"(...) ¿Conocieron casos de violencia entre presos? En caso de que así fuese,
¿cuáles fueron las causas? ¿Fueron los nazis quienes los motivaron?
Muchas gracias por darnos la oportunidad de conocer su historia.
ALCUBIERRE: En los campos, había presos que eran
ayudantes de los SS. Les llamábamos “los cabos”. Eran muy malos y muy
criminales. Ellos nos pegaban y mataban a diestro y siniestro. Ese fue
el caso más grave. Luego, después de la liberación, los más sanguinarios
pagaron por lo que hicieron.
SIEGFRIED: Si hubiera tenido una posibilidad de
dialogar con ese hombre, le habría preguntado el porqué de tanto odio
hacia los judíos. Le habría preguntado qué tienen de malo los judíos. Yo
no me siento judío, en el sentido religioso. Solamente sé que soy judío
porque nací en el seno de una familia judía. No sé en qué he molestado a
un señor como este.
Hay muy poca informacion y reiteracion de
los estados en lo que pasó en los campos nazis y muchos
nazis y organizaciones de extrema derecha ¿Por qué? FBM
ALCUBIERRE ¡No hay que olvidar! (levanta la voz)
Es muy importante que se conozca la historia. Yo, en Francia, iba a los
liceos a contar mi experiencia a los estudiantes. Y te escuchaban con un
respeto enorme. Es importante que esto se haga en todas partes. Así los
neonazis lo tendrán más difícil para engañar a la gente.
Estimados J. Alcubierre y S. Meir,
Como pudieron recobrar el afecto por la vida y la humanidad despues del
holocausto? Estan de acuerdo con la frase de Primo Levi: 'Existe
Auschwitz, no existe Dios'?
Gracias por sus respuestas. Un saludo, Gabriel
SIEGFRIED Yo recobré el afecto por la vida por el
afecto de una persona. Era Saturnino Navazo, un prisionero español de
Mauthausen que cuidó de mí en el campo y al que yo elegí como padre
después de la liberación. Saturnino hizo que yo diera un sentido nuevo a
todas las cosas terribles que había aprendido en los campos. Me dio
esperanzas para seguir.
Cuando la miseria, la tortura y la muerte
sistemáticas y arbitrarias se convierten en algo cotidiano, normal,
supongo que la supervivencia, el miedo, el silencio, la irrealidad de la
nada invaden tu cabeza. ¿Cuando y como empezaron a tener esperanza? Fernando-E. Salas Herrera
ALCUBIERRE Yo no pensé nunca en que iba a morir.
Siempre quise vivir. Cuando veía morir a los compañeros… Era muy duro.
Pero yo me decía, “tengo que salir de aquí”
¿Sabían ustedes como se justificaban en sus
conciencias las tropas alemanas ante las masacres que estaban llevando a
cabo? ¿Había distintos relatos? Fernando-E. Salas Herrera
ALCUBIERRE: Es que no nos consideraban hombres,
decían que no éramos como ellos. Nosotros éramos infrahombres y por eso
podían hacer lo que quisieran con nuestras vidas
Cómo le afecto el holocausto y como salvaron su vida? De que manera los castigaban? A da Rosario Cosme
SIEGFRIED: cambió mi vida para siempre. Y cambió
mi forma de ver las cosas. Yo empecé a odiar la religión. Mi padre era
muy religioso, judío, y nos decía que Dios nos protegería y no nos
pasaría nada. Cuando llegué a Auschwitz y vi lo que vi... dije ¿dónde
está Dios?
¿Cuales eran las formas de resistencia y organización de los prisioneros? Fernando-E. Salas Herrera
ALCUBIERRE: hacíamos lo que podíamos. El que
robaba una patata, la compartía con sus compañeros. Los zapateros te
arreglaban, cuando podían, los zapatos. Y así todo. Yo, una vez, di un
reloj que había conseguido. Con él la organización sobornó a un
enfermero del Campo Ruso y así salvamos la vida de uno o dos compañeros.
Buenas, ¿Se sienten olvidados por la sociedad?
Gracias Rubén García
ALCUBIERRE: en Francia hay muchos actos de
homenaje a los deportados. Siempre nos invitan y nos tratan bien. En
España, nada. Nadie de los de arriba se ha preocupado por nosotros.
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