9/12/09

¿Por qué lo mató?... "Cómo no lo voy a matar, mira cómo está la pista"

"Mainar justificó su crimen por el mal estado del acceso a su granja de Fago.

El mal estado de la pista de San Juan, la que da acceso a la explotación ganadera de Santiago Mainar, a las afueras de Fago, fue el detonante del asesinato del alcalde, Miguel Grima. Mainar aseguró en su confesión policial (de la que luego se desdijo) que fue al pasar por ahí cuando sintió el "impulso raro" que lo llevó a cometer el crimen. (...)

Mainar les dijo: "Cómo no lo voy a matar, mira cómo está la pista".

Ese comentario lo realizó el 3 de febrero de 2007, un día después de su detención y su confesión ante los agentes. Lo hizo mientras acompañaba a los guardias civiles al lugar donde, según su declaración de la víspera, había encontrado la escopeta de caza con la que disparó a Grima. "Había un par de puntos en la pista que estaban atravesados por agua", recordó el guardia que testificó ayer. Fue al atravesarlos cuando el presunto asesino realizó esa segunda confesión de la que, sin embargo, no se levantó acta. Ese mismo agente reveló detalles de la confesión.

María Ester Franco, amiga del regidor y ex diputada provincial de Huesca, reiteró ayer en el juicio que, cuando llegó a Fago la noticia de que habían encontrado el cuerpo junto a la cuneta de la carretera, tirado en un terraplén, escuchó en el bar del pueblo "risas y jolgorio". Alguien, según Franco, llegó a gritar desde ese establecimiento: "¡Venid, venid, que hay algo bueno que celebrar!".

Otros testimonios de la sesión de ayer ahondaron en la animadversión de algunos vecinos hacia su entonces alcalde." (El País, 20/11/009)

"LA CONFESIÓN DE SANTIAGO MAINAR ANTE LA GUARDIA CIVIL, "Pues nada, le disparé y ya está". (...)

Santiago Mainar cuenta cómo se encontró en el monte la escopeta envuelta en una bolsa con la que supuestamente cometió el crimen. Villalón le pregunta qué sintió.

Mainar. Se me juntó todo y me dije: "Hasta aquí hemos llegado..., hasta aquí hemos llegado". Pero como el que ve un traje y dice: "Me compro este traje...".

Guardia Civil. ¿Y qué hiciste?

S. M. Pues vi la escopeta al pasar por allí y la cogí.

G. C. ¿Qué hora era?

S. M. Pues no tengo ni idea. Por la tarde...

G. C. ¿Te llevas también la bolsa (en la que estaba envuelta el arma) o sólo la escopeta?

S. M. La escopeta y la bolsa.

G. C. ¿Había cartuchos en su interior?

S. M. No, estaba vacía.

G. C. ¿Tanto la escopeta como la bolsa?

S. M. Sí, sí.

G. C. Y qué haces.

S. M. Pues nada. En la casita de ahí, camino a la nave, tenía un cartucho que me encontré hace tiempo... Lo tenía en un armario donde guardo papeles, guantes, cosas de trabajo... Sobre las siete o así salí carretera abajo.

G. C. ¿Dónde está la escopeta?

S. M. En la bolsa de plástico.

G. C. ¿Te cruzaste con alguien?

S. M. No.

- "Paró el coche y quitó un par de piedras".

El guarda forestal cuenta lo que pasó en la carretera y los movimientos que hizo Miguel Grima antes de que le disparara. Mainar hace un croquis a los agentes para describirlo mejor.

S. M. [Grima] paró el coche. Quitó un par de piedras y volvió. Entonces yo ya había salido de la cuneta y estaba él delante.

G. C. Y tú, ¿por dónde fuiste, por delante o por detrás?

S. M. Por detrás. Yo nunca estuve delante del vehículo.

G. C. Intenta describirlo.

S. M. Pues nada, le disparé y ya está.

G. C. ¿Cómo se encontraba él respecto al vehículo?, ¿se encontraba metiéndose ya en el asiento? ¿Fuera, de frente...?

S. M. Sí, estaba junto a la puerta.

G. C. Dibújalo aquí más o menos [hace un croquis]. Cuál sería tu posición, la del alcalde y la del vehículo.

S. M. El vehículo aquí, con la puerta abierta. Yo estaba aquí y él pues aquí... [mientras supuestamente se refiere al croquis que acaba de hacer].

G. C. ¿A qué distancia se puede decir más o menos que estuvieras?

S. M. Pues yo qué sé, de aquí a aquí [refiriendose supuestamente al croquis].

G. C. ¿Recuerdas si te manchaste de sangre?

S. M. Yo creo que no.

G. C. ¿A qué distancia, más o menos, crees que pudiste haber disparado al alcalde?

S. M. Pues, como de aquí a la chimenea, igual un poco más, un par de metros más.

G. C. O sea, a unos cinco o seis metros...

S. M. Sí, sí, sí...

G. C. De poner una mano ¿tocarías el vehículo?

S. M. No.

G. C. Estabas a una distancia de más de una mano del vehículo. ¿Mucho más o...?

S. M. Sí, sí, sí, sí, bastante más, sí. Por lo menos cinco o seis metros. Por lo menos cinco.

- El cruce con Iñaki Bidegain. Al ver que llegaba otro coche, Mainar dio la vuelta al de Grima y lo puso de frente al que venía y con las luces largas con la intención de deslumbrar al conductor. Quien se aproximaba era el médico Iñaki Bidegain y su familia. Bidegain paró al reconocer el Mercedes del alcalde, pero Mainar, que se puso una linterna en la cabeza (un frontal), le dijo que siguiera. El cuerpo de Grima estaba tirado en la cuneta y tapado con su coche. Aún no lo había tirado por el barranco.

G. C. Y el frontal, ¿para que te lo pusiste?

S. M. El frontal me lo puse... Como di la vuelta y el coche no llegaba, pues no se me ocurrió nada más y, al bajar del coche, pensé que al enfocar al otro [Bidegain]... La manera de que no te vea... es decir si le enfocas con la linterna no te ve, ¿no? Entonces el otro llegó, yo bajé del coche y le dije ¡siga, siga!

G. C. ¿Qué distancia había [entre los coches de Grima y Bidegain]?

S. M. Unos dos coches de distancia... Pero vamos, esta persona no viooo... Vio el coche, pero no vio otra cosa... Ya le digo, yo que me aseguré de que estuvieran [encendidas] las largas." (El País, ed. Galicia, España, 24/11/2009, p. 18)

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