manuela fue
vejada, pelada, maltratada, y José, una vez capturado, fue fusilado con
un grupo de marcheneros hacia el 30 de Julio de 1936, y arrojados a fosa
común. (...)" (Tulio Riomesta, 16/03/19)
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