3/7/13

El impulso que hay en el hombre de construir para el futuro le da una especie de garantía de que la paz será duradera

"DOCTOR GRAY 

Fue una visión tonta, la primera vez que vi que todo estaba destruido, su casa y todo lo que la rodeaba, incluso la valla. Lo único que quedaba era la cancilla, que estaba sólo parcialmente destruida, y cuando pasé por allí la estaba arreglando. 

Me eché a reír, pero después empecé a pensar que esta prisa por la conservación contrastaba vivamente con el amor a la destrucción. He aprendido a sentir afecto por este amor a la conservación, porque es uno de los pocos enemigos de la guerra que merecen confianza.

 Después de la guerra advertí que los alemanes construían casas que parecían destinadas a durar cien años, cuando ni siquiera estaban seguros de que fueran a durar cinco. Y me pregunté por qué las construían tan sólidamente.

 La única respuesta es un profundo impulso que hay en el hombre, de construir para el futuro; le da una especie de garantía de que la paz será duradera."


(Richard Holmes: Un mundo en guerra. Historia oral de la segunda guerra mundial, ed. Crítica, Barcelona, 2008, págs. 548/9)

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