"(...) Mohammed Abul Aziz Abu Shawish nació en el campo
de refugiados de Nuseirat en Gaza, en 1964. Su familia es originaria de
Barqa, una aldea del sur de Palestina que fue limpiada étnicamente en
1948. Pasó 9 años en prisión después de haber sido acusado de poseer un
arma y ser miembro del movimiento de Al Fatah.
Los israelíes me han detenido 7 veces; la primera cuando tenía seis
años. Eso fue en 1970. Luego me acusaron de lanzar piedras a los
soldados israelíes. Me detuvieron de nuevo cuando era adolescente. Esa
vez me golpearon y un oficial israelí encendió una cerilla bajo mis
genitales. Me quitaron la ropa y me pusieron la ropa interior en la boca
para amortiguar mis gritos. Después de aquello padecí dolores cada vez
que iba al baño durante muchos días.
Mi último encarcelamiento
fue el más largo. Me detuvieron el 23 de abril de 1985, estuve en la
cárcel durante 9 años y me excarcelaron tras de la firma de los Acuerdos
de Oslo.
Incluso en prisión nuestra lucha por nuestros
derechos nunca cesó. Luchamos con huelgas de hambre a las que ellos
respondían con aislamiento y tortura. Tan pronto como la administración
penitenciaria cedía a nuestras reivindicaciones para que pusiéramos fin a
la huelga, nos privaban poco apoco de todo lo que habíamos conseguido.
Retenían la comida, impedían las visitas familiares y hasta reunirnos
con nuestros propios compañeros de prisión. A menudo confiscaban
nuestros libros y otros materiales educativos sin motivo alguno.
Incluso en prisión nuestra lucha por nuestros derechos nunca cesó.
Luchamos en huelgas de hambre y ellos nos defendieron con aislamiento y
tortura. Tan pronto como la administración penitenciaria cediera a
nuestras demandas, para poner fin a nuestra huelga, nos privarían
lentamente de todo lo que habíamos logrado.
Retendrían la comida,
evitarían las visitas familiares e incluso nos impedirían reunirnos con
nuestros propios compañeros de prisión. A menudo confiscaban nuestros
libros y otros materiales educativos sin motivo alguno.
Cuando
me excarcelaron el 8 de enero de 1994 me incorporé a la unidad de
rehabilitación de prisioneros del Ministerio de Trabajo. Hice todo lo
que pude para ayudar a mis compañeros prisioneros liberados.
Desde que
me jubilé, escribí un libro titulado Antes de que mi torturador muera
en el que narro los años de mi encarcelamiento. No es que sea escritor;
tan sólo quiero que el mundo sepa de nuestra difícil situación. (...)" (Ramzy Barud y Abdelá Alyamal , Al Jazeera, en Rebelión, 31/01/19)
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