"El número de bebés robados durante el franquismo y la democracia es
incalculable. Sobre todo porque ni Gobierno ni Fiscalía han prestado
ningún tipo de ayuda documental a las asociaciones de bebés robados. (...)
"No se trata de crímenes individuales sino de una trama sistemática y
onerosa que ha contado con la protección de las estructuras del Estado",
asegura Luque, que pide una investigación conjunta de todos las
denuncias y no a nivel individual como se está haciendo en España. (...)
Las dos denuncias que serán presentadas este viernes
corresponden a Antonio Iniesta Coria, que denuncia el robo de un
hermano/a en el Hospital Sanjurjo de Valencia en 1957, y de María Begoña
García Bernal (foto izquierda), que pide que se investigue la supuesta
muerte de dos hermanos gemelos en el año 1962 en los hospitales de San
Ramón y San Carlos. Público ha contactado con los dos denunciantes en los días previos a la presentación de la denuncia. Estos son sus casos.
María Begoña García Bernal había escuchado repetir a su
madre la dramática historia de la muerte de sus dos hijos gemelos
decenas de veces. Hace tres años, mientras veía un especial sobre bebés
robados emitido en Antena 3, tuvo la sensación de que las historias que
veía eran exactamente iguales que la que le había contado su madre.
Apuntó el nombre de los doctores y los hospitales que se nombraban en el
especial y al día siguiente preguntó a su madre si recordaba el doctor y
los hospitales donde había vivido el supuesto fallecimiento de sus dos
hijos gemelos.
"Sí. Fue en el hospital de San Ramón, donde me dijeron
que había muerto Julio, y en el de San Carlos, donde me dijeron que
también Juan Carlos había muerto. El doctor que me atendió en el parto
fue Eduardo Vela", respondió Carmen (foto derecha) a su hija María
Begoña. Todo coincidía. Los nombres de los hospitales y el del doctor
también aparecían en el especial que María Begoña había visto por
televisión. Las sospechas de su madre de que le habían robado a los
gemelos podrían ser ciertas.
De esta manera, María Begoña comenzó una lucha que dura
hasta hoy. Comenzó a investigar, a pedir documentos a las instituciones
y se puso en contacto con otras víctimas a través de las asociaciones.
Ahora no tiene ninguna duda de que los dos gemelos fueron robados.
"En
los documentos hay un montón de irregularidades y contradicciones, mi
madre nunca vio el cadáver de los dos pequeños y, como a tantas otras
mujeres, las monjas le dijeron que no se preocupara de nada que ellas se
encargaban de todo y que no inscribieran su nombre en el Libro de
Familia porque era una pena. Todo apunta a que fueron robados", subraya.
Sin embargo, todas las pruebas que María Begoña ha ido
aportando a lo largo de tres años han sido desestimadas por la Justicia
española, que ha archivado su denuncia. Ahora, convencida de que sus
hermanos fueron robados, acude a la Justicia argentina para continuar la
pelea que emprendió tres años atrás. "Mis dos hermanos tendrían ahora
51 años y puesto que fueron separados nada más nacer entendemos que
estarían en dos familias diferentes", asegura.
Su madre, natural de un pueblo de Guadalajara, había
sido llevada por el hermano de esta al hospital de San Ramón en Madrid
cuando Carmen estaba embarazado de ocho porque tenía molestias. Al
llegar al hospital, relata a Público su hija María Begoña, se
puso de parto.
"Nos pareció extraño. No sabemos si le dieron algo para
provocar el parto". Inmediatamente, Carmen dio a luz a dos gemelos que
recibieron el nombre de Julio y de Juan Carlos. Carmen los vio llorar y
recuerda como el doctor y las monjas que estaban presentes comentaban
que los niños habían nacido sanos teniendo en cuenta que eran dos y que
habían nacido con un mes de antelación. Eran las 10 horas de la mañana.
A las 2.00 h de la madrugada, una monja acudió a la
habitación donde permanecía ingresada Carmen. Estaba sola en la
habitación. La monja le dijo que Julio había muerto y que, normalmente,
cuando muere uno suele morir el otro.
Carmen, nunca vio el cuerpo de
Julio. Poco después, las monjas volvieron a visitar a Carmen para
decirles que Juan Carlos necesitaba una incubadora y que debía ser
trasladado a la Clínica San Carlos para poder sobrevivir. El hermano de
Carmen, con su furgoneta, se encargó del traslado del pequeño junto a
otros niños de este hospital.
En San Carlos, Carmen visitaba todos los días a su
pequeño, a quien daba el pecho todas las noches. Parecía sano y nadie le
comentó jamás que estuviera enfermo. Sin embargo, a los 12 días de
nacer le comunicaron que Juan Carlos también había muerto.
Antonio Iniesta denuncia la desaparición de su
hermano/a mayor en el hospital de Sanjurjo (actual Hospital Doctor
Peset). Su madre, en la imagen, acudió a dar a luz a su primer hijo/a el
lunes 3 de junio de 1957. Durante el período de gestación no había
tenido ningún problema de salud y el ginecólogo que la había seguido le
había comunicado que el feto se encontraba en "las mejores condiciones
para el alumbramiento".
"Durante el parto, mi madre fue asistida por dos
matronas monjas, hermanas de la Caridad. Una de ellas, nada más dar a
luz, se llevó al recién nacido precipitadamente sin que mi madre pudiera
verlo. La otra matrona continuó asistiendo a mi madre", relata a Público Antonio Iniesta.
Horas más tarde, el Hospital comunicó a la familia
Iniesta que el bebé había fallecido. Ningún miembro de la familia pudo
ver el cuerpo. "Mis padres, disgustados, inexpertos y confiados,
preguntaron qué debían hacer. La respuesta fue que el Hospital se
encargaba de todo, que no se preocuparan de nada", prosigue Antonio, que
añade que la familia "nunca recibió ni parte de nacimiento, defunción o
documento alguno que permitiera seguir el rastro".
Tras la aparición masiva de denuncias de bebés robados,
la familia Iniesta comenzó a investigar si ellos podían haber sido
víctimas también del robo del pequeño. "Solicitamos al Hospital una
copia del historial clínico y en diciembre de 2011 nos dicen que el
historial se había perdido en un incendio de registrado en enero de
1984.
Así que nos hizo entrega de dos documentos: la ficha de registro y
de alta en dicho Hospital de mi madre", prosigue. En esa ficha se hace
referencia a que la madre de Antonio ingresó en el hospital por
enfermedad y no por alumbramiento y se hace referencia a una enfermedad
concreta: distocia social. En ningún caso se nombra el fallecimiento del
bebé.
Ante esta situación "anómala", la familia recurrió al
registro civil para conocer los legajos del aborto. Sin embargo, el
registro les informó que toda la documentación anterior a 1973 "había
desaparecido", sin especificar los motivos. "En el Arzobispado tampoco
existen pruebas de que a mi hermano, supuestamente fallecido, le hayan
bautizado antes de morir como se hacía con los niños que fallecían al
poco de nacer mediante las aguas de socorro", asegura.
Ante esta situación, Antonio Iniesta ha decidido acudir
a la Justicia argentina. En España, su causa ha sido archivada.
"Tenemos constancia de que en ese hospital se robaban niños y que en la
actualidad se siguen robando niños en España", denuncia Antonio, que
asegura que si acude a Argentina es por la "sed de Justicia" tanto para
su familia como para las miles de familias afectadas por estos casos. (...)" (Alejandro Torrús, Público, 31/01/2014)
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