4/12/18

El conde de Vallellano y su implicación en el Holocausto

"El Conde de Vallellano, Fernando Suárez de Tangil, Grande de España, fue nombrado Presidente de la Asamblea Suprema franquista de la Cruz Roja por Franco, desde Burgos, en septiembre de 1936 (1).

Nada más ganar la guerra, los franquistas promulgaron una normativa antisemita de paso de fronteras, el 11 de mayo de 1939, desde el departamento Nacional de Políticas y Tratados, que dirigía el Conde de Casa Rojas, del Ministerio de Exteriores, siendo su ministro el teniente general Francisco Gómez- Jordana, Conde de Jordana, y en donde participaba también el ministerio de Gobernación, dirigido por el antisemita Ramón Serrano Suñer (2).

Un día después, el 12 de mayo de 1939, el Conde de Vallellano, nombra a Juan Manuel Agrela, Conde de la Granja, “Delegado de la Cruz Roja con plenos poderes para todas las acciones de repatriación de los civiles y militares residentes en los Campos de concentración o Centros de refugiados en Francia…” (3)

Juan Manuel Agrela, Conde de Agrela, abriría dos oficinas de la Cruz Roja, una en Irún y otra en Hendaya, para el trámite de canje de prisioneros.

Además, fue nombrado, el 27 de junio de 1939, Vicecónsul honorario en Hendaya, por el Cónsul, Fausto Navarro, con el visto bueno del Ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Gómez- Jordana, y el embajador en Paris, José Félix de Lequerica.

La firma de Fausto Navarro aparece en el visado de mi abuela Rosa, (sello del Consulado de Hendaya), judía polaca a la que se le aplicó la normativa antisemita de paso de fronteras de 11 de mayo de 1939, que pudo sortear al tener el aval franquista del Marqués de Ibarra. Con ella, pasó mi madre, Ruth, y gracias a esto se salvaron del Holocausto, y yo estoy aquí para contarlo, aunque a muchos les moleste (4).

 En ese momento, era Vicecónsul en Hendaya el conde de la Granja, que, a la vez, compaginaba su puesto con el de delegado de la Cruz Roja, bajo la autoridad de su Presidente y amigo, el Conde de Vallellano (5).

 Éste fue cesado en enero de 1941, mientras que el Conde de la Granja pasó a ser, a partir de noviembre de ese mismo año, jefe del Gabinete de Información Internacional de la oficina central de la Cruz Roja (6).

La vida siguió para ellos llena de premios, medallas y reconocimientos; para eso habían ganado la guerra.

Pero, ¿cuántos judíos no pudieron pasar la frontera por esa normativa antisemita que estuvo vigente hasta al menos 1942, y acabaron exterminados? Nadie se ha molestado en estudiarlo.
La normativa, sigue sin estar anulada al día de hoy, a pesar de mis protestas, ya que en los demás países europeos hace años fueron anuladas las leyes antisemitas.

¡¡¡Eso sí es una infamia!!!!

Madrid, 30 de noviembre del 2018"                (Cristina Calandre Hoenigsfeld, Crónica Popular, 01/12/18)

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