"El Comité de investigación nacional sobre las más de mil mujeres
indígenas desaparecidas y asesinadas en Canadá en las últimas décadas
concluyó este lunes que el Estado es cómplice de un genocidio planificado, basado en la raza, la identidad y el género,
que se apoya en políticas colonialistas y la inacción estatal.
Resultado de tres años de trabajo, el informe establece que, si bien el
genocidio canadiense afecta a todos los miembros de los grupos
indígenas, está especialmente dirigido a las mujeres, niñas y miembros
de la comunidad LGTBQI.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, solicitó la puesta en
marcha de este comité, una promesa electoral que obedecía a las
reivindicaciones de líderes indígenas y organizaciones de derechos
humanos. La población indígena de Canadá representa el 4,6% del total
del país.
El informe del comité estima que, en concreto, las mujeres indígenas
tienen hasta 12 veces más probabilidades de ser víctimas de asesinatos y
desapariciones. Según un documento de la Real Policía Montada de Canadá
publicado en 2014, entre 1980 y 2012, fueron asesinadas 1.017 mujeres
indígenas y 164 desaparecieron, cifras que podrían ser más elevadas,
según distintos organismos.
El comité comenzó sus trabajos en septiembre de 2016.
El informe
final está integrado por 1.192 páginas, y fue redactado después de
escuchar más de 2.000 testimonios en distintas audiencias a lo largo del
país. "Es necesario un verdadero cambio de paradigma para deshacerse de
este colonialismo dentro de la sociedad canadiense", declaró Marion
Buller, la jefa del comité, en la ceremonia oficial de entrega del
informe, que tuvo lugar este lunes en el Museo de Historia Canadiense,
ubicado en Gatineau (Quebec).
El documento contiene diversas recomendaciones para hacer frente a esta problemática. Por ejemplo, la designación de un ombudsman,
una figura similar al Defensor del Pueblo dedicado a los derechos
indígenas, un mayor número de agentes de policía indígenas y proyectos
más ambiciosos en apoyo a las víctimas.
Justin Trudeau estuvo presente en la ceremonia de entrega del
informe. "Durante décadas, las mujeres y niñas canadienses indígenas han
sufrido desapariciones y asesinatos. Nuestro sistema de justicia ha
fracasado", señaló. "Por desgracia, no es un tema únicamente del pasado.
Es vergonzoso y absolutamente inaceptable. Esto debe parar", añadió
Trudeau, quien se mostró muy conmovido en el evento.
El informe contiene 122 veces la palabra genocidio. Sin embargo,
Trudeau no la pronunció una sola vez en su discurso. En junio de 2015,
una comisión especial encargada de investigar los maltratos que
sufrieron miles de niños indígenas en internados federales entre 1883 y
1996, catalogó como un genocidio cultural lo ocurrido en esos centros.
Además de castigos físicos y agresiones sexuales, existió un esfuerzo
sistemático para despojar a los menores de sus lenguas originarias y sus
tradiciones culturales.
No obstante, la referencia en el informe a un genocidio planificado
generó reacciones encontradas. Algunos líderes indígenas secundan esta
acusación, mientras que los articulistas de los grandes diarios
nacionales confirman la magnitud del problema, pero hacen un llamado a
la cordura para evitar que la polémica se adueñe de la discusión.
"En
este contexto, debo decir que tengo problemas con el uso de este
término", comentó por su parte Roméo Dallaire, el militar canadiense que
comandó la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para Ruanda
entre 1993 y 1994. Sin embargo, Dallaire sí precisó, en un evento en la
Universidad Concordia, que las políticas del Gobierno federal han sido
sumamente perjudiciales para los pueblos indígenas durante décadas." (Jaime Porras, El País, 03/06/19)
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