17/3/10

"...ese cura declararía que los presos republicanos habían donado sus pertenencias a la Iglesia"

"Tras convertirse en prisioneros del franquismo fueron trasladados al campo provisional de los Almendros y de allí al campo de trabajo que la República había construido en Albatera. Ya no sería un campo de trabajo. José Eduardo no sabe como describir su estancia allí. "Horror no es una buena palabra, era peor que eso". Tampoco sabe como explicar lo que se siente al oír a alguien morir de estreñimiento.

Se pasaba tanta hambre que los franquistas que vigilaban el campo lanzaban almendras a los presos para golpear a quienes, movidos por el hambre, se lanzaban para recogerlas. (...)

Solloza al recordar que solo tenía 20 años cuando fue testigo de varios fusilamientos de presos. Personas fieles a los ideales que les habían llevado allí hasta su último aliento. Recuerda como oía vivas a la República, al Socialismo y al Comunismo, incluso algún insulto a los verdugos, antes de que se escucharan los tiros de gracia.

La risa ilumina su cara cuando rememora el acto de caridad al que se vieron obligados los reclusos en el campo de concentración de Albatera. El cura de la localidad se desplazó hasta allí. Junto con cuatro guardias, que llevaban una manta cogida cada uno por una esquina, obligaron a los presos a vaciar sus bolsillos sobre ella. Días más tarde ese cura declararía que los presos republicanos habían donado sus pertenencias a la Iglesia." (Bottup, Escrito por Tania Judith Baeza Martínez Lunes, 15 de Marzo de 2010 12:03)

No hay comentarios: