"(...) El 19 de Julio de 1936, piquetes de falangistas y requetés apostados en las entradas de Simancas, asesinaron a Honorato Manzano Rodríguez “Galano”, 34 años, casado, venía de cazar, le dieron el alto y le mataron por no gritar “vivaspaña”.
El día 20 comenzó la represión. El joven
Teófilo Hernández Sanz, zapatero de 23 años, activista cultural de la
casa de pueblo, Saturnino Zurro, activista e ideólogo, mecánico, y Juan
San José, de la familia conocida como “Malones” huyeron al pinar de la
Pimpollada.
Al no localizarlos, los fascistas detuvieron a la madre de
Teófilo, Regina Sanz Sebastián, y la mataron en los
alrededores del Camino de Arroyo. Apalearon y apresaron a Leonor, la
esposa de Saturnino, que estaba embarazada, y mataron al padre de Juan, Luis San José.
En el ayuntamiento, grupos de vecinos
fueron detenidos interrogados y golpeados de manera brutal. Fueron
conducidos a Valladolid en camión, y vistos por última vez, los
Republicanos más relevantes.
Encerrados en las Cocheras de Tranvías con
otros miles de personas detenidos ese mes de julio, eran reclamados por
los fascistas de los pueblos para asesinarlos sin ningún juicio. Durante
julio y agosto exterminaron rápidamente
sin posibilidad de defenderse, a la mayor parte de los representantes
políticos y sindicales Republicanos de los pueblos y ciudad de
Valladolid incluyendo a los simanquinos. Eran días de entierros de
muchos cadáveres de personas “sin identificar”.
De las Cocheras, tras padecer tremendas palizas, “sacaron” a más de 20 personas de Simancas, entre ellos a Teófilo Hernández, a Francisco Gómez Rayón, 24 años, casado y con una hija, junto a su suegro Benito Gómez Del Pino, 50 años, casado, 5 hijos, responsable de la Casa del Pueblo de Simancas, era pastor y escribía en sus ratos libres.
Luis San José, que aunque sobrevivió y se refugió en Ciguñuela, allí fue detenido de nuevo y esta vez asesinado. Felipe Aparicio García, 39 años, concejal republicano, casado, 5 hijos. Vidal Marinero Torres,
50 años, viudo, con 2 hijas, concejal republicano. Llevaron a los
detenidos en camión al puente del Cabildo y en las orillas del Pisuerga,
los tirotearon cayendo muchos de los cuerpos al agua, una masacre.
Los
cadáveres fueron apareciendo en el agua a lo largo de los días
siguientes. Vidal Marinero apareció en las cercanías del Salto del
Esgueva el 3 de agosto en avanzado estado de descomposición. Los cuerpos
fueran enterrados en la fosa común 46 del cementerio de Valladolid.
Los vecinos de Simancas fueron testigos
de crímenes cometidos en las inmediaciones del pueblo: “..Venían los
camiones por la carretera general, con gente de los pueblos, entraban en
los caminos, los bajaban y allí mataban a hombres y mujeres; los
enterraban sin un solo nombre que poner..”.
En una ocasión los cadáveres
de 3 mujeres jóvenes aparecieron en las cercanías de la gasolinera de la carretera de Salamanca; la camioneta los había dejado allí. Varios hombres
tiroteados en la Cuesta del Nueve fueron transportados hasta allí en
una camioneta. Los caminos de Simancas estaban “llenos de cruces” que
han ido desapareciendo con el tiempo.
El día 4 de agosto, un guardia civil y un falangista llamado Mario, sacaron de su casa a Francisco Gómez García,
de 35 años, obrero, casado con Baudilia Bermejo con quien tenía un
hijo. Francisco había denunciado anteriormente a Mario por un robo
cometido en La Harinera. Después arrestaron a Juliana Agúndez Mato, de 18 años, prima de Francisco. Los llevaron a la “Pesqueruela”,
entre los ríos Pisuerga y Duero. Ataron a Francisco a un árbol y le
maltrataron, y después maltrataron, vejaron y torturaron a Juliana.
Finalmente mataron a ambos.
Epifania Cuadrado Vaquero
de 33 años, cuyo marido estaba encarcelado, tenía un niño de unos 4
años. Los falangistas de Simancas detuvieron a Epifanía en avanzado
estado de gestación, y en el camino de Arroyo le propinaron una paliza
fatal que acabó con su vida. El cadáver estaba desfigurado por la
agresión, y el niño en trance de nacer, estaba ahogado.
Igualmente interceptaron a una pareja joven y su hija, un matrimonio
que venía escapando a través del monte de Puente Duero o de Arroyo. Mataron a los 2 y para remate a la niña. Félix García Matos,
de 26 años, cabo en el Cuartel de San Quintín, Republicano, no se sumó
al golpe; fue juzgado, ejecutado y enterrado en la fosa común 46 del
cementerio de Valladolid en agosto de 1936.
En 1937 continuaron apareciendo cadáveres en el Pisuerga y en las cunetas de la carretera (...)"
(Tulio Riomesta, 04/03/19. En el excelente artículo original, Represión franquista en Simancas,
original de Orosia Castán, del que procede este resumen, se da cuenta
también de la feroz represión carcelaria a la fueron sometidos numerosos
Republicanos por los franquistas, originando numerosas muertes,
abandono y desgracia a sus familias.)
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