22/2/11

"Me fui del Ejército de EE UU, no pude representarlo más"



"El mismo día que Estados Unidos anunció la invasión de Irak, en 2003, Ann Wright (Oklahoma 1947) escribió una carta a su jefe, un señor llamado Colin Powell que por aquel entonces era secretario de Estado. Dimitía.

Adiós a su puesto como embajadora adjunta de Exteriores, a sus 13 años como militar en activo y a los 16 en la reserva, a su rango de coronela y a tres lustros de trabajo diplomático para cuidar las relaciones con países como Sierra Leona, Mongolia, Somalia, Nicaragua o Afganistán. (...)

Dice que ha pasado por Roma y Madrid para hablar de la nueva flotilla en la que piensa embarcarse rumbo a Gaza en primavera. Unos 10 barcos -dos saldrán de España- para "socorrer" a una población "que vive en un campo de concentración", opina (www.rumboagaza.org).

Y de Barajas, a Afganistán. A decir a su Gobierno que no apoya lo que hace allí. En el mismo Kabul donde hace nueve años ella misma ayudó a abrir una legación estadounidense.

Habla. Cuenta, con conocimiento de causa, que "las guerras se hacen por dinero y no por seguridad mundial", que sabe que la controlan los servicios secretos americanos e israelíes, que ojalá "desapareciesen las armas del planeta"...

Como exdiplomática, Wikileaks le parece un tremendo error del Departamento de Estado; como pacifista, un justo golpe para los países que ocultan sus "actos criminales"; como antigua miembro de la Administración, que una filtración siempre arrastra un interés político escondido. "Así que habrá que andarse con cuidado", advierte.

Opina que la población en Occidente pocas veces se preocupa por el resto del planeta. Por eso piensa que el activismo tiene más trabajo que nunca, y asegura que por muchas veces que la arresten, "jamás" piensa quedarse callada." (El País, 21/02/2011, última)

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