10/5/16

El jefe de la Falange del barrio de San José se llevó a las tres hijas del capitán conquense republicano asesinado

"Aquel lunes de octubre del 36 cuando arrojaban a la fosa del cementerio de Las Palmas a setenta hombres más, el jefe falangista del barrio de San José pidió que le apartaran un cadáver.

-Quiero ese, el moreno, para mí, sáquenmelo parriba. –Dijo el conocido criminal fascista, Lorenzo El Jaber Cardona, de origen árabe, más conocido como Chencho “El moro”-  (...)
-Los hijos de los rojos solo sirven para darles por el culo, entre más pequeños mejor. –Decía mientras se emborrachaba en la tienda de Rosarito en el pueblito marinero de San Cristóbal, muy cerca de los acantilados de la Mar Fea, donde cada madrugada arrojaba junto a sus compinches a cientos de hombres y mujeres atados de pies y manos-

Todo el mundo comentaba que gozaba con el dolor ajeno y la dominación, como cuando se llevó a las tres hijas del capitán conquense republicano asesinado, Carlos De la Barreda López, sacándolas a la fuerza junto al tabaquero Eufemiano Fuentes, Borja Benítez De Lugo, el hijo de la Marquesa de la ciudad de la piedra de cantería y Pelayo Del Castillo, sobrino del Conde del sur de la isla, para llevarse a las tres menores a la finca de La Mayordomía en San Lorenzo, donde el cacique, José Rivero, les cedió dos habitaciones para violarlas durante tres días.

No se supo jamás de las adolescentes, se cree que las arrojaron, después de asesinarlas, en un agujero volcánico de Los Giles, Tamaraceite, en la conocida finca de “Las maquinas” de los caciques conocidos como “los Betancores”.  (...)


El Jaber ordenó que lo sacaran y lo colocaran a cuatro patas en un viejo catre con las sabanas revueltas, el mismo espacio donde acaban de abusar durante una semana de cinco mujeres esposas e hijas de varios sindicalistas de la Federación Obrera, asesinados en la finca de La Noria, también propiedad del Conde, arrojados luego a la furnia donde tiraban los animales muertos o malheridos cuando ya nos les servían.  (...)

-Siempre te gustó Mingo eh cabrón, le pegas a todo hijo de puta, carne y pescado, hasta muerto te lo follas. 
–Le decían los miembros de la nobleza criolla isleña que siempre lo acompañaban en sus crímenes, vejaciones y abusos sexuales-  (...)"                 (Viajando entre la tormenta, 07/05/16)

No hay comentarios: