“El 93% de las matanzas fue obra del Ejército y de las Patrullas de Autodefensa Civil (PAC) y el resto, de la guerrilla y grupos sin identificar. (…)
La comisión de tales fechorías fue posible porque soldados, policías y patrulleros fueron entrenados en la insensibilización ante el sufrimiento y se les inoculó un sistema de valores y prácticas ajeno a cualquier consideración humanitaria. La violencia y la crueldad fueron recompensadas con ascensos y otros premios. El adoctrinamiento de la tropa, apenas alfabetizada cuando no iletrada, hizo el resto. "En el Ejército le meten a uno ideas turbias", reconoció un soldado en un informe. "Le dicen a uno que el comunismo viene a quitar tierras, que viene a explotar, y esto y lo otro (...) Y ya el soldado se indigna y dice: 'pues sí: los causantes son los guerrilleros y por eso es que Guatemala está pobre".
El periodista estadounidense Allan Naim, que acompañó al Ejército cuatro meses, en 1982, y publicó trabajos en The New York Times y New Republic, quiso ser testigo: "Las matanzas de Guatemala fueron parte de una política sistemática de aniquilamiento de la oposición", señala. "La creó el Ejército con el apoyo del Gobierno de Ronald Reagan (1981-89).
No hay comentarios:
Publicar un comentario