"La ola de ataques que sacude Israel y Palestina amenaza con volver sacar de la botella al genio de la violencia racial. La policía israelí ha abierto este lunes una investigación para localizar a los autores del linchamiento de un inmigrante de Eritrea, apaleado y vejado por una multitud tras ser confundido con un terrorista.
Los hechos se produjeron el domingo por la
noche, en medio del pánico desatado por el ataque con armas de fuego
llevado a cabo un un joven beduino con nacionalidad israelí en la estación de autobuses de Beer Sheva (sur de Israel), que se saldó con un soldado muerto y más de una decena de heridos de bala.
El empleado agrícola africano Mila Abtum, de 26 años, murió en la
mañana de este lunes en el hospital Soroka de Beer Sheva a consecuencia
de las heridas que le produjeron los disparos de un vigilante de la
estación y de los golpes de una turba de israelíes.
Según el portal informativo digital israelí Ynetnews, numerosas
personas golpearon, patearon, escupieron o insultaron a Abtum, y le
arrojaron sillas o bancos de la terminal, cuando yacía inmovilizado en
el suelo con heridas de bala.
Un policía de fronteras y varios civiles intentaron protegerle para
que fuera evacuado a una ambulancia, pero una masa de atacantes les
bloqueó la salida. Al final el equipo sanitario pudo abrirse paso en
medio de gritos de “¡Muerte a los árabes!” y “¡Árabes fuera!”, mientras
varios grupos coreaban el lema nacionalista “Am Israel hai” (El pueblo
de Israel sigue vivo).
Sagi Malachi, el propietario de la finca agrícola donde trabajaba
Abtum le describió como “un empleado sencillo y trabajador”. El
inmigrante africano había acudido a Beer Sheva para renovar su permiso
de residencia, informa Reuters. “El país está es un estado de caos”,
lamentó Malachi, “y la gente se está tomando la justicia por su mano”. (...)" (Juan Carlos Sanz
, El País, Jerusalén
19 OCT 2015)
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