"Ninguna calle de la ciudad lleva su nombre, el de Antonio Ruiz Villalba.
Alberto
Herbera, un trabajador de la SEAT, como Antonio Ruiz, un admirable
luchador de toda la vida y de mil batallas democráticas, obreras y
populares, ha descrito su asesinato en estos términos:
“16 de
octubre de 1971. La Policía Armada, a pie y a caballo, requerida por la
dirección de la empresa (entonces pública) entra en la factoría de SEAT
en la Zona Franca de Barcelona.
Alrededor de 20.000
trabajadores/as se han declarado en huelga y han ocupado la fábrica, en
demanda de la negociación del convenio colectivo, del reconocimiento de
derechos sindicales, por la readmisión de compañeros despedidos con
anterioridad, contra la represión laboral.
El primer ataque de
la policía es rechazado. Los obreros ocupan los talleres y los defienden
armados con tornillería. Los rodamientos tirados a los pies de los
caballos hacen caer a los policías, inutilizando la carga de caballería.
Rodeados por los trabajadores, algunos policías sacan sus armas de
fuego y disparan. Antonio Ruiz Villalba cae herido de muerte. Fallece
pocas horas después.
La batalla no ha concluido. La resistencia
tiene lugar taller a taller. Llegan más y más refuerzos policiales. Tras
varias horas de lucha, y con algunos miles de trabajadores arrinconados
en el último taller, se negocia la salida de los obreros a la calle,
sin identificaciones.
La lucha obrera en SEAT ya no dejará de
crecer hasta 1975, convirtiéndose en referente de las luchas obreras
contra los patronos y contra la dictadura. Siguió la represión, los
despidos, las torturas, el exilio, hasta la amnistía laboral de 1976.
Después empezó otra etapa, como en todas partes, que acabó dilapidando
buena parte de lo que conquistaron aquellos formidables luchadores. Lo
que queda nos lo están arrebatando ahora, sin resistencia.” (Salvador López Arnal , Rebelión, 26/07/2014)
No hay comentarios:
Publicar un comentario