7/11/13

En Morón, detuvoieron a 3 salesianos, un cuarto no fue molestado, ni otros 8 religiosos, ni las las monjas Jerónimas, ni las de Santa María, ni las Concepcionistas, ni las de la Caridad. ¿Por qué esos tres?

"(...) En nuestro país tampoco la Iglesia fue nunca de derecha durante la Segunda República y la dictadura. Es cierto. Su posición se situó en la extrema derecha y así continuó durante años hasta que la descomposición de su gran aliado, el franquismo, le hizo adoptar precipitadamente posturas más acordes con los tiempos que se avecinaban. 

Como decía el historiador Ricard Vynes: la Iglesia no colaboró con el franquismo, la Iglesia formó parte del franquismo. La beligerancia de la Iglesia la colocó con claridad junto a los militares golpistas y terratenientes y, como ellos, recibió la violenta contestación de la exacerbación popular desatada por el golpe. 

No había ninguna diferencia en la fe de los militares golpistas, los falangistas, requetés o patronos y terratenientes con los religiosos. ¿Y estos serán llamados mártires y aquellos simplemente muertos? Fueron más, muchos más aquellos que los religiosos muertos. 

¿Por qué después de conspirar unidos, de combatir unidos a la República, ese interés en diferenciar sus muertos de otros?(...)

 Como les decía, no he podido investigar esos religiosos beatificados en Tarragona, no es el ámbito territorial en el que desarrollo mi trabajo, pero sí he tropezado con otros casos de religiosos muertos, incluso algunos de ellos también beatos. 

Constantina, por ejemplo, fue el pueblo sevillano donde más se atentó contra la vida de religiosos. De los catorce religiosos que murieron en la provincia de Sevilla (menos de los que los franquistas mataron en el País Vasco), tres fueron asesinados en aquel pueblo.

 El problema es cómo explicar por qué dos sacerdotes más (uno de ellos especialmente querido en el pueblo por su amistad con los pobres) y las religiosas del convento de la Doctrina Cristiana, fueron respetados sin que nadie atentara contra ellos. ¿Es que la fe de los tres primeros era distinta de los demás? No. 

 Por supuesto que no. La "persecución" no se llevó a cabo contra la Iglesia o contra la fe, sino contra algunos miembros de la Iglesia, que es bastante diferente. En Morón de la Frontera, después del golpe, se llevó a cabo la detención de más de treinta derechistas y entre ellos tres salesianos. 

Un cuarto no fue molestado, al igual que los otros ocho religiosos que había en el pueblo y tampoco sufrieron agresión física alguna las monjas Jerónimas del convento de Santa María, las Concepcionistas del convento de San Juan de Dios y las monjas de la Caridad del Hospital Municipal. ¿Se estaba persiguiendo la "fe" de los tres salesianos detenidos únicamente? ¿Y el resto? ¿Eran descreídos, quizá? Las medias verdades siempre suelen terminar en grandes mentiras. Pero hay más. 
 
Dos de los salesianos que resultaron muertos (el tercero sobrevivió) fueron declarados mártires de la fe en la masiva beatificación de 2007. Pero no murieron por su fe, ni mucho menos, incluso uno de ellos, el salesiano José Blanco Salgado, estuvo disparando contra los trabajadores desde el cuartel de la Guardia Civil (es obvio que pese a lo que diga el papa Francisco, no es muy imitable este mártir). 

Su muerte fue miserablemente provocada por el teniente de la Guardia Civil José Chamizo para intentar él mismo salvarse con los suyos, obligando a un grupo a salir del cuartel para poder escapar a fuego limpio por otra calle. 

¿Dónde están los testimonios de la beatificación de estas personas? Me gustaría verlos, porque la información de la que disponemos (publicada y documentada) no guarda relación alguna con el martirio de estos hombres. 

Y estos casos en absoluto pueden negar que otros religiosos hayan sido asesinados por el mero hecho de serlo, pero evidencian la forma en que se han llevado a cabo los masivos procedimientos de beatificación. 

Los crímenes cometidos contra religiosos, como contra cualquier persona, fueron abominables, pero hay que saber medir el alcance y la utilización de todos ellos. Los debates tienen que ser claros, públicos y documentados, lo demás es historia sagrada, no historia. 

Por cierto, todavía la Iglesia de Morón tiene pendiente una deuda, una gran deuda con los cuatrocientos cuarenta vecinos muertos y ochenta y cinco en paradero desconocido identificados que ocasionaron los sublevados. Total, algunos dirán que qué son 525 víctimas moronenses comparadas con la inmensidad del océano.

 Pues yo les diré lo que son: tres más que los 522 beatos del 12 de octubre, y estamos hablando solamente de un pueblo andaluz, con beatos y todo, donde la Iglesia sigue en silencio. ¿Olvido? ¿Cinismo? Será sencillamente que necesitan más de tres siglos como con Galileo.

 Y dicho sea de paso, ¿qué hace un ministro de justicia en un acto como ese cuando el gobierno que representa no cumple una Ley como la de Memoria Histórica? ¿No quedamos que es un acto exclusivamente "religioso" como dice la Conferencia Episcopal? 

¿Para cuándo la Iglesia arrodillada ante las víctimas de la sublevación y la dictadura? Señor Rouco ¿está usted ahí?"               (JOSÉ MARÍA GARCÍA MÁRQUEZ, 'Beatos y cínicos', Público, 14/10/2013)

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