"(...) Shadi Farah fue detenido en su casa de Jerusalén a
la edad de 12 años, acusado de intentar matar a soldados israelíes con
un cuchillo que encontraron en su casa.
Me detuvieron el
30 de diciembre de 2015, cuando sólo tenía 12 años. Me excarcelaron el
29 de noviembre de 2018. En aquel momento era el prisionero palestino
más joven de las cárceles israelíes.
Mi interrogatorio tuvo
lugar en la prisión de Maskubiah, en Jerusalén, específicamente en la
Celda 4. Después de días de tortura física, de privación de sueño y de
fuertes golpes, encarcelaron a toda mi familia, a mi madre, a mi padre y
a mis hermanas y hermanos.
Me dijeron que mi familia estaba
presa por mi culpa y que sólo los pondrían en libertad si confesaba mis
delitos. Juraban con blasfemias que no puedo repetir. Me amenazaron con
hacerles cosas indescriptibles a mi madre y a mis hermanas.
Después de cada sesión de tortura volvía a mi celda desesperado por
dormir. Pero entonces los soldados me despertaban abofeteándome, dándome
patadas con sus botas y golpeándome en el estómago.
Amo a mi familia. Cuando impidieron que me visitaran se me rompió el corazón. (...)" (Ramzy Barud y Abdelá Alyamal , Al Jazeera, en Rebelión, 31/01/19)
No hay comentarios:
Publicar un comentario