30/4/13

A menudo hablaba con kapos, y un kapo tenía que golpear y apalear para salvar la vida



"SOLDADO DE PRIMERA RICHARD BOCK.  Guardia de las SS en Auschiuitz-Birkenau.



Un jefe de bloque podía incluso decidir la vida o la muerte de un prisionero. Recuerdo, y no una sino varias veces, que pasaba un Sonderkommando [«equipo especial» de presos trabajadores] y un jefe de bloque llamaba con furia al kapo [preso de confianza]: «Kapo, ven aquí». 

El kapo se acercaba y él, zas, le daba al kapo en la cara con tanta fuerza que caía al suelo, y el jefe le ponía la bota encima si el kapo no tenía la suerte de levantarse con rapidez. Y entonces decía: «Kapo, ¿sabrías darles golpes mejores?».

 Y el kapo echaba a correr, empuñaba un palo y golpeaba a la cuadrilla de presos indis-criminadamente. «Kapo, ven», gritaba el jefe de nuevo. El kapo se acercaba y él le decía: «Acaba con ellos», y entonces volvía y acababa con los presos, los mataba a palos. Dondequiera que se mirase, no había más que palizas, puñetazos y más puñetazos. 

Fue particularmente horrible en Auschwitz en 1941. Muertos a palos, muertos a palos dondequiera que se mirase. Hoy no condenaría a ningún kapo que conociera. A menudo hablaba con kapos, y un kapo tenía que golpear y apalear para salvar la vida."

 

 (Richard Holmes: Un mundo en guerra. Historia oral de la segunda guerra mundial, ed. Crítica, Barcelona, 2008, págs. 288)

No hay comentarios: